Reverdecer la econom¨ªa DAVID HAMMERSTEIN
La construcci¨®n de la Europa que queremos deber¨ªa orientarse a favor de la justicia social y ecol¨®gica, la democracia y la paz en el mundo entero. Sin embargo, en la actualidad, bajo el liderazgo de partidos pol¨ªticos que responden a todos los problemas con la misma receta de "m¨¢s crecimiento econ¨®mico", muy dif¨ªcilmente puede la Uni¨®n Europea contribuir a un mundo mejor. Al contrario, de seguir las tendencias econ¨®micas actuales podemos sufrir una inestabilidad prolongada y graves peligros socio-ecol¨®gicos en gran parte del planeta. La conversi¨®n de todos los confines del mundo en un gran mercado desenfrenado est¨¢ dividiendo la sociedad despiadadamente entre ganadores y perdedores, entre los estresados por un exceso de trabajo y unas mayor¨ªas de sobreexplotados y desempleados. Pobreza y exclusi¨®n social limitan cada vez m¨¢s la libertad y la autonom¨ªa de la gente para determinar sus propias vidas. Por los imperativos del mercado los derechos humanos b¨¢sicos son desatendidos. Se alzan nuevos muros dentro y alrededor de Europa contra el movimiento de personas, de acuerdo con las restrictivas pol¨ªticas de Europol y Schengen, mientras el capital y las mercanc¨ªas circulan en total libertad. El fracaso de la pol¨ªtica de la Uni¨®n Europea es parte del proceso mundial de globalizaci¨®n econ¨®mica que se presenta como natural e inevitable. En realidad, esta globalizaci¨®n es un programa pol¨ªtico y cultural de minor¨ªas y ¨¦lites locales que sobre todo defienden los intereses, valores y pr¨¢cticas de grandes empresas transnacionales. El programa neoliberal se dise?a para reducir las barreras para el comercio de bienes y servicios, liberalizar los controles sobre los flujos mundiales de capitales y reducir las cargas impositivas reduciendo los gastos sociales. En la carrera desbocada de atraer las inversiones cada pa¨ªs se ve involucrado en una espiral de desregulaci¨®n que acaba sacrificando la protecci¨®n social y el medio ambiente. Esta forma unidimensional de la globalizaci¨®n, con sus colosales lobbies industriales, erosiona los poderes pol¨ªticos democr¨¢ticos de gobiernos locales y nacionales debilitando a quienes pudieran orientar la econom¨ªa hacia el bienestar general de la sociedad. Los Verdes rechazamos la idea de que la pol¨ªtica debe arrodillarse impotente ante todas las l¨®gicas de los mercados. Esta renuncia enmascara la falta de voluntad pol¨ªtica de los partidos tradicionales de defender con fuerza derechos democr¨¢ticos y medioambientales. S¨®lo una re-regulaci¨®n sensata de la esfera econ¨®mica puede asegurar una reconciliaci¨®n entre la econom¨ªa, el medio ambiente, la justicia social y el futuro urge la aplicaci¨®n de unas normas m¨ªnimas sociales y ambientales a todos los niveles de las decisiones econ¨®micas, tanto dentro de la UE como en el ¨¢mbito mundial. Adem¨¢s, los consumidores de Europa deben poder saber que los productos que compran est¨¢n fabricados sin sufrimiento social y ecol¨®gico. La Uni¨®n Europea y sus estados miembros habr¨ªan de tomar claras y fuertes iniciativas para fomentar una nueva pol¨ªtica econ¨®mica en la OCM, la FMI y el Banco Mundial para conseguir un control efectivo sobre el poder cada vez m¨¢s alucinante de los mercados financieros sobre la ciudadan¨ªa y los gobiernos. De Brasil a Indonesia, los pa¨ªses del Sur ya han sufrido enormes golpes por los ataques especulativos de las grandes instituciones financieras. Para comenzar a enfrentarse a estas locuras los Verdes proponemos un acuerdo internacional sobre la tasaci¨®n para desincentivar los movimientos de capital especulativo en las transacciones financieras y para acercar la econom¨ªa a las realidades f¨ªsicas y sociales. Un ejemplo, para iniciar este control ser¨ªa la aplicaci¨®n del conocido "impuesto Tobin" sobre cambios especulativos. Pensamos que hay que eliminar, tambi¨¦n, la competici¨®n fiscal entre los estados miembros de la UE que bajan los impuestos sobre el capital o facilitan la evasi¨®n fiscal por parte de grandes empresas e individuos de altas rentas. Hace falta la toma de medidas conjuntas para atajar esta competici¨®n da?ina e injusta para la mayor¨ªa. Los Verdes proponemos medidas para reducir la creciente dependencia exterior de la econom¨ªa y proponemos el fortalecimiento de las econom¨ªas y tejidos sociales locales en lugar de subordinar todas las prioridades sociales al aumento de exportaciones. Las pol¨ªticas econ¨®micas habr¨ªan de incentivar la agricultura, comercio y consumo locales. La ecotasa, que traslada cargas impositivas sobre el trabajo a las energ¨ªas contaminantes, es parte de una estrategia que antepone la creaci¨®n del empleo a las pr¨¢cticas industriales m¨¢s intensivas en su consumo de energ¨ªa, a la vez que fortalece la financiaci¨®n p¨²blica de la protecci¨®n social. Hasta ahora, los partidos tradicionales han mostrado su incapacidad en resolver los problemas econ¨®micos de forma justa y solidaria. Los partidos conservadores siguen empe?ados en perseguir el crecimiento ilimitado y la competici¨®n feroz a escala global con consecuencias desastrosas para la supervivencia y el bienestar social. Otros partidos socialdem¨®cratas tienden a seguir por el mismo camino, abandonando su papel tradicional de defensores de la red p¨²blica de seguridad contra la exclusi¨®n social. Los Verdes, en cambio, consideramos que la pol¨ªtica econ¨®mica debe ser guiada por un desarrollo social y ambientalmente sustentable. Esto implica tanto la creaci¨®n de empleo con utilidad ecol¨®gica y social como la redistribuci¨®n justa del trabajo entre mujeres y hombres. La econom¨ªa no puede ser un fin en s¨ª, sino debe ser reciclada para ser compatible con las personas y la naturaleza.
David Hammerstein es portavoz de Els Verds.
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