El embri¨®n de las plantas
Del grano de las plantas y de sus frutos sale directa o indirectamente casi todo lo que comemos. Esto es as¨ª porque las plantas almacenan en sus semillas lo que necesitan para sobrevivir cuando germinan. Y dentro de la semilla se encuentra el embri¨®n de la planta ya formado a punto para aprovechar estas reservas. Conocer como se forma este embri¨®n es esencial para entender como un organismo vegetal se forma tras la polinizaci¨®n del ¨®vulo, igual como conocemos a entender como un organismo animal se forma tras la fecundaci¨®n. Pero adem¨¢s necesitamos poseer este conocimiento si queremos aprovechar de la mejor manera posible este eficiente reactor biol¨®gico que son las semillas de las plantas.Ya sabemos desde que nos explican biolog¨ªa en primaria que de una flor sale el polen que se deposita en otra flor y de ah¨ª sale una semilla. Como pap¨¢ y mam¨¢ cuando hacen un hermanito, dice el ni?o en el chiste. Pero hay una diferencia muy importante y es que las plantas no se mueven y si quieren que la especie sobreviva y se expansione tienen que encontrar una forma para que la descendencia pueda crecer a una cierta distancia. Por ello tras la fecundaci¨®n del ¨®vulo el embri¨®n comienza a formarse pero, a diferencia de lo que ocurre en los animales, en las plantas su crecimiento se detiene, el embri¨®n se rodea de sustancias de reserva y el grano se seca para poder resistir ya sea la muerte de la planta madre, la estaci¨®n fr¨ªa o un viaje a cierta distancia. De hecho en muchas plantas no perennes la madre agota sus reservas hasta la extenuaci¨®n y la muerte para que los embriones hijos le sobrevivan en las mejores condiciones posibles. Es este proceso el que aprovechamos ya que son de las reservas que produce la planta para asegurar la supervivencia del embri¨®n de donde sacamos la harina de cereales o el grano de las leguminosas por ejemplo.
Pero por muy importante que sea el proceso para nuestra alimentaci¨®n sabemos muy poco de lo que ocurre tras la fecundaci¨®n. En un reciente congreso en Barcelona se han revisado los datos que tenemos sobre los genes y los mecanismos moleculares que gobiernan el proceso. Ya comienzan a identificarse estos genes y las se?ales que utilizan las c¨¦lulas del embri¨®n para comunicarse durante el proceso en el que deben comenzar a definirse los distintos ¨®rganos. En el embri¨®n final estar¨¢n definidos la ra¨ªz, el tallo, las hojas que se formar¨¢n cuando la planta germine. Ah¨ª por tanto se decide la organizaci¨®n del conjunto del organismo.
Para entender este proceso, quiz¨¢ uno de los m¨¢s desconocidos de la biolog¨ªa actual, la Uni¨®n Europea subvenciona seis proyectos en los que participan casi cincuenta laboratorios, diez empresas y se gasta 13 millones de ECUs (m¨¢s de 2000 millones de pesetas). La raz¨®n de ello es el inter¨¦s cient¨ªfico del tema pero tambi¨¦n las posibilidades que estos resultados abren. Modificar el contenido en prote¨ªnas o az¨²cares del grano, obtener de cualquier semilla un aceite de composici¨®n a voluntad, tener frutos con mayores semillas o sin semillas son temas que los mejoradores de plantas se han planteado hace tiempo. La biolog¨ªa actual permite plantearse aprovechar el eficiente mecanismo que genera las reservas del grano para hacer que en ¨¦l se produzcan vacunas, vitaminas o sustancias farmac¨¦uticas lo que para algunos puede ser la base para una revolucionaria agricultura del futuro. Del conocimiento del embri¨®n de las plantas pueden salir las plantas que ayuden a la agricultura sostenible, eficaz y sana que el pr¨®ximo siglo necesita igual que de ¨¦l nos hemos alimentado desde que existe la agricultura.
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