Arrupe
JOS? MANUEL ALONSO Ayer se cumplieron nueve a?os de la muerte del padre Arrupe. Sorprende que con el paso del tiempo se silencie m¨¢s la figura del que fuera prep¨®sito general de la Compa?¨ªa de Jes¨²s cuando la orden ten¨ªa unos cuarenta mil jesuitas. Y sorprende sobre todo aqu¨ª, entre nosotros, y no tanto en el extranjero, donde se le ha estudiado y analizado como una de las grandes figuras hist¨®ricas vascas y mundiales, por lo menos de este siglo. Quiz¨¢ la explicaci¨®n de ese silencio est¨¦ en aquellas palabras de Arrupe: "Nosostros somos exclusivamente del partido de la verdad, de la justicia, de la equidad, del amor; sus imperativos son nuestra ley; pero no nos vamos a extra?ar si esa verdad no agrada a todos y quiz¨¢ tenga repercusiones sobre ciertas de nuestras relaciones actuales con los m¨¢s poderosos". Arrupe tuvo unos a?os en los que puso todo patas arriba: "Nos hace falta valent¨ªa para reconocer publicamente que nos hemos equivocado en el uso de nuestras fuerzas (...); que algo ha fallado a lo largo de cuatro siglos". Fue autocr¨ªtico con ¨¦l, con la Compa?¨ªa y con la Iglesia. Consideraba necesaria la ruptura con algunas aptitudes del pasado, "para vincularnos de nuevo con la tradici¨®n humanista". Subray¨® el hecho de que hubiera en marcha "una revoluci¨®n cultural y un nuevo aire conciliar", que llev¨® a la ONU, donde apareci¨® para reclamar los derechos humanos b¨¢sicos de igualdad, dignidad y libertad, as¨ª como una mejor distribuci¨®n de las riquezas, ofreciendo el trabajo y la experiencia de la Compa?¨ªa. No le perdonaron su efervescencia o que planteara los problemas con una claridad y sinceridad inusitadas. En la carta que en 1966 dirigi¨® a los 2.677 provinciales de Latinoam¨¦rica se se?alaban frases como ¨¦sta: "Es gravemente lamentable que hay a¨²n hoy en el interior de la Compa?¨ªa (...) miembros que no han comprendido la urgencia y la importancia prioritaria del problema de la justicia social". Evidentemente, Arrupe fue un descarado, y la verdad no gusta a casi nadie. De ah¨ª, probablemente, el silencio de hoy.
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