Estados Unidos fuerza a serbios y kosovares a dialogar cara a cara

La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, oblig¨® ayer a serbios y albanokosovares a sentarse en la misma mesa negociadora. Logr¨® as¨ª el primer avance en la negociaci¨®n sobre el conflicto en la provincia yugoslava de Kosovo iniciada hace una semana en Rambouillet, cerca de Par¨ªs. Albright afirm¨® que "el trabajo m¨¢s duro queda a¨²n por hacer". El Grupo de Contacto ha dado una semana m¨¢s de plazo a serbios y albanokosovares para lograr un acuerdo que evite una intervenci¨®n militar de la OTAN.

Madeleine Albright, cuyo protagonismo en la jornada de ayer ha suscitado algunos recelos, no dud¨® en recurrir a la amenaza contra las dos partes. A Belgrado le dej¨® claro que habr¨ªa bombardeos si no firmaban un acuerdo "que les permite mantener a Kosovo [la provincia yugoslava de mayor¨ªa albanesa] dentro de sus fronteras". Y a los albanokosovares les advirti¨® de que quedar¨ªan abandonados a su suerte si no aceptaban dicho acuerdo. Todo apunta a que los serbios han recibido garant¨ªas de que la autonom¨ªa que se concede a Kosovo mantiene a este territorio dentro de las fronteras de la Federaci¨®n de Yugoslavia. Tras la ronda negociadora de Rambouillet le toc¨® el turno en Par¨ªs a los ministros de Exteriores del Grupo de Contacto (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) que concedieron una semana m¨¢s de tiempo a las dos partes para que se pongan de acuerdo y acaben con la guerra de Kosovo. "No habr¨¢ m¨¢s plazos, no servir¨ªan para nada", precis¨® el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Hubert V¨¦drine. La parte m¨¢s dura para el acuerdo entre serbios y albanokosovares es, como record¨® la secretaria de Estado norteamericana, el llamado anexo militar. Es decir, el problema del desarme de los bandos en guerra y el despliegue de las fuerzas internacionales encargadas de salvaguardar los acuerdos.