Los due?os de los bares no tienen obligaci¨®n de cachear a sus clientes para ver si llevan droga, seg¨²n los jueces

Los due?os o camareros de los bares no tienen potestad legal ni obligaci¨®n de registrar a sus clientes para ver si llevan droga en sus bolsillos y, en consecuencia, negarles la entrada o echarles del local. En esta premisa se basa el Tribunal Superior de Madrid para anular una multa de 500.000 pesetas impuesta por la Delegaci¨®n del Gobierno al due?o del pub Escondite por haber permitido supuestamente el consumo de drogas en su local.La polic¨ªa entr¨® en este local el 18 de marzo de 1993 y "observ¨® c¨®mo un cliente se agachaba y dejaba algo en el suelo". Los agentes se acercaron a ¨¦l y recogieron "un trozo de hach¨ªs".

D¨ªas despu¨¦s, la polic¨ªa volvi¨® al local y efectu¨® una redada y hall¨® droga en las ropas de cinco clientes. Uno fue detenido porque, seg¨²n el atestado policial, llevaba una navaja y una bolsita con droga, en concreto hach¨ªs.

La Delegaci¨®n del Gobierno abri¨® entonces un expediente sancionador por falta muy grave al due?o del local, Francisco M. L., y le impuso una multa de 500.000 pesetas. La Secci¨®n Primera del Tribunal Superior de Madrid ha decidido anular la sanci¨®n. Se?ala que los encargados o due?os de estos locales, dado que ofrecen un servicio p¨²blico, "adquieren una responsabilidad para con la Administraci¨®n y la sociedad" y no deben tolerar el consumo de drogas en su interior. La ley, seg¨²n la sentencia del Tribunal Superior, les brinda la posibilidad de evitar estas conductas avisando a la polic¨ªa o utilizando el mecanismo del derecho de admisi¨®n.

No obstante, entienden los jueces que la sanci¨®n impuesta en este caso debe anularse, ya que los clientes "llevaban la droga en sus bolsillos y no consta que estuviesen consumi¨¦ndola". Es evidente, dice el tribunal, "que el propietario del local no puede proceder al cacheo de sus clientes para que le muestren el contenido de sus bolsillos, ni ejercitar el derecho de admisi¨®n o avisar a la polic¨ªa si no observa una conducta irregular relacionada con el consumo de drogas".

No es responsable, por tanto, del hecho de que sus clientes lleven en sus bolsillos peque?as cantidades de drogas.