El fiscal pide la inhabilitaci¨®n de tres empresarios por una fuga t¨®xica

El 13 de enero de 1997, sobre las ocho de la noche, salt¨® la alarma. Dos operarios de la empresa "abrieron la v¨¢lvula manual que liberaba la trimetilamina a la torre lavadora", en la que circula el ¨¢cido clorh¨ªdrico, y "descuidaron el control directo del proceso" debido a la "acumulaci¨®n de tareas que soportaban"."Al no existir las obligatorias v¨¢lvulas de seguridad autom¨¢ticas y control autom¨¢tico del nivel", a?ade el fiscal, " la trimetilamina reaccion¨® con el ¨¢cido clorh¨ªdrico, explosion¨® y dio un golpe de ariete que provoc¨® la rotura de la base de la torre lavadora". La rotura produjo la liberaci¨®n de unos 500 litros de ¨¢cido clorh¨ªdrico, una cantidad sin determinar de trimetilamina y de otros 500 kilos de clorhidrato de trimetilamina, producto resultante de la reacci¨®n. Bas¨¢ndose en un informe pericial del Instituto Carlos III, la fiscal¨ªa concluye que los humos y gases del ¨¢cido clorh¨ªdrico, al contactar con ojos y piel, "pueden causar r¨¢pidamente inflamaci¨®n o quemaduras", as¨ª como "ulceraciones de la nariz y garganta y dificultades respiratorias graves retardadas, que incluyen el edema pulmonar, espasmos y, posiblemente, hasta la muerte".

El contacto de este ¨¢cido, no inflamable, con otros metales "produce un gas hidr¨®geno inflamable y potencialmente explosivo". La trimetilamina, si se ingiere, "produce como m¨ªnimo irritaci¨®n o quemaduras en la boca, garganta y est¨®mago", entre otros efectos, seg¨²n el informe del Instituto Carlos III entregado en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Madrid.