Turner le da vida al Caja

En encuentros tan apretados, suele imponerse la inspiraci¨®n y la personalidad. Ambas cualidades las aport¨® ayer Turner, que despu¨¦s de jugar un partido muy discreto, apareci¨® sin embargo cuando deb¨ªa. En el momento justo: en el ¨²ltimo tramo. Surgi¨® para decidir. Y para constatar la endeblez en el rebote del Pamesa, el grupo m¨¢s pobre de la Liga en este concepto. El partido se decidi¨® en un par de acciones al l¨ªmite, en las que tuvo presencia Turner: fallando tiros libres, encest¨¢ndolos, atrapando un rebote crucial o tomando la responsabilidad que nadie quer¨ªa. Sumados todos estos factores, el Pamesa, anfitri¨®n del torneo y vigente campe¨®n, se despidi¨® muy r¨¢pido de la Copa ante la decepci¨®n de su entregada hinchada. El Caja, en cambio, supera por primera vez los cuartos de final y ya espera al Barcelona.El Pamesa jug¨® casi al l¨ªmite de sus posibilidades. Dict¨® un partido caliente en defensa y fr¨ªo en ataque. Osea, se defendi¨® con la temperatura que le transmit¨ªa la grada y atac¨® con el cerebro que le exige su entrenador. As¨ª, por ejemplo, V¨ªctor Luengo, que no es m¨¢s que la prolongaci¨®n del p¨²blico valenciano en la cancha (ah¨ª se ha criado, pr¨¢cticamente), pon¨ªa la directa de una parte de la cancha a otra, como en el colegio. O despegaba un metro del suelo para ponerle un tap¨®n espectacular Scott.

Eso fue lo mejor del Pamesa que, sin embargo, no se alej¨® un palmo del Caja San Fernando, que se fue al descanso a tan s¨®lo dos puntos por detr¨¢s, a pesar de que algunos de sus hombres rindieron muy por debajo de lo previsto. Turner, sin ir m¨¢s lejos, desacertado en el tiro y poco determinante en el juego.

Ambos equipos tuvieron en este primer tiempo las mu?ecas agarrotadas y el juego transcurri¨® muy cerca de la cesta. As¨ª, al equipo valenciano le toc¨® vivir de los lanzamientos cercanos de Hopkins y de las faltas personales que convert¨ªa Rodilla, que ah¨ª nunca falla; y al andaluz, de las convulsiones de Scott, que empez¨® muy mal pero fue creciendo con el calor del choque, hasta que se carg¨® con tres personales y hubo de visitar el banco muy enojado.

Un triple de Maluenda descorch¨® la segunda parte, aunque, en realidad, lo que hac¨ªa era desintegrar de un plumazo la rigidez del primer acto. A la fiesta se agreg¨®, por el Caja, el incombustible Smith (35 a?os), que acert¨® tres triples determinantes.

Imbroda, con reflejos, sac¨® a jugar a Salva D¨ªez y ¨¦ste le dio a su equipo el car¨¢cter que le hab¨ªa faltado en el primer tiempo. Entonces Bukovic, que ve¨ªa que se le iba el partido, se encomend¨® a la mano de Berni ?lvarez, que lo primero que hizo fue buscar el triple como un poseso. Y encestarlo. Pero Smith respondi¨® de inmediato. Se desat¨® el partido a medida que se calentaba Turner, que cada vez asum¨ªa m¨¢s protagonismo. Triple va, triple viene. El pabell¨®n herv¨ªa con los que ca¨ªan en la cuenta del Pamesa y se congelaba con los del Caja San Fernando. El choque no se decid¨ªa y empezaba a pesar la presi¨®n. Sobre todo en los chicos de Imbroda, que empezaron a fallar tiros libres, uno detr¨¢s de otro. Primero Scott, despu¨¦s Turner, y m¨¢s tarde Kornegay.

Al final, con medio minuto en el marcador y dos puntos arriba el Pamesa, el Caja se lo fio todo a Turner, que ten¨ªa que decidir: o todo o nada. Estaba en sus manos. Err¨® otro tiro libre, pero su equipo recuper¨® el rebote. Como de costumbre. Esta vez Turner acredit¨® su fama y su prestigio. Encest¨®, claro.