EL FUTURO DEL MARCO FINANCIERO Las fusiones de las cajas de ahorro JUAN M. BASTERRETXEA
Plantea el autor los principios que, en opini¨®n de IU, deber¨ªa respetar la fusi¨®n de las cajas de ahorro vascas.El impacto competitivo del euro va a acenturar un problema que viene de largo, el de fusiones de las cajas de ahorro, como medida para adecuar sus dimensiones al nuevo mercado financiero que se prev¨¦ fuertemente competitivo. Los crecimientos menores de la econom¨ªa que se avecinan, con unos tipos de inter¨¦s a la baja y unas tasas de inflaci¨®n reducidas, est¨¢n planteando problemas de adaptaci¨®n a unas entidades financieras, como las cajas, que han estado acostumbradas a trabajar en unas condiciones totalmente distintas debido, fundamentalmente, a que manten¨ªan una s¨®lida posici¨®n acreedora en el mercado monetario. Al globalizarse el mercado financiero, para poder competir, la dimensi¨®n es algo fundamental y por todo ello en las cajas de ahorro de nuestra comunidad aut¨®noma algo se ha empezado a mover. En primer lugar, se ha de tener en cuenta que nuestras tres entidades de ahorro, ya en el a?o 1997 captaban m¨¢s del 55% del total de los dep¨®sitos realizados en todas las entidades financieras que operaban en la CAPV, as¨ª como el 36% del mercado creditivo. Estos vol¨²menes hoy en d¨ªa s¨®lo se pueden mantener con la creaci¨®n de una caja de ahorro fuerte, m¨¢xime cuando la pol¨ªtica de captaci¨®n de los bancos se est¨¢ orientando hacia el segmento de clientes que ha sido exclusivo de las cajas, las clases medias, que han experiemntado en los ¨²ltimos a?os un fuerte crecimiento econ¨®mico y que hasta hace pocos a?os no eran objetivo de los bancos. Por lo que se refiere a nuestro pa¨ªs, el PNV, bajo el supuesto (muy discutible) de que el Estatuto de Gernika permite tener un banco vasco que ejerza funciones de tutela sobre todas las entidades financieras de la CAPV, ya en su d¨ªa intent¨® llegar a un acuerdo con el Gobierno de Madrid para que se autorizase constituir una entidad similar al Instituto de Cr¨¦dito Oficial, pero con capacidad para decidir que una parte de los dep¨®sitos obligatorios de todas las entidades financieras vascas fuera colocado en este banco, e incluso que se aceptara que una parte del coeficiente de caja que las entidade financieras vascas tienen en el Banco de Espa?a, sin remuneaci¨®n, fuese contabilizado en el pasivo de este banco p¨²blico vasco, pero ambas f¨®rmulas fueron rechazadas por el Gobierno central. En vista de ello, se inici¨® un cambio de estrategia y actualmente lo que se trata es de que el Gobierno aut¨®nomo tenga un instrumento de estrategia financiero propio, con el objeto de fijar una pol¨ªtica monetaria propia y diferenciada de la del Banco de Espa?a. Con la fusi¨®n de las tres cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital) se crear¨ªa una entidad financiera p¨²blica al frente de la cual, seg¨²n rumores, se podr¨ªa situar al ex lehendakari Ardanza, con el alto grado de politizaci¨®n que eso supondr¨ªa. En el pacto de gobierno firmado por el PNV y EA -ante¨²ltimo p¨¢rrafo del apartado de pol¨ªtica presupuestaria, que por cierto es un calco del programa para las elecciones auton¨®micas- se plantea textualmente el logro de acuerdos entre las tres cajas de ahorro vascas para conseguir la creaci¨®n de una Caja de Ahorros de Euskadi, como fruto de las exigencias del proceso de integraci¨®n europea y necesidad de especializaci¨®n y competencia cada vez m¨¢s exigente. No se especifica nada m¨¢s, pero me temo que el proyecto es mucho m¨¢s ambicioso y que detr¨¢s de esta declaraci¨®n se esconde la vieja idea del Banco P¨²lico Vasco, con mayores implicaciones en la econom¨ªa real del pa¨ªs y olvid¨¢ndose de la funci¨®n primordial que hasta hoy en d¨ªa ejercitan las cajas de funci¨®n social. Pero ya lo dijo un alto cargo del PNV: "Los tiempos han cambiado, ya no se necesita obra social". Desde Ezker Batua apoyamos la fusi¨®n de las cajas, pero creemos que se deben cumplir unos objetivos muy diferentes a los mencionados en p¨¢rrafos anteriores. Para nuestra organizaci¨®n una fusi¨®n de las cajas debe perseguir los siguientes objetivos: mantener el car¨¢cter p¨²blico de las mismas, pues aunque su privatizaci¨®n es muy dif¨ªcil, sobre todo por la falta de un capital social, es muy posible que se intente privarizarlas como ya ha ocurrido en Gran Breta?a e Italia, pa¨ªses en los que han desaparecido. Que siga existiendo la implicaci¨®n social, con el destino del 50% del excedente neto (beneficio) sea tanto en obra social, como en apoyo a las pymes, empresas que son las creadoras de puestos de trabajo. Democratizaci¨®n de los ¨®rganos directivos, tanto de la Asamblea como del Consejo, por lo que ser¨ªa necesaria una reforma de la actual Ley de Cajas, que cuente con una mayor representaci¨®n del colectivo de trabajadores, de las entidades sociales, de los sindicatos, etc¨¦tera. Se debe dar una mayor divisi¨®n de competencia entre la direcci¨®n ejecutiva y el Consejo de Administraci¨®n, para una mejor gesti¨®n. Participaci¨®n del Parlamenteo Vasco, de forma proporcional a su composici¨®n; existe un precedente en la reciente Ley de Cajas de Ahorro valenciana, que otorga al Parlamento el 28% de los miembros que componen al Consejo de las cajas, pero para ello deber¨ªa de darse una disminuci¨®n de la presencia de los miembros de las Diputaciones. Y, como ¨²ltimo punto, es necesario que el control sea tambi¨¦n realizado por las fundaciones y entidades que las crearon para poder mantener el car¨¢cter no lucrativo que las ha definido desde sus or¨ªgenes y que ha ido perdiendo a lo largo de los ¨²ltimos a?os. Creemos que el control deber¨ªa devolverse a la sociedad civil. En muchos de los pa¨ªses de nuestro entorno, es cada vez mayor la parte del Producto Interior Bruto que es admnistrado por organizaciones sin ¨¢nimo de lucro, ya sean fundaciones con fines sociales o culturales, en las que aunque hayan desaparecido los fundadores, tengan esas organizaciones que pasar a ser administrados por los poderes p¨²blicos. En lo que respecta a las cajas, se ha de tener en cuenta que puede darse una manipulaci¨®n por parte de los poderes p¨²blicos, en el supuesto de que ellos tengan el m¨¢ximo poder en los ¨®rganos de decisi¨®n de estas entidades, pues las cajas disponen de unos enormes recursos financieros que podr¨ªan ser dirigidos a sus intereses partidistas y no en beneficio de la sociedad en general. Quiz¨¢s la soluci¨®n a la situaci¨®n actual por la que atraviesan las cajas sea la aplicaci¨®n de los puntos que anteriormente se han mencionado.
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