Arde en Valencia la segunda empresa de empleo temporal en 48 horas

La cristalera blindada, heredada de la sucursal bancaria que ocupaba anteriormente el bajo, no sirvi¨® de nada. Sucumbi¨® bajo los violentos mazazos de los encapuchados cerca de las tres de la ma?ana. El estruendo despert¨® a Vicente, el presidente de la comunidad de vecinos de esta finca de siete plantas, en la confluencia entre Antic Regne y Almirante Cadarso, en el barrio de L"Eixample. "Los mazazos armaban tanto ruido que pens¨¦ que alguien estaba intentando tirar abajo la puerta de mi piso", relata este vecino. En la finca de enfrente, otro vecino que estaba viendo la televisi¨®n se asom¨® a la ventana al o¨ªr los mazazos y observ¨® a unos encapuchados que hu¨ªan a la carrera por la avenida. Este testigo alert¨® inmediatamente a la Polic¨ªa. Antes de escapar, los encapuchados rociaron el local de Alta Gesti¨®n con gasolina y le prendieron fuego. Paulino, que vive en la primera planta, escuch¨® cuatro peque?as detonaciones (posiblemente, el estallido de ordenadores, seg¨²n los polic¨ªas). Pens¨® que eran petardos y sigui¨® durmiendo unos cinco minutos. Hasta que le despert¨® el olor a quemado y la densa humareda que hab¨ªa empezado a ascender por los conductos de la finca. Paulino y Vicente fueron puerta por puerta despertando a los vecinos de las 17 viviendas, que en batas y pijamas evacuaron con rapidez el edificio. Los vecinos relatan que en los rellanos de las plantas bajas hab¨ªa tanto humo que costaba respirar y apenas se ve¨ªa nada. En la calle se juntaron, de madrugada, cerca de una veintena de vecinos evacuados. Local destrozado Los bomberos, que se personaron pocos despu¨¦s, extinguieron las llamas en escasos minutos. Pero el local de Alta Gesti¨®n qued¨® pr¨¢cticamente destrozado. El falso techo qued¨® reducido a un mont¨®n de jirones de escayola; las paredes no conservaban m¨¢s decoraci¨®n que el color anaranjado de los ladrillos y por el suelo se desparramaban armazones met¨¢licos de las sillas, documentos calcinados y restos casi irreconocibles de material de oficina. El suelo y la fachada de la vivienda situada sobre la empresa, cuyos inquilinos estaban de viaje, result¨® da?ada por el incendio. Algunos vecinos, como L¨¢zaro Vicedo y Christina Gebbia, que viven en el primer piso, se marcharon a dormir a casa de unos familiares. Otros, como Paulino, volvieron a su casa sobre las cinco de la ma?ana, cuando se despej¨® el humo. El director regional de Alta Gesti¨®n, Juan Suances, recordaba ayer que el pasado 18 de diciembre, "un viernes a las seis de la tarde", la empresa recibi¨® la visita de una quincena de personas, algunos encapuchados. "Volcaron un contenedor de basura contra la fachada de la empresa, nos llamaron explotadores y tiraron pasquines", rememora Suances, y a?ade: "Al parecer no ¨¦ramos el ¨²nico objetivo de su recorrido; ven¨ªan de increpar a una empresa de empleo temporal y luego amenazaron a otra". Tambi¨¦n afirma que est¨¢n acostumbrados a encontrarse la cerradura de la entrada inutilizada con silicona. Desde la patronal del sector, la Asociaci¨®n de Empresas de Trabajo Temporal (AETT), el gerente Guillermo Polo comentaba que la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa les ha informado de que las agresiones que vienen sufriendo estas empresas "tienen el perfil de los GRAPO [Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre] por su modo de actuaci¨®n". Polo dice que el a?o pasado sufrieron atentados una veintena de empresas del sector, casi todas en Madrid, Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco. "Hemos escrito cartas al ministro del Interior y a otras autoridades para reclamar m¨¢s vigilancia policial ante nuestras empresas, queremos m¨¢s protecci¨®n", reivindica. Esta asociaci¨®n concentra al 40% de las 439 empresas del sector. De ellas, 25 son valencianas. Sobre los atentados de Valencia, Polo asegura que es "la primera vez que son atacadas dos empresas de una ciudad en dos d¨ªas consecutivos". El jefe superior de polic¨ªa de Valencia, Segundo Mart¨ªnez, descart¨® ayer cualquier relaci¨®n entre estos incendios y las explosiones de peque?os artefactos caseros que sufrieron el pasado 22 de diciembre una sede del PP, un local de la Tesorer¨ªa General de la Seguridad Social y dos inmobiliarias, tambi¨¦n de madrugada, en el barrio de Russafa. Sin embargo, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico, la polic¨ªa investiga la implicaci¨®n de colectivos relacionados con los GRAPO en aquellos atentados con bombas caseras y no se descarta su participaci¨®n en estos dos incendios. Mart¨ªnez coment¨® que nadie ha reivindicado los incendios, que no han identificado a nadie y no han encontrado datos que les permitan conocer qui¨¦nes son los autores de los siniestros, aunque tienen "un testigo que vio algo". Los agentes de la Brigada de Informaci¨®n buscan pistas sobre colectivos que participan en acciones de protesta contra las empresas de trabajo temporal y las tildan de "par¨¢sitos" y "explotadores" en las pintadas callejeras.