17 a?os de lucha por su vivienda
Aunque ahora no lo parezca, fue uno de los barrios emblem¨¢ticos de Bilbao. Pero el tiempo y la dejadez de las autoridades han terminado por arrinconarle. Elorrieta est¨¢ en el conf¨ªn de la capital vizca¨ªna, m¨¢s all¨¢ del populoso barrio de San Ignacio, a escasos metros de la r¨ªa. En 20 a?os, la ¨²nica inversi¨®n realizada ha sido la construcci¨®n de una plaza cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Gorordo ocupaba la alcald¨ªa. No hay ninguna papelera - "se llevaron la antiguas y no las repusieron", dicen los vecinos- pero tampoco problemas de seguridad: "La gente deja incluso el coche abierto, porque tenemos sentimiento de pueblo; en cuanto hay alguien que no es del barrio, se sabe enseguida". Aislado por las obras de la nueva l¨ªnea del metro y del plan de saneamiento -que llegaron a cortar hace un a?o los accesos por carretera-, sus cerca de 700 vecinos empiezan a ver la luz tras 17 a?os de lucha por la regeneraci¨®n urban¨ªstica de sus viviendas. El ¨²ltimo Pleno municipal de Bilbao aprob¨® un convenio urban¨ªstico para construir 424 pisos y derruir el vasto edificio en el que residen 629 personas. Un vistazo al inmueble, con un centenar de a?os de vida, la caracter¨ªstica singular de que carece de cimentaci¨®n, superviviente de las bombas de la guerra civil del 36 y calificado como edificio de inter¨¦s arquitect¨®nico por la Diputaci¨®n, lo explica todo al instante. La larga fachada es di¨¢fana muestra del abandono, con grietas visibles, ladrillos que se asoman y ese tono, entre gris¨¢ceo y negro, de suciedad y desidia. En el interior de los pisos, hay suelos desnivelados, puertas que no se pueden cerrar. "Estas casas han estado bien hasta que empezaron las obras del metro y luego del plan de saneamiento", revela Roberto De la Torre, un marino retirado que ha encabezado la lucha vecinal. El camino ha sido largo y arduo. Empez¨® como una simple protesta por el abandono del cuartel de la Guardia Civil, incrustado en uno de los bloques del inmueble y con visibles signos de derrumbamiento hoy d¨ªa. S¨®lo la insistencia logr¨® el tapiado de las ventanas. Entonces empezaron la promesas de construir un barrio nuevo pero el acuerdo entre Ayuntamiento y Gobierno vasco no lleg¨® nunca. La paciencia siempre termina agot¨¢ndose y el des¨¢nimo lleg¨® y derrot¨® a los vecinos. De la Torre y otra vecina retomaron hace dos a?os por en¨¦sima vez la protesta: comenzaron de nuevo las insistentes peticiones al ayuntamiento, al Gobierno. La esperanza se abri¨® hasta que el verano pasado el Gobierno vasco se retir¨® del proyecto previsto por la falta de viabilidad econ¨®mica. "El cielo se nos abri¨® cuando vino una empresa privada dispuesta a hacer viviendas nuevas". Mientras empiecen las obras, los vecinos de Elorrieta seguir¨¢n soportando temblores cada vez que pasa un cami¨®n de gran tonelaje por la mitad el barrio -la carretera general se ha desviado por las obras del saneamiento- y mirar¨¢n de reojo a las grietas y al lamentable estado del bloque ocupaba la Guardia Civil. "Al menos, en el documento urban¨ªstico aprobado en el Pleno se reconoce por primera vez que las obras del metro han afectado a nuestras viviendas. El da?o no es cuantificable pero ?qui¨¦n dice que cualquier d¨ªa una viga se dobla y provoca un hundimiento?". El aspecto exterior no aconseja mucha demora en las obras.
Loas al equipo de gobierno
El plan urban¨ªstico que posibilitar¨¢ el derribo del principal -y pr¨¢cticamente ¨²nico- inmueble del barrio bilba¨ªno de Elorrieta consitir¨¢ en la construcci¨®n de 424 viviendas, la mitad de ellas de protecci¨®n oficial, donde se alojar¨¢ a los 629 vecinos, y el resto libre. El proyecto supone un acuerdo con una empresa privada pra la gesti¨®n del plan y garantiza un piso con los mismos metros cuadrados a los vecinos afectados. El pleno de Bilbao aprob¨® el plan con el apoyo de todos los partidos del Ayuntamiento, salvo HB, que se opuso a la entrada de la iniciativa privada y abog¨® por presionar al Departamento de Vivienda del Gobierno vasco para que vuelva a participar en el proyecto. Las previsiones apuntan que las obras se iniciar¨¢n este mismo a?o. Los vecinos de Elorrieta, recelosos en estas dos d¨¦cadas de los pol¨ªticos, destacan la receptividad del equipo de gobierno de Bilbao y, en especial, del concejal de Urbanismo Dimas Sa?udo y la edil de Empleo y Medio Ambiente, Julia Madrazo. "Lo de Sa?udo y el subdirector de Urbanismo, Manu Valdivielso, es para quitarse la boina. Cuando les dije que me gustar¨ªa que viniera al barrio, cogi¨® el coche y fuimos inmediatamente. Esos d¨ªas ten¨ªamos los accesos cerrados y en dos d¨ªas quedaron abiertos. La defensa que hizo Julia en el Pleno del proyecto fue de chapeau", dice Roberto De la Torre.
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