Escritor

El escritor chileno Edwards, en un art¨ªculo que concluye en tono amenazante (EL PA?S, 4 de febrero de 1999), enjuicia, entre otros, al juez Garz¨®n. Dice que nunca en su vida ha visto "a un juez tan apasionado, tan lleno de sa?a, tan perseguidor de su presa". "Me da la impresi¨®n", dice, "de que a Pinochet, antes de haber comenzado el proceso, ya lo tiene archicondenado y rematado". Apasionado y equivocado, el escritor. No, Garz¨®n nunca condenar¨¢ a Pinochet. En un sistema judicial democr¨¢tico como el espa?ol, Garz¨®n cumple funciones de juez de instrucci¨®n: le corresponde investigar las fechor¨ªas de Pinochet. Si la investigaci¨®n re¨²ne antecedentes suficientes y las v¨ªctimas o el ministerio fiscal acusan, puede abrirse un juicio en contra del dictador, y ser¨¢n jueces que ninguna intervenci¨®n hayan tenido en las investigaciones de Garz¨®n los que deber¨¢n juzgarlo.La sa?a es suya, escritor; el juez Garz¨®n s¨®lo cumple una funci¨®n legal que activ¨® la denuncia de hechos extremadamente reales ocurridos en Chile, que no podr¨¢n ser diluidos en ninguna leyenda negra, como esa que cuenta usted en su art¨ªculo y dice que se inici¨® con la difusi¨®n de la fotograf¨ªa de un general de gafas oscuras.-