La aventura de enfermar sin papeles en Europa

El primer obst¨¢culo con que la gente de escasos recursos tropieza en Francia a la hora ir al m¨¦dico es la necesidad de adelantar el pago, que en el 70% devuelve posteriormente la Seguridad Social. Hay m¨¦dicos que atienden a los insolventes en cualquier circunstancia y nadie pone reparos en los casos urgentes. Toda persona con 3 meses de residencia en Francia tiene derecho a asistencia m¨¦dica en los hospitales y ambulatorios p¨²blicos, con o sin permiso de residencia. Este sistema da cobertura a 2,5 millones personas pero entra?a un papeleo abundante y muchas veces los hospitales reclaman documentos y datos de los que carecen no pocos pacientes. Los conflictos abundan, ya que los hospitales tratan de asegurarse de que la Administraci¨®n les reembolsar¨¢ el dinero invertido y eso hace que los enfermos indocumentados sean relegados a veces en las listas de espera.

El Gobierno terminar¨¢ con esta situaci¨®n a trav¨¦s de la ley de Cobertura de Enfermedad Universal, a aprobar pr¨®ximamente, y que permitir¨¢ incorporar a la Seguridad Social a unos 6 millones de personas de escasos recursos. Los j¨®venes menores de 25 a?os tendr¨¢n a partir de los 16 una tarjeta de la Seguridad Social y todo el mundo podr¨¢ contar con ayudas complementarias para adquirir las pr¨®tesis dentales y ¨®pticas.

En B¨¦lgica, la ley obliga al Estado a costear los gastos de lo que denomina atenci¨®n m¨¦dica urgente a los inmigrantes ilegales.Los derechos de este tipo de residentes en el pa¨ªs est¨¢n fijados por un decreto de 1996 que regula "la ayuda m¨¦dica urgente otorgada por los centros p¨²blicos de ayuda social a los extranjeros que residen de forma ilegal en el Reino".

Este decreto garantiza la atenci¨®n m¨¦dica gratuita, pero concede a los inmigrantes ilegales en B¨¦lgica menos derechos de los que pueden reclamar tanto las personas indigentes como los candidatos a obtener asilo o refugio pol¨ªtico.

Insularidad

Todos los inmigrantes ilegales, hayan solicitado o no asilo, son atendidos por los hospitales p¨²blicos del Reino Unido. La edad del enfermo tampoco es tenida en cuenta a la hora de admitirles. En ninguno de los casos, ni siquiera cuando precisan operaciones delicadas, les ser¨¢ presentada factura. "La sanidad p¨²blica brit¨¢nica no discrimina a nadie. A veces el extranjero puede venir de la mano de las autoridades locales, que ya se ocupan de ¨¦l. Si espera una respuesta a su petici¨®n de asilo, tambi¨¦n constar¨¢ en los registros policiales. Aunque no fuera as¨ª, le aceptar¨ªan igual, tanto en el caso de que llamase o no a la puerta de urgencias", afirman, sorprendidos por la misma ¨ªndole de la pregunta, portavoces del ministerio de Sanidad.

Sus colegas del ministerio de Interior despejan tambi¨¦n raudos cualquier duda. Dadas las caracter¨ªsticas geogr¨¢ficas del pa¨ªs, es mucho m¨¢s f¨¢cil saber qui¨¦n entra que en la Europa continental. "Aqu¨ª se llega por aire o por el mar. En ambos casos resulta casi imposible escapar al control policial o aduanero. Pero s¨ª, cualquiera puede ver a un m¨¦dico cuando lo necesita".

La ausencia de leyes que as¨ª lo estipulen demuestra, seg¨²n el Ministerio del Interior, la universalidad del principio de atenci¨®n. "A veces hemos tra¨ªdo al Reino Unido a menores de pa¨ªses en guerra o en v¨ªas de desarrollo. Peque?os que hubieran muerto por falta de especialistas que pudieran operarles. Imag¨ªnese que neg¨¢ramos el mismo trato a los que ya est¨¢n aqu¨ª", a?aden.

En Italia, los emigrantes con un permiso de trabajo est¨¢n obligados a inscribirse en el Servicio Sanitario Nacional, donde reciben las mismas prestaciones que el resto de los italianos. El problema se plantea en el caso de los extracomunitarios que viven de forma ilegal en el pa¨ªs, y que constituyen un ej¨¦rcito de no menos de 300.000 personas. En el caso de los ni?os, la atenci¨®n m¨¦dica est¨¢ garantizada desde la adhesi¨®n de Italia a la Convenci¨®n de los Derechos del Muchacho, de 1989.

Tambi¨¦n las mujeres embarazadas y los enfermos contagiosos gozan de esta protecci¨®n sanitaria general por razones obvias. Para el resto de los extranjeros sin papeles, la nueva ley de inmigraci¨®n de marzo del a?o pasado -en la que se reunieron anteriores decretos dispersos, entre ellos uno de 1995- prev¨¦ una atenci¨®n m¨¦dica en casos de urgencia hospitalaria y tambi¨¦n de urgencia ambulatoria.

Esta informaci¨®n ha sido elaborada por Jos¨¦ Luis Barber¨ªa, Walter Oppenheimer, Isabel Ferrer y Lola Gal¨¢n.