Jaque a la reina
La partida de ajedrez que hace 15 d¨ªas disputaron el presidente del PP, Eduardo Zaplana, y el de Uni¨®n Valenciana, H¨¦ctor Villalba, desemboc¨® en el relevo al frente de la Consejer¨ªa de Agricultura. Mar¨ªa ?ngeles Ram¨®n-Llin, la consejera mejor valorada del ejecutivo de Zaplana seg¨²n las encuestas, protagonizaba una rocambolesca historia con baja del partido y posterior dimisi¨®n como consejera. La jugada que se desarrollaba sobre el tablero pol¨ªtico, iba m¨¢s all¨¢ de la titularidad para uno u otro partido del departamento agr¨ªcola en cumplimiento del manido pacto del pollo. El valor a?adido acumulado por la consejera en sus tres a?os y medio es un pastel demasiado apetecible tanto para blancas como para negras. "Zaplana no valor¨® como deb¨ªa la Consejer¨ªa de Agricultura y la cedi¨® con demasiada alegr¨ªa a Uni¨®n Valenciana", se afirma tanto desde el mundo agr¨ªcola como del pol¨ªtico. No se trata de un reproche vinculado a una determinada acci¨®n pol¨ªtica para el campo valenciano. Se trata m¨¢s bien de los beneficios que esa pol¨ªtica puede reportar al final de una legislatura y con la vista puesta en las urnas. Mar¨ªa ?ngeles Ram¨®n-Llin supo perfectamente qu¨¦ l¨ªnea deb¨ªa seguir desde su departamento, y no cay¨® en el "error" que cometi¨® el desaparecido Jos¨¦ Coll, ¨²ltimo consejero de Agricultura de la era socialista. Un error consistente en intentar dise?ar el futuro del campo valenciano, lo que le abri¨® numerosos frentes de cr¨ªtica. M¨¢s sencillo es no definir esas l¨ªneas directrices. M¨¢s rentable es distribuir los fondos de la consejer¨ªa atendiendo a las demandas inmediatas de los agricultores. Las subvenciones para los productos que pasan por un mal momento, las campa?as de promoci¨®n y las inversiones en infraestructuras, especialmente la modernizaci¨®n del regad¨ªo, un proyecto que se arrastra de la legislatura anterior y en el que Ram¨®n-Llin ha puesto especial empe?o, han sido los puntales de una pol¨ªtica que ha permitido a la consejera "contentar con poco dinero a mucha gente", se afirma desde parte del sector. Pero el gran acierto de Ram¨®n-Llin ha sido su agenda. "El peor empleo de la Consejer¨ªa de Agricultura es el de ch¨®fer", se comentaba en los pasillos de Amadeo de Saboya, sede de la consejer¨ªa. La ex consejera no tuvo el menor reparo en asistir a tantos actos como se requer¨ªa su presencia. Daba igual la presentaci¨®n de una campa?a de promoci¨®n, que la asamblea de una cooperativa o la inauguraci¨®n de una acequia. Ram¨®n-Llin iba a todo. Su populismo, trato afable y su accesibilidad contentaban a un sector que ha considerado normalmente a los ministros y consejeros m¨¢s como enemigos que como aliados. "Los agricultores la ve¨ªan, notaban que se hac¨ªan cosas, independientemente de su importancia, y se sent¨ªan satisfechos", explican fuentes del sector. Dirigentes locales del PP han mostrado en ocasiones su malestar por esta situaci¨®n. Mientras los colectivos de UV pod¨ªan capitalizar la presencia de su escasamente pol¨¦mica consejera en estos actos, los populares dif¨ªcilmente consegu¨ªa que un titular de cualquier departamento dirigido por el PP apareciese por estas localidades. De esta forma, UV rentabilizaba a su consejera por dos v¨ªas. Una por el cartel que supon¨ªa la propia consejera y por otra con el afianzamiento de colectivos locales del partido, baza importante para las pr¨®ximas elecciones, donde las listas municipales act¨²an de tir¨®n para las candidaturas auton¨®micas. Pero la marcha de Ram¨®n-Llin abre el interrogante de saber hacia d¨®nde se decantar¨¢ ese bagaje. Los pr¨®ximos cuatro meses ser¨¢n decisivos para saber si el nuevo titular de Agricultura, Salvador Ortells conseguir¨¢ amarrar parte del valor a?adido de la ex consejera, o por el contrario ser¨¢ el PP que har¨¢ rentables las cr¨ªticas que Ram¨®n-Llin verti¨® sobre su ex partido. "Ortells tiene poco margen de maniobra", explican fuentes conocedoras del funcionamiento de la consejer¨ªa. El nuevo consejero ha repetido hasta la saciedad la palabra "continuismo". "Se va a seguir aplicando la pol¨ªtica agr¨ªcola de UV, que es la que se ha aplicado hasta ahora", ha dicho Ortells intentando arrimar el ascua a la sardina regionalista. Pero a ese mensaje debe unir su actuaci¨®n personal. De momento ya ha iniciado un periplo viajero a imagen y semejanza de su antecesora. Clausur¨® una exposici¨®n sobre el Tribunal de las Aguas en Alc¨¤sser, inaugur¨® una b¨¢scula en Almenara y particip¨® en la fiesta de la alcachofa en Benicarl¨®. Pero en estos contactos con las masas, Ortells tiene el h¨¢ndicap de una falta de tablas que s¨ª ten¨ªa Ram¨®n-Llin. Otro camino que podr¨ªa recorrer es el de repartir subvenciones a manos llenas, lo que le garantizar¨ªa parte de las simpat¨ªas que precisa. Pero el presupuesto de Agricultura ya est¨¢ dise?ado, y adem¨¢s se nutre en su mayor parte de las ayudas de la Uni¨®n Europea, que se adjudican con dos a?os de antelaci¨®n, por lo que Ram¨®n-Llin ya ha realizado ese trabajo. S¨®lo podr¨ªa optar por modificaciones presupuestarias. Pero el Consell deber¨ªa dar su visto bueno, lo que no es f¨¢cil que ocurra. Ese escaso margen de maniobra es tambi¨¦n el que tienen sus nuevos directores generales, "que apenas tendr¨¢n tiempo de sentarse en sus despachos", con lo que pocas novedades espectaculares podr¨¢n anunciar. M¨¢s a¨²n cuando su nombramiento se ha retrasado 15 d¨ªas por la dilaci¨®n en la celebraci¨®n del Consell que hab¨ªa de ratificar sus nombres. Adem¨¢s a Ortells se le vienen encima numerosos problemas en el sector. Entre ellos la famosa Agenda 2000. Destinar a una persona a estudiar este tema, cuando falta poco m¨¢s de un mes para que se apruebe si nadie lo remedia, no deja de ser una jugada para la galer¨ªa de las organizaciones agrarias que han mostrado su preocupaci¨®n por los efectos que sobre el campo valenciano puede tener esta normativa europea. Una galer¨ªa expectante al desarrollo de la partida de ajedrez. La reina, que parec¨ªa jugar en blancas, jugaba en negras. Zaplana la sacrific¨® y opt¨® por enrocarse. Pero sobre el tablero, quedan todav¨ªa demasiadas piezas.
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