70 congresistas de EE UU se movilizan contra la investigaci¨®n de embriones

Setenta congresistas de Estados Unidos han firmado un escrito en el que piden al gobierno que vuelva a prohibir el uso de fondos p¨²blicos para la financiaci¨®n de investigaciones en las que se empleen c¨¦lulas extra¨ªdas de embriones humanos.Hace s¨®lo unas pocas semanas, el director del Instituto Nacional de la Salud (INS), Harold Varmus, anunci¨® que los abogados de su departamento hab¨ªan llegado a la conclusi¨®n de que el gobierno pod¨ªa destinar fondos p¨²blicos a este tipo de investigaciones siempre y cuando los proyectos subvencionados se encarguen s¨®lo del an¨¢lisis de c¨¦lulas que sean proporcionadas por otros laboratorios.

Las c¨¦lulas se extraen de embriones humanos en su fase m¨¢s temprana. Potencialmente pueden llegar a convertirse en cualquier tipo de c¨¦lula del cuerpo. El objetivo es emplear estas c¨¦lulas en el cultivo de piel artificial y quiz¨¢ m¨¢s adelante en la creaci¨®n de ¨®rganos para trasplantes o para el estudio de t¨¦cnicas y medicamentos.

Las leyes americanas proh¨ªben claramente el empleo de fondos p¨²blicos en cualquier investigaci¨®n que "da?e o manipule" embriones humanos. El Instituto Nacional de Salud de EE UU entendi¨® que los estudios de las c¨¦lulas extra¨ªdas de embriones humanos con fines m¨¦dicos se sal¨ªan de esa prohibici¨®n gen¨¦rica.

Ahora, los responsables de Sanidad de EE UU acaban de recibir una carta firmada por 70 congresistas (en su mayor¨ªa republicanos) en la que conminan al gobierno a frenar el empleo de fondos p¨²blicos en cualquier tipo de investigaci¨®n que implique el estudio de c¨¦lulas de embriones humanos, incluso aunque no da?e ni manipule, como marca la ley. "La financiaci¨®n de este tipo de investigaciones", dice la carta, "violar¨ªa la letra y el esp¨ªritu de la ley".

Grupos radicales

Varios expertos citados por el INS aseguran que es imposible que las c¨¦lulas embrionarias pudieran llegar a convertirse en un ser humano, y por ello no merecen el calificativo de embriones.

Los grupos conservadores m¨¢s radicales (incluyendo las asociaciones antiabortistas y la Conferencia Nacional de Obispos Cat¨®licos) creen que el estudio de c¨¦lulas embrionarias es moralmente inaceptable, sobre todo por la forma en que se consiguen: a partir de fetos procedentes de abortos o, sobre todo, de embriones "sin due?o" creados en las cl¨ªnicas de fertilizaci¨®n artificial.