Bajo la fosa s¨¦ptica de una cafeter¨ªa

La tumba permanec¨ªa escondida a la entrada del valle, en parte debajo de la carretera por la que circulan a diario los autocares de turistas. Result¨® que la puerta se encontraba bajo una capa de escombros extra¨ªdos, parad¨®jicamente, para desenterrar la vecina tumba de Tutankam¨®n. Entre los primeros restos, aparecieron viejas copas de champa?a, seguramente de Carnarvon. En su libro, Weeks, que posee un fino sentido del humor, explica c¨®mo su excavaci¨®n no pod¨ªa permanecer ajena a la ya m¨ªtica de Carter. Introducidos en la tumba, el patrocinador de Weeks pregunta, parafraseando a Carnarvon: "?Puede ver algo?". A lo que Weeks, en vez de contestar con la celeb¨¦rrima frase de Carter, "?S¨ª, cosas maravillosas!", responde: "S¨ª, mierda". Y es que la fosa s¨¦ptica de la cafeter¨ªa para turistas cercana se hab¨ªa filtrado en KV 5. Bromas aparte, el inter¨¦s de la tumba qued¨® claro enseguida cuando aparecieron jerogl¨ªficos con el cartucho de Rams¨¦s II.El estado de KV 5 es muy diferente del que arrojaba la peque?a tumba de Tutankam¨®n: en KV 5, las inundaciones sufridas en tres milenios han arrastrado toneladas de piedra y escombros, y con ellos, gran parte de la decoraci¨®n y de los tesoros que el recinto guardaba. Millares de trocitos de cer¨¢mica, fragmentos de sarc¨®fagos de piedra y madera, de vasos can¨®picos de alabastro, de pintura mural, yacen mezclados con roca y tierra. Recuperar la informaci¨®n de la tumba es un proceso minucioso, como armar un rompecabezas, algo mucho m¨¢s sacrificado que la r¨¢pida recompensa que produjo el preservado sepulcro de Tutankam¨®n.