Al Atl¨¦tico le sacan los colores

Treinta minutos primorosos de quien llegaba como colista, los ¨²ltimos de la primera mitad, rompieron al Atl¨¦tico. En ese tiempo, el Salamanca dio un baile a los rojiblancos y la vuelta a un marcador que se hab¨ªa puesto inicialmente en su contra. Marc¨® dos goles -se permiti¨® el lujo de fallar un penalti- y el partido, pese a los intentos posteriores del Atl¨¦tico, ya qued¨® cerrado. Tras un comienzo c¨®modo, que le puso con 0-1 sin demasiados esfuerzos, el Atl¨¦tico vivi¨® probablemente en Salamanca la peor media hora de la temporada. El equipo madrile?o empez¨® a doblarse por Mena, que complet¨® una actuaci¨®n ruinosa. Toda su apariencia, su f¨²tbol populista, qued¨® hecho trizas ante Giovanella y Taira, que le pasaron literalmente por encima. Con este par de futbolistas actuando a su antojo por la zona de creaci¨®n, el engranaje rojiblanco se descompuso en cadena. Se estableci¨® una brecha terrible entre la delantera y las restantes l¨ªneas del equipo, siempre demasiado retrasadas; la presi¨®n dej¨® de realizarse con orden y decisi¨®n, y los achiques se ejecutaron con dudas: el sistema Sacchi se fue al garete.

Una misteriosa maniobra de Ortuondo, incomprendida incluso desde la grada, termin¨® por poner la cita de color Salamanca: el t¨¦cnico retir¨® del campo al ¨²nico punta espec¨ªfico de su alineaci¨®n, Silvani, y dio entrada a Munteanu, que es m¨¢s bien lo que se llama un segundo delantero. La f¨®rmula descentr¨® por completo a la pareja de centrales del Atl¨¦tico, que se encontr¨® sin saber a qui¨¦n fijar y, sobre todo, a qui¨¦n dejar en fuera de juego: los te¨®ricos puntas, Barbar¨¢ y Munteanu se desmarcaban a la contra -hacia el mediocampo no hacia el ¨¢rea-. Giovanella y Taira segu¨ªan con licencia para todo y a su juego se aliaron las llegadas en masa desde atr¨¢s de sus compa?eros, especialmente las de Vellisca y Edu Alonso por las respectivas bandas.

Con el cambio de Silvani por Munteanu, el Salamanca dio un vuelco al partido. Y si no alcanz¨® el descanso con una ventaja de esc¨¢ndalo fue por culpa de Molina, que dibuj¨® media docena de intervenciones sensacionales, y tambi¨¦n por Barbar¨¢, que estuvo especialmente torpe en la resoluci¨®n de las jugadas, un penalti malogrado incluido. Cierto es que luego, el jugador salmantino compens¨® todos sus errores con un pase antol¨®gico en el 2-1.

El descanso le supo a gloria al Atl¨¦tico, que recibi¨® un repaso soberano en el tramo final de la primera parte. En la segunda, Sacchi se quit¨® de encima a Mena, dej¨® tambi¨¦n a Roberto en la caseta y arroj¨® al campo a Juninho y Baraja, un chico del filial que llevaba tiempo reclamando minutos de juego en el primer equipo El Atl¨¦tico mejor¨® en algunos aspectos. Sobre todo, en los ofensivos. Valer¨®n, que hab¨ªa estado desaparecido durante el primer periodo, se asom¨® al partido; Baraja aport¨® ganas, y Juninho, muy separado a¨²n de su mejor versi¨®n, alg¨²n que otro tiro con intenci¨®n. El equipo, al menos, estuvo m¨¢s junto en asuntos de ataque.

En defensa, el Atl¨¦tico, aunque ya no sufri¨® la tunda de antes, lo sigui¨® pasando mal. Giovanella manten¨ªa el mando y Edu Alonso y Vellisca insist¨ªan en entrar por los costados a toda velocidad. El Salamanca, con todo, se dedic¨® m¨¢s a proteger el resultado que a intentar agrandarlo. Y lo acus¨® el partido, que se volvi¨® m¨¢s trabado e impreciso. A base de coraz¨®n, el Atl¨¦tico se fue agenci¨¢ndose ocasiones, pero Stelea tambi¨¦n anduvo de buena noche y el resultado no se movi¨®.

No le vino bien al Atl¨¦tico encontrarse tan pronto con el marcador de cara y por tan poco. El 0-1 le lleg¨® tan f¨¢cil, que dio por blindado el partido antes de tiempo. Pero el Salamanca se levant¨®, regal¨® un fabuloso tramo final del primer tiempo y supo ponerse las cosas de su lado. Cuando los rojiblancos intentaron reaccionar, ya en la segunda parte y con el marcador en contra, result¨® demasiado tarde.