"Tenemos que reconquistar la ciudad sin causar bajas civiles"

En el cuartel general de Ecomog hay bullicio. Entran y salen veh¨ªculos cargados de soldados con armas en ambas manos. En el patio central, una teniente sestea leyendo una revista, mientras que cinco hombres se arrodillan en direcci¨®n a la Meca para orar. "Nuestro trabajo es dif¨ªcil. Tenemos que reconquistar la ciudad sin causar bajas civiles", asegura el coronel Bo Eburo, jefe de log¨ªstica de Ecomog. La artiller¨ªa pesada y los aviones Alpha Jet se reservan s¨®lo para las operaciones en la selva, donde anidan los rebeldes en espera de un nuevo asalto a la capital. La fecha prometida es el 27 de enero, pero sus fuerzas ya no son las mismas.Mientras, el pa¨ªs sigue con las fronteras cerradas. S¨®lo es posible llegar a Freetown a trav¨¦s de la pen¨ªnsula sierra leonense de Lugui, al otro lado de la bah¨ªa, en un helic¨®petro de Ecomog, protegido por mercenarios franceses armados con fusiles AK-47. El aparato entra desde el mar, se posa cerca de las playas paradis¨ªacas de la capital. Tan s¨®lo unos segundos. Los suficientes para descargar algunos pasajeros locos, recoger refugiados y reemprender raudo el vuelo hacia la libertad. La que anida al otro lado de este infierno.