Carnaval: todo un espect¨¢culo Un profesor onubense analiza la riqueza musical de la fiesta de febrero
La historia y la m¨²sica de los Carnavales de C¨¢diz y Huelva han caminado juntos desde las postrimer¨ªas del siglo XIX hasta nuestros d¨ªas. Esta manifestaci¨®n festiva, que se celebra cada a?o a las puertas de la Cuaresma, ha padecido, hasta pertenecer al pueblo, el monopolio de la burgues¨ªa que quiso hacerla suya, con sus bailes de sal¨®n y tertulias de alto copete, seg¨²n explica en su tesis Francisco Jos¨¦ Garc¨ªa Gallardo, coordinador del ¨¢rea de M¨²sica de la Universidad onubense. Este profesor, de 35 a?os y natural de Huelva, pretende demostrar en su investigaci¨®n la riqueza y variedad musical del Carnaval desde que comenzaron a celebrarse los concursos de agrupaciones en ambas provincias, a finales del siglo pasado, hasta nuestros d¨ªas sin dejar a un lado los rasgos hist¨®ricos de esta fiesta tradicional. Letra y ritmo "La m¨²sica de estos carnavales ha sido y es riqu¨ªsima en letra y ritmo. El contenido ha variado notablemente pero se ha conservado su estructura". Para Garc¨ªa Gallardo, este espect¨¢culo de disfraces "no s¨®lo es imagen porque detr¨¢s de ¨¦sta se encuentra una melod¨ªa, una coreograf¨ªa y un decorado de alta calidad, lo que no quiere decir que no existan montajes malos, que los hay". A lo largo de los a?os, explica el profesor, "se ha mantenido la denominaci¨®n del repertorio carnavalero: pasodobles y cupl¨¦s, entre otros, pero lo verdaderamente importante es analizar c¨®mo una agrupaci¨®n aprende ese contenido musical que se somete, con el paso del tiempo, a todas las connotaciones de la cultura local, regional y nacional". La adaptaci¨®n de los movimientos musicales al Carnaval gaditano y onubense, a?ade Garc¨ªa Gallardo, "se ha dejado sentir en todas las ¨¦pocas". "El influjo de la zarzuela o los cupl¨¦s era patente a finales de siglo y, en la actualidad, se rescatan algunos palos del flamenco". Ahora, "el compositor y el int¨¦rprete de la m¨²sica carnavalera est¨¢n abiertos a todas las influencias gracias a la difusi¨®n de tendencias a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n". Por otra parte, la aceptaci¨®n pol¨ªtica y social de esta fiesta popular en Huelva y C¨¢diz ha sido diferente: "Antes del decreto de prohibici¨®n de 1937 la prensa criticaba de forma virulenta el carnaval onubense de calle, que entonces tambi¨¦n exist¨ªa. Las p¨¢ginas de los diarios arremet¨ªan contra los disfraces del pueblo porque estaban considerados de mal gusto. Por el contrario, se alababan los bailes que se celebraban en los c¨ªrculos privados, en la Casa Col¨®n [ahora reformada para exposiciones y congresos], a los que asist¨ªan las autoridades pol¨ªticas y militares, y los m¨¢ximos responsables de las colonias inglesa y alemana". El Carnaval gaditano, municipalizado en 1861, siendo alcalde Juan Valverde, "padeci¨® el control del Ayuntamiento que prohibi¨® determinados disfraces y letras", asegura el responsable de la tesis. Pero la m¨²sica de Carnaval "ha recogido siempre el sentir del pueblo, que ha ensalzado y ridiculizado los temas de vanguardia: desde la invenci¨®n de la bicicleta o el ferrocarril hasta los temas de mayor calado pol¨ªtico y social". No obstante, a?ade, "las letras de ahora no son tan cr¨ªticas porque se busca m¨¢s el espect¨¢culo, que ese mundo al rev¨¦s del que tanto se ha escrito en el Carnaval". La fiesta popular se deja sentir con todo su esplendor en C¨¢diz y, de forma similar, en las localidades onubenses de Isla Cristina y Ayamonte, "donde la gente, el ciudadano de a pie, participa activamente en la calle porque todos, desde los m¨¢s peque?os hasta los m¨¢s mayores, se disfrazan porque se sienten protagonistas". La ciudad de Huelva centra el desarrollo de la fiesta en el espect¨¢culo "y se deja ver menos en la calle". Localidades agotadas El Carnaval, a juicio de Francisco Jos¨¦ Garc¨ªa Gallardo, "nunca desaparecer¨¢ como concurso de agrupaciones y esto queda demostrado en ambas provincias donde se agotan las localidades en los teatros. El Carnaval, con estas condiciones, jam¨¢s se perder¨¢ ya que es un espect¨¢culo de esta sociedad posmoderna y neoliberal". Adem¨¢s, a?ade, "cada a?o mejora notablemente la calidad musical de esta fiesta en las dos provincias andaluzas".
Doble premio [HH] Los ilegales [HH] Golpe de humor [HH] Libre expresi¨®n
Fernando Casas. 26 a?os, estudiante de Filolog¨ªa Hisp¨¢nica en C¨¢diz. Cuarteto Pe?a Los Pejigueras. Imita perfectamente el sonido de una batidora, pero este chico tiene m¨¢s chiste. Su gran sentido del humor le ha permitido por segundo a?o consecutivo alzarse con el primer premio de cuartetos. Su experiencia rompe el refranero: "Lo dif¨ªcil es llegar y no mantenerse". 36 a?os. Profesor de Contabilidad de Econ¨®micas. C¨¢diz. Integrante de la chirigota ilegal Las limpiadoras del Titanic. "Algunos alumnos me piden por las calles que les apruebe", comenta consciente de que en Carnaval vale de todo. Desde hace siete a?os, junto a cinco profesores de Empresariales -incluido el decano- se disfrazan de lo que se tercie, y van en busca del divertimento. Decano de Ciencias de la Educaci¨®n en C¨¢diz. Miembro del jurado del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval. "Me ha sido dif¨ªcil reprimir la risa ante los golpes de humor por dar una sensaci¨®n de igualdad. Ha sido una experiencia enriquecedora y agotadora", confiesa. Jurado ha participado en coros y chirigotas. "Es una singularidad m¨¢s de C¨¢diz", afirma. 31 a?os. Profesor de Filosof¨ªa en la Universidad de C¨¢diz. Letrista de la chirigota Los Yesterday. Primer premio. "Me cuesta m¨¢s escribir letras que preparar las clases", bromea el flamante vencedor este a?o con una chirigota alabada por el p¨²blico, la prensa y el jurado. "El Carnaval es un veh¨ªculo de cultura y enarbola la bandera m¨¢s pr¨®xima de la libertad de expresi¨®n".
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