"Saltaban encima de mi comida"

Sin la gravedad de los casos de esclavitud y abusos sexuales, que entra?an delitos penales, son decenas las acusaciones menores por salarios miserables o el impago de la seguridad social. El primero es el caso de la filipina Elvie Omaging, de 31 a?os, empleada de Udo Janz, un alto funcionario de ACNUR, la oficina de los refugiados de la ONU. Le reclama casi 9 millones de pesetas despu¨¦s de trabajar cinco a?os en casa de este n¨²mero dos del Centro de Documentaci¨®n de ACNUR por la mitad de un sueldo habitual. "Ten¨ªa que traer mi comida de fuera", cuenta. "A veces los ni?os me pegaban o me insultaban. Saltaban encima de mi comida, la madre les o¨ªa y ven¨ªa, yo cre¨ªa que les iba a re?ir, pero les abrazaba y ni siquiera recog¨ªa mis cosas tiradas. Dec¨ªa que viv¨ªa mejor que en Arabia Saud¨ª". La seguridad social de ocho a?os y las vacaciones de 1998 es lo que reclama la peruana Amanda Tejada, de 44 a?os, a la misi¨®n espa?ola ante la ONU. ?ste es uno de los cinco casos que ata?en a Espa?a, todos de este tipo, y que el presidente del SSF est¨¢ negociando sin llegar a los tribunales. "Hay una buena disposici¨®n", dice. Hoy, Tejada est¨¢ feliz en un restaurante chino de Ginebra donde, adem¨¢s de sueldo, le pagan seguridad social. Por fin, cotiza.