El hilo de la "coca"
Las venganzas en el mundo de la delincuencia para pagar deudas son habituales. En algunos casos, las pel¨ªculas de acci¨®n del cine norteamericano y las novelas que sobre estos bajos fondos se han escrito relatan situaciones y escenas que no eran muy usuales entre los delincuentes de estas latitudes. Aunque excepcionalmente, tambi¨¦n se empiezan a dar por aqu¨ª en la vida real. La detenci¨®n de Francisco V. O., de 43 a?os, due?o de dos pubs en Barcelona y acusado de ser el inductor del asesinato de un traficante de coca¨ªna de Calafell, empieza a dar luz sobre las connivencias e intereses comunes entre una banda de atracadores y otra de narcotraficantes con un hilo conductor entre los dos grupos: la coca¨ªna. La hombres de la Brigada de Atracos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa (CNP) estaban pisando los talones a Francisco V. porque ten¨ªan indicios claros de que hab¨ªa tenido negocios con Sergio Camacho, un atracador de 23 a?os hijo de una familia acomodada, y con Ernesto Revelles, de 32 a?os. Camacho y Revelles murieron en un tiroteo con los hombres del Grupo de Atracos el pasado septiembre en Castellbisbal. Paralelamente, otro grupo policial, el de Estupefacientes, estaba sobre la pista de unos narcotraficantes liderados por Ambrosio N. , de 46 a?os. Las pesquisas de los de Estupas les acabaron llevando tambi¨¦n a Francisco V. Comunicaron su descubrimiento a sus colegas de Atracos y ambos grupos decidieron actuar conjuntamente. El dispositivo policial dio sus frutos el martes de madrugada cuando Ambrosio N. y otras cinco personas -tres de su grupo y dos del de Francisco V.- estaban en un bar de Nou Barris y salieron a la calle para hacer entrega de la mercanc¨ªa. Los polic¨ªas les dieron el alto y los narcotraficantes emprendieron veloz huida en dos coches. La persecuci¨®n se prolong¨® m¨¢s de media hora y durante la misma los narcos iban tirando por las ventanillas todo aquello que les compromet¨ªa. Arrojaron bolsas de coca¨ªna y hach¨ªs y un rev¨®lver Magnum 357 Virginia Dragoon, fabricado en 1974. Un rev¨®lver de seis balas, r¨¦plica aut¨¦ntica de aquellos con los que la marca Colt arm¨® al Oeste americano. Los detenidos, a quienes se les incaut¨® un kilogramo de coca y 5,5 kilos de hach¨ªs, debieron cantar, porque el mi¨¦rcoles la polic¨ªa le ech¨® el guante a Francisco V., un hombre que, seg¨²n los investigadores, maneja los hilos de una trama de distribuci¨®n de droga desde la sombra, que supuestamente encarga a otros el trabajo sucio y que ¨¦l s¨®lo aparece en el momento de recoger las ganancias. Francisco V. es due?o de el pub Fleming, situado en la calle de Enric Granados, y de otro pub de la calle Viladomat. La polic¨ªa le acusa de ser el inductor de la muerte de Jorge de las Heras, el traficante de Calafell asesinado por una deuda de droga el pasado mes de agosto presuntamente por Camacho y Revelles. La polic¨ªa investiga tambi¨¦n la conexi¨®n de Francisco V. con Dino Marcelo Miller, un delincuente de 29 a?os acusado de la muerte de un camarero del pub Fleming y principal sospechoso de ser el autor del tiro que dej¨® tetrapl¨¦jico al ex polic¨ªa Jos¨¦ Gilart, otro personaje de los bajos fondos de Barcelona. Dino Marcelo Miller es el presunto autor del disparo que el pasado mes de mayo mat¨® a un agente del CNP que le persegu¨ªa porque, junto con otra persona, acababa de atracar un banco en Barcelona. Fuentes policiales se?alan que tanto Dino Marcello Miller, preso en la actualidad, como en su d¨ªa Sergio Camacho se relacionaban con Francisco V. para lograr sus dosis de droga.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.