Encapuchados queman una sede del PSE y atacan la tienda de un edil del PP

Cuatro municipios vascos sufrieron ayer los sabotajes callejeros. Durante la noche y la madrugada, los ataques se produjeron en Santurtzi y Leoia, en Vizcaya, y en Andoain, en Guip¨²zcoa, y ayer tarde los c¨®cteles m¨®lotov llegaron a Bilbao. Primero le toc¨® a la tienda de un concejal del PP de Erandio, situada en la localidad vizca¨ªna de Santurtzi: fue atacada con mazos y, despu¨¦s, con dos c¨®cteles m¨®lotov. El entorno de ETA se dirigi¨® despu¨¦s contra la sede del Partido Socialista de Euskadi (PSOE) en Leioa (Vizcaya): qued¨® arrasada por el fuego. Durante la madrugada continuaron con el Juzgado de Paz de Andoain (Guip¨²zcoa). Y a las siete de la tarde, justo cuando por el centro de Bilbao discurr¨ªa el desfile de carnaval, un grupo de m¨¢s de veinte encapuchados enfil¨® un carrito de supermercado que conten¨ªa los artefactos incendiarios y lanz¨® m¨¢s de 40 contra la subdelegaci¨®n del Gobierno en Bilbao. La veintena de saboteadores huy¨® inmediatamente confundi¨¦ndose con la multitud que participaba en el desfile de carnaval.

El ataque a la sede socialista de Leioa ha sido el primero de consideraci¨®n contra una casa del pueblo desde que los violentos lanzaron sus c¨®cteles contra la sede del PSE en Orio (Guip¨²zcoa), el 25 de noviembre pasado, y quemaron la situada en el barrio donostiarra de Alza, en la campa?a de las ¨²ltimas auton¨®micas. En la madrugada de ayer, un grupo de unas ocho personas, seg¨²n testigos presenciales, rompi¨® las lunas de la parte trasera de la sede socialista y arroj¨® a su interior varios c¨®cteles m¨®lotov. El fuego arras¨® el local, que hab¨ªa sido reinaugurado hace siete meses, y el humo afect¨® a los primeros pisos del edificio, que tuvieron que ser desalojados por la Ertzaintza. "He estado con mi familia m¨¢s de dos horas en la calle. Lo que no entiendo es c¨®mo los bomberos han tardado en venir casi media hora estando a cinco minutos", dijo un vecino.

Varios dirigentes socialistas acudieron a la sede para denunciar con su presencia el sabotaje. Una de las militantes del PSE que trabaja en la sede incendiada asegur¨® que la fortuna impidi¨® una "tragedia mayor, porque no hab¨ªa bombonas de butano junto a la estufa". Estaban en la bodega. El fuego afect¨® tambi¨¦n a una furgoneta y a un coche. Junto a los rescoldos y los cristales rotos, el l¨ªder del PSE-EE, Nicol¨¢s Redondo Terreros, pidi¨® a Arzalluz (PNV) y Garaikoetxea (EA) que rompan la alianza con HB mientras esta formaci¨®n no condene la violencia. Redondo calific¨® de "ambiente fascista" el clima propiciado por este tipo de terrorismo y recrimin¨® a los pol¨ªticos por estar inmersos "en una especie de guerracivilismo pol¨ªtico incruento".

La obsesi¨®n de los alborotadores por el edil del PP en Erandio, Victorio Fern¨¢ndez Aguado, no ha decrecido desde que el concejal se ofreci¨® a ETA para ser el "siguiente en la lista" tras el asesinato de Miguel ?ngel Blanco. Ha recibido numerosas amenazas y ataques. Ayer, poco antes de medianoche, dos encapuchados la emprendieron a mazazos con el escaparate de la tienda de muebles de cocina que tiene en Santurtzi. No pudieron romper la luna, y las dos bombas incendiarias s¨®lo causaron da?os en la parte exterior. Despu¨¦s, los dos atacantes quebraron la luna frontal del veh¨ªculo del edil. El pasado 30 de noviembre, Fern¨¢ndez sufri¨® otro asalto. Dos j¨®venes lanzaron objetos met¨¢licos contra el escaparate de la tienda, y Fern¨¢ndez sali¨® y realiz¨® dos disparos con un arma de fogueo. Tras seguir a uno de sus agresores, lo atrap¨® y entreg¨® a la Ertzaintza.

El presidente del Partido Popular vasco, Carlos Iturgaiz, acus¨® al PNV de tener cierta "responsabilidad" en estos hechos por "insuflar ox¨ªgeno" a EH. Y al lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, le dijo que "no puede mirar hacia otro lado" y seguir negociando con EH un pacto de legislatura mientras se reproducen las agresiones. Los nacionalistas intentan desde hace semanas, sin ¨¦xito, consensuar con EH un pronunciamiento parlamentario en contra de la violencia callejera.