Humanas palabras
No hay duda de que los primeros p¨¢rrafos de la introducci¨®n al Diccionari de paraules noves -el primero de su g¨¦nero que aparece en catal¨¢n- se ajustan a un prop¨®sito lexicogr¨¢fico: "?Qu¨¦ entendemos por palabra? ?Qu¨¦ entendemos por nuevo?", se preguntan los autores. Sobre palabra se responden con la definici¨®n del Diccionari de la llengua catalana de l"Institut d"Estudis Catalans: "Unidad significativa que consta de uno o m¨¢s morfemas, caracterizada por una cierta autonom¨ªa funcional dentro de una frase". De esta definici¨®n no se comprende ni palabra, pero lo que cabe retener es lo siguiente: cuando los autores hablan de palabras se est¨¢n refiriendo tanto a formas nuevas como a nuevos significados de las ya existentes. En cuanto a nuevo, entienden lo que no aparece en los diccionarios de referencia m¨¢s comunes. La aplicaci¨®n de este criterio tiene importantes consecuencias en un diccionario de palabras nuevas, porque permite incluir palabras, como barco, m¨¢s que viejas, viej¨ªsimas. Conviene destacar una ¨²ltima caracter¨ªstica: las 1.028 palabras descritas han sido capturadas de la prensa. En concreto de los diarios Avui, Diari de Barcelona, EL PA?S, Nou Diari, Punt Diari y La Vanguardia, y de la revista El Temps. Los autores del diccionario son miembros del Observatori de Neologia de la Universidad Pompeu Fabra. Observatori es una palabra ausente de este diccionario, a pesar de que su sentido acad¨¦mico, vinculado a la observaci¨®n cient¨ªfica de cualquier fen¨®meno, no se precisa de manera n¨ªtida en los diccionarios de referencia. En cuanto a neologia hay menos dudas: se trata de la disciplina que estudia las palabras nuevas. El Observatori lleva 10 a?os funcionando, arropado en sus comienzos por la Universidad de Barcelona y ahora por la Pompeu Fabra. Lo dirige la fil¨®loga Maria Teresa Cabr¨¦. Desde el inicio los especialistas han recogido m¨¢s de 22.000 nuevas palabras, a raz¨®n de 5.000 por a?o. Las que forman parte del diccionario -apenas un 5%- se han seleccionado por criterios de frecuencia y representatividad. Judit Freixa y Elisabet Sol¨¦ han coordinado los trabajos, bajo la direcci¨®n de Cabr¨¦. A su juicio, la producci¨®n de neologismos en catal¨¢n se mantiene a un ritmo estable. "El neologismo", a?aden, "es un s¨ªntoma de la salud de una lengua: si hay un equilibrio entre la adquisici¨®n de extranjerismos y las nuevas palabras formadas a partir de la propia lengua, si el proceso de renovaci¨®n es fluido y coherente, es que la salud es buena". La frontera entre el extranjerismo y la producci¨®n propia es ambigua. Es dif¨ªcil pensar, por ejemplo, en un extranjerismo que se instale en un cuerpo ling¨¹¨ªstico ajeno sin incorporar alguna caracter¨ªstica de la propia lengua, por ejemplo fon¨¦tica. O, por el contrario, algunas palabras presuntamente autogeneradas se corresponden a una autogeneraci¨®n que se ha dado en otra lengua. Hecha esta salvedad, las fil¨®logas explican que "aproximadamente un 20%" de las palabras que recogen son extranjerismos. La producci¨®n de neologismos en catal¨¢n ha pasado las dificultades propias de toda lengua amenazada. Ha tenido que v¨¦rselas, por ejemplo, con los correctores, literarios o period¨ªsticos. Algunos de ellos han actuado de cedazo muy fino, a veces con buena intenci¨®n. ?Y hoy? Las fil¨®logas creen que la correcci¨®n ling¨¹¨ªstica afecta sobre todo a los extranjerismos indiscutibles. Y que en este sentido ha habido pocas novedades respecto a los ¨²ltimos a?os. Las palabras que usan los propios recursos de la lengua han gozado -y siguen haci¨¦ndolo- de mayor fortuna. La prensa sigue siendo, probablemente, el m¨¢s f¨¦rtil lugar contempor¨¢neo de fijaci¨®n de palabras nuevas. Pero el ¨¢mbito audiovisual aparece como un ampl¨ªsimo campo de experimentaci¨®n y renovaci¨®n ling¨¹¨ªstica, cuyas caracter¨ªsticas a¨²n se conocen muy vagamente. Las fil¨®logas lo saben y es probable que en un pr¨®ximo proyecto la materia analizada sean los mensajes de radio y televisi¨®n. Hasta ahora les han faltado medios y cierta verificaci¨®n metodol¨®gica. En este ¨²ltimo sentido, el diccionario -editado por Enciclop¨¨dia Catalana- ha sido un eslab¨®n imprescindible. La inseguridad ling¨¹¨ªstica de algunos hablantes catalanes ha creado en torno a este diccionario situaciones estupendas. Hay quien ha dejado ir un suspiro de satisfacci¨®n cuando ha visto descritas algunas de las palabras que usa. Las profesoras recuerdan que este diccionario es descriptivo, pero que no otorga ninguna indulgencia normativa.
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