El empe?o de Figo aguanta el liderato azulgrana
Partido espl¨¦ndido del Racing en el Camp Nou con una actuaci¨®n calamitosa de D¨ªaz Vega
Un acto de fe de los futbolistas en un partido que ten¨ªa muy mala pinta puso a buen recaudo el liderato del Barcelona. Pese a que el contexto invitaba a una tarde de reafirmaci¨®n azulgrana, el grupo de Van Gaal necesit¨® de hora y media de tortura para doblegar al Racing. El marcador result¨® una bendici¨®n y oblig¨® a lecturas que ya se daban por superadas: a falta de juego y a la espera del Madrid, se impone recaudar puntos por decreto. La impunidad de la junta y del entrenador se extiende al equipo, y hoy el fin justifica los medios. El Racing discuti¨® siempre la jerarqu¨ªa de los barcelonistas en el campeonato, una posici¨®n tomada hace s¨®lo una semana con una actuaci¨®n convincente ante el Zaragoza. Desde el punto de vista futbol¨ªstico, el partido fue un chasco para la hinchada cul¨¦. El equipo estuvo flatulento, los gemelos De Boer actuaron de forma acomodada, muy gansa, y Van Gaal se desacredit¨® de nuevo cuando hubo necesidad de repintar el choque. Aunque engorda cada d¨ªa que hay mercado, el colectivo azulgrana tuvo que recurrir otra vez a valores ya muy conocidos, regresar al punto de partida, entregarse a futbolistas imperecederos como Rivaldo y, sobre todo, Figo, un futbolista castigado tanto dentro como fuera de la cancha y, sin embargo, siempre determinante. La falta de est¨¦tica abon¨® otros valores como el de la voluntariedad o del sacrificio. El mundo de los gemidos estuvo por encima del de los sentidos. Los expertos le llaman a esto saber ganar jugando mal, atrituto que consideran indispensable para ganar el t¨ªtulo. Puesto que el vencedor nunca estuvo claro, el Racing reclam¨® con justicia el papel de protagonista de una contienda adulterada por el arbitraje de D¨ªaz Vega, que fue una calamidad. El colegiado se trag¨® dos penaltis, uno clamoroso de Merino, que actu¨® como si fuera el portero, y rompi¨® el ritmo de encuentro que hab¨ªa impuesto el grupo de Ben¨ªtez con una expulsi¨®n muy discutible de Melberg en un mano a mano con Kluivert.
BARCELONA 3
RACING 2Barcelona: Hesp; Abelardo, Frank de Boer, Sergi; Ronald de Boer, Guardiola, Cocu; Figo, Luis Enrique (?scar, m.69), Rivaldo; y Kluivert (Zenden, m.59). Racing: Ceballos; Merino, Melberg, Arzeno; Tais, V¨ªctor, Ismael, Amavisca (Shustikov, m.76); Magallanes (Sietes, m.37); Bestchastnykh y Munitis. Goles: 0-1. M. 28. Magallanes recibe de V¨ªctor en el v¨¦rtice derecho del ¨¢rea, remata fuerte y cruzado con la zurda, Hesp rechaza y V¨ªctor no perdona en el rechace. 1-1. M.35. Figo centra desde la derecha, la pelota toca en Arzeno, descoloca a Ceballos, que s¨®lo logra atemperar el cuero con los dedos y Merino no logra evitar el gol en su rechace. 2-1. M.45. Guardiola lanza una falta desde la derecha y Frank de Boer cabecea a gol. 2-2. M.48. Tais abre por la banda derecha para Bestchastnykh, quien recorta a Abelardo, centra al segundo palo, donde Munitis controla la pelota con la zurda y remata con la misma pierna. 3-2. M.85. Jugada de Figo por la banda derecha y su centro al segundo palo lo remata Cocu en el punto de penalti. ?rbitro: D¨ªaz Vega. Expuls¨® a Melberg (m.30) por una entrada por detr¨¢s a Kluivert, y a Frank de Boer (m.66) por doble amonestaci¨®n. Mostr¨® la amarilla a Abelardo, Figo, V¨ªctor, Ismael, Arzeno y Oscar. Unos 70.000 espectadores en el Camp Nou.
El Racing fue un equipazo con once y un buen equipo con diez. Jam¨¢s perdi¨® la racionalidad, no asumi¨® la condici¨®n de anfitri¨®n del l¨ªder y, adem¨¢s, exhibi¨® una gran capacidad para adaptarse a las circunstancias.
La declaraci¨®n de intenciones de Gustavo Ben¨ªtez no result¨® ninguna bravata. El t¨¦cnico del grupo c¨¢ntabro se larg¨® del Camp Nou con el mismo discurso con el que lleg¨®: al Bar?a se le puede combatir jugando en su propio campo. Magallanes tap¨® a Guardiola, Ismael cerr¨® la entrada de Luis Enrique y con dobles parejas en las bandas recortaron el recorrido a Rivaldo y a Figo, pese a que el portugu¨¦s no desisti¨® hasta el ¨²ltimo minuto en su empe?o en llegar al bander¨ªn de c¨®rner.
Tuvo el Racing un gran sentido t¨¢ctico, un juego de posici¨®n muy interesante y estuvo especialmente generoso en su despliegue f¨ªsico. Concebido para jugar al ataque, el Bar?a nunca jug¨® a gusto y sufri¨® en defensa por la facilidad del contrario en atacar s¨®lo cuando dispon¨ªa de superioridad num¨¦rica. No malgastaron los c¨¢ntabros ni un disparo: el primero, de Munitis, lo sac¨® Sergi bajo los palos, y el segundo, de V¨ªctor, fue gol.
Los problemas para el Racing llegaron precisamente despu¨¦s del tanto del ex madridista. Las desgracias se le acumularon: D¨ªaz Vega le expuls¨® a Melberg en una jugada muy opninable con Kluivert que oblig¨® a Ben¨ªtez a reorganizar al equipo; entre Arzeno y Merino marcaron en propia puerta; y el Bar?a se encontr¨® otro partido con un segundo gol a bal¨®n parado. Ni as¨ª se rindieron los c¨¢ntabros.
Jug¨® el Racing una segunda parte tan maja como la primera, y atrap¨® con justicia el empate en una jugada de muy buen ver. Tal era su dominio de la contienda, que la hinchada recuper¨® su capacidad reivindicativa frente a Van Gaal y amenaz¨® con otra despedida tormentosa. Hasta que lleg¨® Figo y, con su empe?o, propici¨® un gol, materializado por Coc¨², que tuvo efectos reparadores. La condici¨®n de l¨ªder aborta cualquier debate.
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