Tres trabajadores fallecen sepultados en las obras de la nueva terminal de Sondika

Tres obreros fallecieron en la tarde de ayer enterrados por varias toneladas de tierra y rocas cuando trabajaban en una zanja de las obras de la nueva terminal del aeropuerto de Sondika. Para Carlos Ortega Mart¨ªn, de 20 a?os y natural de Burgos, era su primer d¨ªa de trabajo. Los otros dos muertos son Juan Antonio Hern¨¢ndez Zapatero, de 57 a?os, de Barakaldo, y Rafael Camacho Sebastian, de 25. Un cuarto empleado result¨® herido leve en un hombro cuando intent¨® infructuosamente salvar a sus compa?eros. Eran aproximadamente las seis menos veinte de la tarde. Faltaba menos de media hora para que acabase el turno, iniciado a las ocho de la ma?ana. De repente, una monta?a de piedras y tierra situada frente a los tres trabadores se desprendi¨® y les enterr¨® en la zanja de unos siete metros de profundidad en la que se encontraban para colocar unas tuberias. Antes deb¨ªan verter el hormig¨®n que acababa de trasladar un cami¨®n porque no se pueden colocar los tubos directamente sobre el barro. No tuvieron tiempo. Un compa?ero de los encofradores record¨® que ¨¦stos apenas llevaban cinco minutos en la zanja cuando el alud se les vino encima. Junto a los fallecidos se encontraban otros trabajadores que no sufrieron da?os, uno de los cuales es, al parecer, hijo de una de las v¨ªctimas. Nada m¨¢s producirse el derrumbe J.G.G., de 31 a?os, se lanz¨® a la zanja para intentar ayudar a sus compa?eros. Fue imposible, ya que los cuerpos quedaron sepultados bajo tres metros de tierra. Sufri¨® una luxaci¨®n en el hombro y fue trasladado al hospital de Cruces, donde fue dado de alta hacia las ocho de la tarde. Otro alud, en este caso sin v¨ªctimas, se produjo en las obras de ampliaci¨®n del aeropuerto el pasado mes de septiembre. Trabajadores que ayer se encontraban en el lugar de los hechos aseguraron que entonces "varias toneladas de hormig¨®n cayeron en una obra en la que momentos antes trabaj¨¢bamos ocho personas. Nos libr¨® de la muerte que eran las nueve de la ma?ana, la hora del bocadillo. Como no hubo muerto, no trascendi¨®". Decenas de trabajadores comenzaron a acercarse al lugar del siniestro, en la parte trasera de la nueva terminal. Se di¨® la alarma y fueron llegando equipos de rescate de Protecci¨®n Civil, los bomberos, unidades caninas de la Ertzaintza y el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. El lugar del accidente era un inmenso lodazal en el que tres gr¨²as extra¨ªan la roca de la zanja y varios camiones la trasladaban fuera del lugar. Bajo la incesante lluvia, iluminada por la luz de una docena de l¨¢mparas, a las siete y cuarto de la tarde el brazo de la m¨¢quina se top¨® con el primer cad¨¢ver. A las nueve menos cuarto, la gr¨²a sacaba el segundo cuerpo y diez minutos despu¨¦s el tercero. Bomberos y varios compa?eros de los fallecidos trasladaron las camillas hasta las ambulancias de Osakidetza. Mientras, familiares de las v¨ªctimas se acercaban al lugar para saber de lo ocurrido. Informe Luis, uno de los responsables de conducir una de las excavadoras, se lamentaba con una voz apenas perceptible: "He visto correr gente, yo pensaba que era un cami¨®n que se hab¨ªa atascado, pero era una tragedia. No ten¨ªa que haber pasado, pero ha ocurrido". Mientras, varias decenas de compa?eros de los fallecidos rodeaban la zanja mortal. "Por si tenemos que ayudar sacando piedra". A varios metros, la oscuridad lo anegaba todo. No demasiado lejos, hacia las nueve, se pod¨ªa o¨ªr el rugido de los motores de un avi¨®n. La direcci¨®n del aeropuerto de Sondika anunci¨® que ha pedido a las empresas constructoras un informe exhaustivo para esclarecer las causas del accidente. Adelantaron que la construcci¨®n de la nueva terminal se realiza "cumpliendo las m¨¢ximas normas de seguridad laboral y con empresas constructoras de m¨¢ximo nivel". Fuentes policiales apuntaron a las lluvias de los ¨²ltimos d¨ªas como posible causa del siniestro. La nueva terminal de Sondika empez¨® a construirse en 1996, tras sucesivos retrasos, y fue adjudicada a la Uni¨®n Temporal de Empresas formada por Ferrovial y Entrecanales. El vanguardista edificio del arquitecto Santiago Calatrava, en forma de paloma con las alas desplegadas, ocupa 26.000 metros cuadrados y tendr¨¢ un coste final de casi 10.000 millones. En noviembre pasado, el arquitecto supervis¨® el aeropuerto.