El rey Hussein est¨¢ cl¨ªnicamente muerto
Los jordanos siguieron con angustia el goteo de noticias que daban la radio y la televisi¨®n
El cuerpo del rey Hussein fue introducido, al pie del avi¨®n, en una ambulancia, con la que se form¨® una comitiva de m¨¢s de 70 veh¨ªculos, que rod¨® hacia el hospital a trav¨¦s de una ciudad vac¨ªa y bajo una lluvia persistente. Era un emotivo contraste con lo ocurrido 16 d¨ªas antes, cuando pas¨® por las mismas calles en medio del clamor popular de un mill¨®n de jordanos, que festejaban tanto su retorno como su supuesta curaci¨®n del c¨¢ncer linf¨¢tico que padec¨ªa desde hace m¨¢s de siete a?os. El cortejo se dirigi¨® al hospital Rey Hussein, el m¨¢s importante de la ciudad, a las afueras de Amm¨¢n, en lo alto de una colina, una verdadera fortaleza de cemento y acero, donde le esperaba una unidad de cuidados intensivos. All¨ª se iba a instalar al monarca, entre aparatos que le permiten hacer el trabajo que su h¨ªgado y sus ri?ones dejaron de realizar el jueves en Rochester (Minesota), al fracasar el transplante de m¨¦dula ¨®sea que le fue realizado el martes. Los accesos al gran hospital quedaron cerrados herm¨¦ticamente: curiosos, periodistas y familiares de los enfermos quedaron fuera. Pero ello no impidi¨® ver las idas y venidas de algunos de los familiares del monarca y las l¨¢grimas de su hermana, la princesa Basma, de 47 a?os. "El rey est¨¢ cl¨ªnicamente muerto. Al parecer no hay ninguna esperanza", volvieron a insistir los portavoces oficiosos y an¨®nimos de la corte, tratando de desmentir as¨ª las versiones oficiales difundidas por la radio y la televisi¨®n jordana, que durante todo el d¨ªa insistieron en que el soberano se encontraba a¨²n con vida. El primer ministro insisti¨® en estas versiones falsamente esperanzadas, al tiempo que criticaba el sensacionalismo de determinada prensa internacional que no buscaba otra cosa que un "t¨ªtulo para sus cr¨®nicas".
Consejo de Familia
A ¨²ltima hora de la tarde, en Amm¨¢n, se reun¨ªa un Consejo de Familia ampliado, donde se trat¨® de discutir en qu¨¦ momento se decid¨ªa desconectar el cuerpo del soberano de los artilugios mec¨¢nicos que le permiten asegurar cl¨ªnicamente que "a¨²n est¨¢ con vida". Una fuente pr¨®xima al palacio real asegur¨® a la agencia Reuters que la familia del monarca se hab¨ªa pronunciado en contra de "desconectarle los sistemas de soporte vital" y a favor de mantenerle con vida "el tiempo que sea posible". Tambi¨¦n se barajaba que el Gobierno podr¨ªa "declarar la incapacidad del rey y trasladar en las pr¨®ximas horas todo el peso de la Administraci¨®n del Estado a su hijo, el heredero y regente Abdal¨¢", seg¨²n aseguraba una fuente autorizada oficial de palacio, que se mostraba indignada e inquieta por la incertidumbre de la agon¨ªa asistida. Estas mismas fuentes afirmaron que el rey entr¨® en la recta final el jueves y que se le daba entonces un plazo de no m¨¢s de 24 o 48 horas de vida, que termina ma?ana. Jordania escuch¨® ayer con desesperanza el goteo de noticias que durante todo el d¨ªa iban dejando caer la televisi¨®n y la radio. La espera qued¨® interrumpida al mediod¨ªa, cuando los almu¨¦danos de las mezquitas llamaron desde lo alto de los minaretes a los fieles a acudir al templo y asistir a la plegaria semanal de los viernes. Entonces, la angustia se convirti¨® en un largo rezo. Algunos hombres lloraban en silencio, otros se golpeaban el pecho como muestra de dolor, por un rey que a esa hora ya todos daban por muerto. El mismo desasosiego empez¨® ayer a invadir las embajadas, especialmente las occidentales, donde se intenta por todos los medios conocer la "fecha oficial de la muerte" para planificar la llegada de gobernantes y jefes de Estado que se han comprometido a acudir al sepelio. La impaciencia de las embajadas se estrell¨® ayer una y otra vez frente a un muro de dolor. "?C¨®mo puede usted preguntarme si el rey est¨¢ muerto? ?l es como mi padre, usted sabe lo que esto representa para m¨ª", contestaba desde el otro lado de la l¨ªnea telef¨®nica el portavoz de palacio habilitado para atender a las canciller¨ªas. La muerte de Hussein ha empezado tambi¨¦n a provocar la incertidumbre en los Gobiernos de la regi¨®n, que se preguntan ya cu¨¢l ser¨¢ el futuro de un proceso de paz, en el que el monarca jug¨® un papel catalizador.
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