?Sab¨ªa que...
JAVIER MINA En el cuerpo humano -aunque tenga por l¨ªmite la Constituci¨®n- hay grasa para siete jaboncillos, hierro para un clavo mediano, az¨²car para llenar un azucarero no de los mas grandes, sal para un salero ordinario, cal para blanquear una habitaci¨®n peque?a, f¨®sforo para fabricar 2.200 cerillas, magnesio para combatir un estr¨¦s regular, silicio para menos de un chip y albuminoides como para un cesto de huevos, sin contar el pelo. El genoma de los que no teniendo por l¨ªmite la Constituci¨®n ven todav¨ªa m¨¢s lejos que el telescopio Hubble, aparece retratado con un artilugio apellidado Herri Pins. En efecto, sobre un rect¨¢ngulo de cart¨®n y a modo de dotaci¨®n cromos¨®mica se ofrecen, en estancos y tiendas de regalo, varias se?as de identidad con alfiler para prender en la solapa. El interesado podr¨¢ elegir entre las que representan el trabajo, el ocio, el deporte y... algo m¨¢s. As¨ª, junto al hacha del aizkolari, la piedra del harrijasotzaile y el mont¨®n de paja llamado meta del baserritarra, encontrar¨¢ la bota de vino y el cromosoma Y, figurado por un expresivo tiragomas de baja intensidad. En el 2001, Gip¨²zcoa ser¨¢ el territorio m¨¢s viejo de Europa, junto con Alemania. La odisea del espacio -me refiero al que se despilfarrar¨¢ cuando los ancianos vayan abandonando este vetusto solar gipuzcoano- podr¨ªa resultar menos gravosa si se echara mano de un pu?ado de los cerca de 300 millones de esclavos que por entonces habr¨¢ en el mundo. Comprar un ser humano en Sud¨¢n -aunque no tenga sangre ni como para una chincheta- s¨®lo cuesta 40 euros. Claro que, mestizan mucho. Mientras las feministas suecas han iniciado el ocaso de la prostituci¨®n en su pa¨ªs, mediante la aplicaci¨®n de una ley que permite encarcelar a los posibles clientes, las prostitutas keniatas han regalado al mundo-Euskal Herria inclu¨ªda- la esperanza de una vacuna contra el sida al haberse revelado resistentes al virus VIH. Una cosa es segura, a ¨¦stas no se les llena la boca en nombre de la dignidad humana. Un poco m¨¢s al norte de ?frica, en Navarra, el 90% de sus ayuntamientos ha manifestado que no acudir¨¢ a la Asamblea de Municipios que est¨¢ a punto de celebrarse en Pamplona. La representaci¨®n francesa se anuncia tambi¨¦n raqu¨ªtica; pues bien, si el prop¨®sito ¨²ltimo y directo de la asamblea de marras es "vertebrar" la naci¨®n vasca precisamente all¨ª donde le falta vertebraci¨®n -l¨¦ase Iparralde y Nafarroa-, ?no habr¨¢ que considerarla un fracaso? ?Qu¨¦ tipo de consulta tendr¨¢n que inventarse los m¨¢s visionarios para que se decanten por las opciones estellesas quienes no han manifestado ning¨²n deseo de hacerlo ni mediante consulta individual colegiada? Egibar, por ejemplo ya ha tenido su visi¨®n: si San Sebasti¨¢n -Guip¨²zcoa- se puede hermanar con Wiesbaden -Alemania- tendr¨ªa que poder hacerlo con Murillo el Fruto, y no porque all¨ª sean m¨¢s j¨®venes sino porque son navarros, o sea v¨¦rtebras. Aunque los que m¨¢s visiones han tenido son los de siempre, de hacer caso a los ejercicios de columna de Javier Garayalde. Los muy ladinos estar¨ªan viendo enormidades donde no hay sino ayuntamientos de guateque. M¨¢s vale que el propio Garaikoetxea se encarge de advertirle que, por encima de plenos y saraos, la Asamblea de consistorios subrayar¨ªa "la existencia de la realidad nacional de Pueblo Vasco". Item m¨¢s el PNV -la quiere en clave de construcci¨®n nacional- y los municipios de HB cuando dicen tenerla por el primer organismo nacional vasco tendente a "la creaci¨®n de sujetos nacionales para actuar como Pueblo". ?Toma ya! Pero claro, siempre exagerar¨¢ y cometer¨¢ trampa y cart¨®n quien piense distinto. De no ser porque Arnaldo Otegi ha advertido que no hay que meterse con la trayectoria ni "¨¦tica ni est¨¦tica" de Josu Ternera, se hubiera podido proponer su imagen para pin de la transparencia.
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