927 empresas se han creado en Espa?a por y para homosexuales
La poblaci¨®n de "gays" y lesbianas constituye una nueva diana publicitaria del mercado
La poblaci¨®n gay y lesbiana constituye hoy para los analistas econ¨®micos un "mercado emergente". Son la nueva diana publicitaria de productos y servicios, en atenci¨®n a dos caracter¨ªsticas que les configuran como consumidores asegurados: disponen de un nivel de renta superior a la media general y no tienen cargas familiares, como muestra el primer estudio realizado en Espa?a. En dos a?os ya suman 927 las empresas creadas por y para ellos.
En Espa?a hay cerca de dos millones de personas homosexuales entre los 15 y los 59 a?os, calculan los expertos de Arcoiris Consultores, los autores del estudio Habitat. Y esta poblaci¨®n dispondr¨ªa en su conjunto de unos 5,2 billones de pesetas de renta anual. En algunos tramos de edad, los ingresos suponen hasta un 40% m¨¢s que los de la poblaci¨®n general.Casi un 70% de ellos viven solos o en pareja, sin cargas familiares. Y a juzgar por algunos hallazgos sobre sus h¨¢bitos de consumo, gastan m¨¢s que otros grupos de poblaci¨®n. Si la media de compra de libros cada a?o est¨¢ en dos o tres por persona, el Colectivo de Gays y Lesbianas declara entre siete y ocho; en discos compactos la relaci¨®n es de ocho veces m¨¢s. Casi el 57% tiene ordenador en casa y un 22% con conexi¨®n a Internet, frente al 25,7% y un 7,1%, respectivamente, de la poblaci¨®n general.
Metidos en gastos mayores, el presupuesto medio anual para viajes supera en el grupo estudiado las 150.000 pesetas por persona. Los expertos tambi¨¦n constatan una mayor inversi¨®n en ropa, cuidados personales y entorno dom¨¦stico.
El estudio se hizo entre noviembre de 1997 y abril de 1998, mediante una encuesta insertada en revistas especializadas a la que contestaron 900 personas. Apenas un 10% de los participantes fueron mujeres, por lo que los resultados dibujan m¨¢s un perfil de la homosexualidad masculina, matiza el director de cuentas de Arcoiris Consultores, V¨ªctor Huertas.
En cualquier caso, el perfil resultante invita a la inversi¨®n. "Consumen m¨¢s que los dem¨¢s. No hay duda", dice Huertas. "Muestran mayor disposici¨®n a aceptar las innovaciones, gran exigencia y fidelidad a las marcas".
Hay otro detalle que no ha pasado desapercibido al mercado. Precisamente por esa capacidad vanguardista, en los ¨²ltimos a?os, tendencias identificadas originariamente entre los homosexuales se diseminan r¨¢pidamente al resto de la poblaci¨®n, como hace notar Huertas. "Hace poco solo se te?¨ªa el pelo de rubio un gay y ahora lo hacen muchos j¨®venes. Y, por ejemplo, la llamada m¨²sica chochi, que empez¨® hace tres a?os en bares gays, hoy est¨¢ de moda en las discotecas". Un 38,5% de la poblaci¨®n analizada ejerce una profesi¨®n liberal, "que son las que m¨¢s ayudan a transmitir conceptos de vida", opina.
Un clima de mayor tolerancia y respeto ha permitido en esta d¨¦cada salir progresivamente del armario a los homosexuales, individualmente y como colectivo. En torno a este fen¨®meno han ido naciendo barrios como el de Chueca, en Madrid, o alguna zona de L`Eixample, en Barcelona, donde abiertamente se desarrolla una oferta espec¨ªfica para ellos.
En estos momentos se contabilizan 927 empresas creadas en toda Espa?a por y para poblaci¨®n homosexual. La mayor¨ªa son comercios, seguido de bares, restaurantes y caf¨¦s. De ellas, 256 se concentran en Madrid, 114 en Barcelona y 58 en Valencia.
Aunque se van abriendo caminos, la oferta no llega ni de lejos a los niveles de pa¨ªses como Estados Unidos, donde existe una gu¨ªa p¨²blica de profesionales homosexuales, desde arquitectos a servicio dom¨¦stico, que vende 1.200.000 ejemplares cada seis meses. "Esto es a¨²n impensable en Espa?a", dice un empresario que cre¨® hace un a?o en Barcelona Servi G, la primera compa?¨ªa de servicios para poblaci¨®n gay y lesbiana. Ofrece una cartera de hasta 180 profesionales entre los que el cliente puede encontrar al fontanero, al pintor, al m¨¦dico o al profesor de idiomas que necesita. "Puede pensarse que es un servicio a extinguir cuando las cosas se normalicen y nadie deba ocultar su preferencia sexual. Pero hoy por hoy no es as¨ª. Yo mismo sent¨ª esta necesidad para evitar las incomodidades, las risitas de alguna gente cuando entran en tu casa y ven que convives con un hombre o que tienes la foto de tu novio en el sal¨®n", explica.
En Espa?a, la publicidad generalista empieza t¨ªmidamente a hacer gui?os a la poblaci¨®n homosexual. Los anuncios m¨¢s expl¨ªcitos se reservan por el momento para las revistas especializadas, como el recientemente insertado en Shangay Express de la cerveza San Miguel, que elige a una pareja de chicos como blanco de su invitaci¨®n al consumo.
Se dejar¨¢n seducir como cualquier ciudadano por las bondades de un producto, pero su exigencia de veracidad probablemente ir¨¢ m¨¢s alla. Puede suceder, como fue el caso de una compa?¨ªa a¨¦rea estadounidense, que una oferta dirigida a parejas homosexuales se convierta en un boicot por parte de ¨¦stos tras comprobar que en la propia empresa hab¨ªa discriminaci¨®n sexual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.