Novedades en el Alc¨¢zar
La Biblioteca de Castilla-La Mancha, con un fondo de 260.000 vol¨²menes, acoge casi mil visitas diarias
Empieza a oscurecer. Es viernes y el ajetreo de las tiendas todav¨ªa mantiene las calles de Toledo llenas de una multitud que se duplica en el reflejo de los escaparates. Mae, una chica de 18 a?os, conf¨ªa en conseguir alguna ganga en las rebajas. De pronto, aparece un grupo de amigas. "?Ad¨®nde vais?", les pregunta. "A la biblioteca", dicen alegremente. M¨¢s adelante, otros compa?eros le responden de la misma manera y un tercer grupo se encamina entre risas en la misma direcci¨®n. Mae decide dejar las rebajas para otro d¨ªa. Es viernes por la noche y, aunque parezca incre¨ªble, los j¨®venes van a la biblioteca. Las nuevas instalaciones del Alc¨¢zar, inauguradas el pasado mes de octubre despu¨¦s de tres a?os de obras y una larga pol¨¦mica sobre la conveniencia de instalar en este lugar la Biblioteca de Castilla-La Mancha , se han convertido en pocos meses en un centro activo y casi en un sitio de moda entre los adolescentes toledanos. No s¨®lo es el lugar m¨¢s c¨®modo para terminar las tareas de la semana, sino que ofrece la opci¨®n de ver una buena pel¨ªcula en un monitor de v¨ªdeo, escuchar el ¨²ltimo disco del grupo de rock favorito o navegar un rato por Internet. S¨®lo funciona hasta las 21.30, pero hay tiempo suficiente para calentar la noche.
Pero no s¨®lo por las tardes hay movimiento en la biblioteca. Por la ma?ana tambi¨¦n se llenan casi todos los recintos. Los suaves susurros, casi inaudibles, en la amplia sala de lectura contrastan con el persistente zumbido que producen los visitantes de la mediateca. La primera impresi¨®n es la de una tienda de discos y v¨ªdeos. Chicos y chicas ante las estanter¨ªas, clasificadas por materias y g¨¦neros. Sentados en unas sillas, con auriculares, cinco j¨®venes escuchan apoltronados alg¨²n disco que atruena s¨®lo en sus cabezas. Frente a los monitores de v¨ªdeo, los espectadores, tambi¨¦n con auriculares, ven un largometraje en silencio. Los navegantes de Internet tienen las bocas cerradas ante las pantallas. Aqu¨ª y all¨¢, cuando la vigilancia afloja, salen a relucir algunas p¨¢ginas web de desnudos femeninos. Una breve distracci¨®n despu¨¦s de varias horas de estudio.
Jorge, estudiante de Humanidades, y Jos¨¦ Luis, opositor, vuelven r¨¢pidamente a la p¨¢gina de inicio al ser abordados. "Vengo casi a diario", dice Jorge. "La otra biblioteca no daba libros en pr¨¦stamo y aqu¨ª te dejan adem¨¢s pel¨ªculas y m¨²sica". "Adem¨¢s de poder consultar los libros, es un sitio para relajarse y encontrar algo de diversi¨®n", a?ade Jos¨¦ Luis. Mariel, de 42 a?os, se ha convertido en asidua. "El otro d¨ªa me llev¨¦ a casa El ¨²ltimo tango en Par¨ªs, y tambi¨¦n me interesa el cine negro", afirma. Seg¨²n esta toledana, la biblioteca es tambi¨¦n un refugio para los parados, que por las ma?anas encuentran un lugar donde evadirse. "Vienen a leer y escuchar m¨²sica o a ver una pel¨ªcula. La biblioteca ha cambiado el ambiente de Toledo", dice.
Hay varios rincones y espacios atractivos para la lectura en la biblioteca. El largo pasillo de la sala Borb¨®n-Lorenzana tiene ante cada ventana, con vistas extraordinarias, un c¨®modo sill¨®n de lectura. Tambi¨¦n hay unos mullidos sof¨¢s de dise?o en otro sal¨®n, al pie de la escalera que sube a la cafeter¨ªa y unas amplias terrazas que dan al patio central .
M¨¢s de 260.000 vol¨²menes integran los fondos de la biblioteca, que se ha convertido en la segunda m¨¢s importante de Espa?a, tras la Nacional de Madrid. Importancia que no viene s¨®lo del n¨²mero de libros y documentos, sino del valor que tiene la colecci¨®n Borb¨®n-Lorenzana, con 379 incunables, 101.140 libros impresos entre los siglos XVI y XIX y unos mil manuscritos de los siglos XI al XIX.La biblioteca del cardenal Lorenzana, que empez¨® a tomar forma en 1774 cuando ¨¦ste fue nombrado arzobispo de Toledo, se ha instalado en el Alc¨¢zar con las mismas estanter¨ªas y mobiliario que han acompa?ado a la colecci¨®n a lo largo de su historia.
La gran sala de lectura, con 180 puestos, suele estar ocupada desde las primeras horas del d¨ªa. 35 personas se dedican a facilitar al p¨²blico las consultas, pero muchos saben usar los ordenadores que se reparten en todas las salas. Los ni?os y j¨®venes llegan por la tarde a la sala de lectura infantil. Hasta ahora se han emitido 20.000 carn¨¦s de usuario y el promedio de visitas diarias es de 800 a 900 personas. Seg¨²n la directora, Carmen Sa?udo, "el ¨¦xito de este centro es la prueba de que cuando se le ofrece a la gente cosas buenas la respuesta no se hace esperar".
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