La presi¨®n internacional obtiene progresos en la conferencia para la pacificaci¨®n de Kosovo
Las potencias del Grupo de Contacto presionan duramente a las delegaciones serbia y albanokosovar, enclaustradas en Rambouillet, en las afueras de Par¨ªs, para que antes del pr¨®ximo fin de semana suscriban al menos dos tercios de la propuesta pol¨ªtica que otorga una amplia autonom¨ªa a la provincia de Kosovo. Las presiones dieron ayer como resultado el anuncio de que el presidente serbio, Milan Milutinovic, acudir¨¢ hoy a Rambouillet, mientras sus delegados se mostraban por primera vez dispuestos a entablar un di¨¢logo directo con los kosovares.
La presencia de Milutinovic eleva, desde luego, el nivel de representaci¨®n de la delegaci¨®n serbia, pero, sobre todo, debe contribuir a desbloquear una situaci¨®n comprometida ayer por las declaraciones de ambas partes. El ministro yugoslavo de Informaci¨®n, Milan Komnenic, anunci¨®, por su parte, que el viceprimer ministro Vuk Draskovic llegar¨¢ tambi¨¦n hoy a la capital francesa con el prop¨®sito de entrevistarse con el ministro de Exteriores, Hubert V¨¦drine. Tal y como viene reclamando desde d¨ªas atr¨¢s, aunque con mayor insistencia, la delegaci¨®n serbia exigi¨® ayer a los albano-kosovares que estampen su firma en el punto del borrador de acuerdo que establece que la autonom¨ªa prevista para Kosovo respetar¨¢ la integridad territorial de la Rep¨²blica Federal Yugoslava (Serbia y Montenegro). Los serbios exigieron como condici¨®n previa el mantener un contacto directo con los cinco representantes del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK) integrados en la delegaci¨®n albanokosovar, con los que s¨®lo se comunican hasta ahora a trav¨¦s de intermediarios. Desde Belgrado, el jefe de Estado, Slobodan Milosevic, insisti¨® ayer en que cualquier acuerdo implica que "Kosovo debe permanecer integrado en Serbia".
La respuesta a estos requerimientos lleg¨® desde Pristina a trav¨¦s de un comunicado en el que la direcci¨®n del ELK proclamaba que no renunciar¨¢ a la independencia. Pese a las diferencias existentes entre los albanokosovares, particularmente en lo que se refiere a las acciones armadas, su delegaci¨®n mantiene en Rambouillet una aparente sinton¨ªa a la hora de reclamar la declaraci¨®n formal de un alto el fuego y el despliegue inmediato de tropas internacionales en Kosovo.
Los mediadores tratan de solventar las crisis peri¨®dicas con el argumento de que la simple presencia de ambas delegaciones en Rambouillet sirve para dar por sentada la aceptaci¨®n de los principios generales del plan. Tambi¨¦n destacan que se trata de ir avanzando sobre la totalidad del texto, sin detenerse en cuestiones secundarias o en aspectos que s¨®lo deben ser abordados una vez sellado el acuerdo.
Sea como fuere, el cruce de exigencias ilustra que las negociaciones han entrado en un momento caliente por mucho que discurran en un terreno de formalidades m¨¢s o menos correcto, seg¨²n indican fuentes diplom¨¢ticas. Los mediadores que trabajan a pie de obra dentro del castillo de Rambouillet tratan de acelerar el ritmo para que las delegaciones puedan ofrecer un principio de acuerdo pol¨ªtico a la reuni¨®n que el Grupo de Contacto (Alemania, EEUU, Francia, Reino Unido, Italia y Rusia) celebrar¨¢ en Francia el fin de semana.
Los norteamericanos, por su parte, esgrimen directamente sobre Belgrado la amenaza de los bombardeos, al tiempo que advierten al ELK de que, en caso de desacuerdo con el texto propuesto, ver¨¢n cortados sus suministros de armas y de fondos. El estilo norteamericano es rechazado por la diplomacia francesa, que juzga este tipo de anuncios prematuros e incluso contraproducentes para el curso de las negociaciones de Rambouillet.
Los serbios contin¨²an rechazando tajantemente la presencia en su territorio de fuerzas internacionales que, de acuerdo con los planes del Grupo de Contacto, deben encargarse de salvaguardar el eventual proceso auton¨®mico de Kosovo.
El contingente de fuerzas destinadas a velar por la autonom¨ªa kosovar, entre 25.000 y 30.000 soldados, tiene ya asignado un nombre, la Kfor (Fuerza de Kosovo). Los estrategas de la OTAN tienen ya ultimado al detalle el plan de despliegue y los objetivos que cubrir.
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