"A rebufo"
Pasan los d¨ªas y Maragall sigue pegado a la aspiraci¨®n de la moto de Pujol. Lo que inicialmente pudo ser una habilidad t¨¢ctica va camino de convertirse en una debilidad cr¨®nica. Desde que asumi¨® su destino y acept¨® ser candidato a la presidencia de la Generalitat, Maragall ha hablado poco. La convicci¨®n posmoderna de que la pol¨ªtica es un estorbo para ganar elecciones y que finalmente la indefinici¨®n es lo que tiene premio contagia a las mentes m¨¢s l¨²cidas. Por otra parte, Maragall, que siempre ha tenido esta conciencia de duda m¨¢s propia del intelectual que del pol¨ªtico, necesitaba hacer un proceso de inmersi¨®n en el pa¨ªs para conocerlo y reconocerlo, porque hay sensibilidades que no admiten las experiencias indirectas o de segunda mano y desconf¨ªan de la frialdad de los datos y de los informes de los asesores. Sin embargo, en casi todas las ocasiones en las que ha hablado se ha puesto a rebufo de Pujol. Autodeterminaci¨®n, selecciones deportivas nacionales, pacto fiscal, doblaje del cine al catal¨¢n, cada vez que Pujol ha sacado al escenario algunos de sus temas recurrentes, a Maragall le ha faltado tiempo para decir "yo tambi¨¦n". Maragall ha conseguido de esta forma desactivar algunos debates en el terreno preferido de Pujol. Pero a medida que la situaci¨®n se repite se convierte en peligrosa para sus aspiraciones. Si la distancia de votos que separa a Pujol de Maragall fuera muy corta podr¨ªa tener sentido ir pegado a la rueda del presidente hasta la ¨²ltima curva para lanzar el ataque decisivo en la recta final, pero cuando se lleva una vuelta perdida, ir a rebufo no sirve para nada. Maragall tiene que superar un abismo electoral, y un abismo dif¨ªcilmente se salta sin dibujar una verdadera alternativa que justifique una movilizaci¨®n para el cambio. Los d¨ªas pasan y da la sensaci¨®n de que los par¨¢metros de la campa?a electoral son los de siempre. Que el ¨²nico cambio ha sido de persona. Si los socialistas con Maragall se mueven dentro de las mismas coordenadas que con Obiols o con Nadal, dif¨ªcilmente van a ganar las elecciones. Algunos expertos en cuestiones electorales empiezan a insinuar ya que si el ¨²nico valor a?adido es el plus carism¨¢tico de Maragall, los socialistas, a lo sumo, subir¨¢n dos o tres puntos. Una caracter¨ªstica de determinadas ideolog¨ªas -la nacionalista en este caso- es que consiguen roturar el espacio sobre el que se implantan de tal modo que someten a todos los ciudadanos, los nacionalistas y los que no lo son, a su juicio. Un juicio que acaba siendo legitimado por la pasividad de los responsables pol¨ªticos de otras ideolog¨ªas, que act¨²an respecto del nacionalismo como si estuvieran en falso, como si vivieran en conciencia de pecado. Laicizar definitivamente esta sociedad deber¨ªa ser uno de los objetivos principales de cualquier propuesta de cambio. En definitiva, sigue siendo cierto que si una divisi¨®n pol¨ªtica hay en Catalu?a es entre una concepci¨®n religiosa del pa¨ªs (en la que el nacionalismo toma la forma de una creencia y, por tanto, de una exigencia) y una concepci¨®n laica, en la que no hay ninguna ideolog¨ªa que se sit¨²e por encima del bien y del mal. El PSC ha vivido siempre atrapado en la roturaci¨®n mental del pa¨ªs que ha ido construyendo el nacionalismo y a la que apenas nadie se ha opuesto. En tiempos en que la indiferencia pol¨ªtica crece exponencialmente, un cors¨¦ pol¨ªtico, ideol¨®gico, de estas caracter¨ªsticas, apoyado en una s¨®lida trama clientelar, es muy dif¨ªcil de desmontar. El nacionalismo catal¨¢n hoy es, desde el punto de vista de la fe, menos vigoroso que a?os atr¨¢s. En parte, ¨¦sta es su fuerza electoral porque la ideolog¨ªa ya se ha metamorfoseado en una forma de statu quo. "Despu¨¦s de que Buda muri¨®, se mostr¨® durante muchos siglos todav¨ªa su sombra en una caverna", escrib¨ªa el fil¨®sofo. Correr toda la campa?a a rebufo de Pujol -algunos malintencionados dir¨¢n simplemente tras moto- ser¨ªa confiar en el desgaste de la figura del presidente, despu¨¦s de tanta redundancia cacof¨®nica, como ¨²nico factor de cambio. Cierto que el pa¨ªs es conservador. Y cierto tambi¨¦n que en la pol¨ªtica actual el factor desgaste es muy decisivo porque a fuerza de repetirlo la gente se ha acabado creyendo que todos los gatos son pardos. Por lo cual, s¨®lo hay que cambiar de moto cuando ¨¦sta presente s¨ªntomas preocupantes de aver¨ªa. Para los pol¨ªticos, lo importante es ganar las pr¨®ximas elecciones y lo dem¨¢s es literatura o entretenimiento de intelectuales. Lo grave en el caso del Partit dels Socialistes de Catalunya es que sin literatura tampoco gana. Quiz¨¢ no fuera un disparate, por una vez, tratar de ofrecer al pa¨ªs una alternativa que desbordara los cuatro puntos cardinales del nacionalismo y abriera v¨ªas que permitan llenar esta "patria demasiado vac¨ªa" que con tanto acierto describ¨ªa Antoni Puigverd en estas mismas p¨¢ginas. Por lo menos, que nos regalen un par de ideas claras que apunten en esta direcci¨®n, que es lo m¨¢ximo que parecen admitir las campa?as en estos tiempos de baja pasi¨®n pol¨ªtica.
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