Preocupante JOSE LUIS FERRANDO LADA
El congreso nacional de un partido gobernante no deber¨ªa ser un momento de narcisismo institucional, sino sobre todo una oportunidad para realizar una aut¨¦ntica autocr¨ªtica de las pol¨ªticas que se est¨¢n llevando a cabo en todos los sectores. Pero mucho nos tememos que la vor¨¢gine congresual haya arrastrado el esp¨ªritu cr¨ªtico hasta convertirlo en un ser marginado. La leg¨ªtima euforia no deber¨ªa obnubilar las mentes m¨¢s l¨²cidas y clarividentes, ya que en Espa?a, hoy por hoy, las espadas est¨¢n todav¨ªa en alto y sobre todo hay muchos temas importantes que resolver. Por eso, alejados de la apasionada lucha parlamentaria, en la que resulta dif¨ªcil reconocer los propios errores y examinar las carencias, un congreso deber¨ªa servir para comprobar sin tapujos el grado de cumplimiento de los programas electorales y el nivel real de satisfacci¨®n de los ciudadanos, as¨ª como mirar hacia delante con nuevas ideas y nuevos talantes. No obstante, uno tiene la impresi¨®n que la necesidad de vender medi¨¢ticamente el acontecimiento, las conexiones en directo en el momento oportuno y los continuos focos y flashes, desvirt¨²an o secuestran el debate profundo, si lo ha habido. La preocupaci¨®n no es de fondo, sino de forma. Parece que lo importante es la cirug¨ªa est¨¦tica, no la quir¨²rgica. Todo se ha convertido en un escenario, para lanzar el mensaje oportuno, en el momento que han aconsejado los expertos en marketing electoral. Ese mismo mensaje, repetido hasta la saciedad para que cale en la mente de los ciudadanos y se convierta en la punta de lanza de la nueva imagen. Esta puesta en escena, se acompa?a por el afianzamiento de los liderazgos m¨¢s poderosos, la retirada de los viejos y quemados y la emergencia de los nuevos, que van a simbolizar las nuevas ideas y directrices. Entre los liderazgos, que pre y congresualmente han brillado, est¨¢ el del presidente de la Generalitat Valenciana. Es sin duda uno de los l¨ªderes emergentes del Partido Popular, que innegablemente se encuentra en Valencia de paso hacia Madrid. Su estrella centellea con fulgor. Ha sido su momento de gloria, a la sombra del secretario general, Javier Arenas, pero no debe olvidar que en la capital del Reino la pol¨ªtica es algo muy serio y en el banquillo hay gente muy cualificada, d¨ªgase por ejemplo Gallard¨®n. Por eso, le aconsejamos, se?or Zaplana, no ir tan deprisa. Ahora bien, sin ¨¢nimo de aguarle la fiesta, ya result¨® parad¨®jica su designaci¨®n como ponente de la pol¨ªtica social, sobre todo si se piensa que esta elecci¨®n podr¨ªa haber reca¨ªdo como consecuencia de la mod¨¦lica pol¨ªtica social de su gobierno en la Comunidad Valenciana (CV). En una palabra, si el paradigma de la futura pol¨ªtica social del gobierno del Estado es la que se est¨¢ aplicando aqu¨ª, es cuanto menos preocupante. Por supuesto que no obedeci¨® a esta raz¨®n, ya que sin desmerecer los esfuerzos de la consellera y de algunas personas muy v¨¢lidas de su equipo, las carencias en la pol¨ªtica de la Consejer¨ªa de Bienestar Social son evidentes. Entre otras cosas, la constituci¨®n del Consejo de Bienestar Social, que es algo que ten¨ªa que haberse ejecutado hace bastantes meses, y todav¨ªa no es ni futurible a corto plazo. As¨ª pues, la perplejidad queda eliminada cuando se piensa que hab¨ªa que darle al presidente de la CV una ponencia en funci¨®n de su protagonismo en el Congreso y de su carrera ascendente, gracias a la inteligente presi¨®n del lobby valenciano del PP. El crecimiento econ¨®mico en la CV, y en el resto del pa¨ªs, no est¨¢ conllevando la disminuci¨®n de las desigualdades, al contrario se est¨¢n acentuando. La pobreza es un hecho pol¨ªtico, en cuanto consecuencia de determinadas decisiones pol¨ªticas y legislativas que la originan, la mantienen y la perpet¨²an. Las pol¨ªticas liberales a ultranza traen como consecuencia el profundizar el abismo entre los ricos y los pobres, entre ¨¦stos y los excluidos. Al mismo tiempo que la consolidaci¨®n de la exclusi¨®n de grupos y de situaciones sociales que generan dependencia, pasividad y resignaci¨®n en su situaci¨®n, con el consiguiente crecimiento de los gastos de protecci¨®n sin perspectivas de lograr la autonom¨ªa, la independencia y la libertad real y efectiva de las personas que padecen esas situaciones. Desgraciadamente, lo que hemos visto de los presupuestos de este a?o es que la principal preocupaci¨®n del gobierno de la Generalitat no es la correcci¨®n de la desigualdad y la eliminaci¨®n de la pobreza. Echamos de menos una pol¨ªtica social continua y ordenada, que ponga en marcha planes de "choque" ante determinados problemas graves y urgentes, medidas puntuales para situaciones de colectivos o barrios singulares, pero sobre todo unas medidas a medio y largo plazo que ataquen las causas de la desigualdad, la pobreza y la exclusi¨®n. Mucho nos tememos que la pol¨ªtica social en la CV se est¨¢ programando en clave electoral. Se ignoran los an¨¢lisis del ¨²ltimo informe Foessa, que habla claramente de 950.160 personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, esto supone unas 254.000 familias. Es decir, que en nuestra Comunidad una de cada cuatro personas es pobre, o una de cada cinco familias es pobre. Una amigo, experto en estos temas, me dec¨ªa que si se pusieran en fila todos los pobres de la CV, la cola llegar¨ªa hasta La Coru?a. Profundizando en estas cifras se puede decir que las personas que en nuestra Comunidad est¨¢n en situaci¨®n de pobreza grave (es decir que tienen unos ingresos que se sit¨²an entre 13.000 y 22.000 pesetas por persona y mes) son unas 124.790, unas 23.350 familias. La pobreza extrema (ingresos inferiores a 13.000 pesetas) afecta a unas 78.950 personas, alrededor de 12.140 familias. Estas personas esperan su oportunidad en la Espa?a de las oportunidades. Ellas desean, como muchos ciudadanos de esta tierra, que esa aspiraci¨®n expresada en la ponencia del presidente de la CV de fomentar la reinserci¨®n social con el apoyo a los m¨¢s desfavorecidos, sea el resultado de una convicci¨®n profunda, que se traduzca en pol¨ªticas concretas y dotaciones presupuestarias adecuadas. Y no es lo que estamos viendo.
Jos¨¦ Luis Ferrando Lada es profesor de Filosof¨ªa y Teolog¨ªa.
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