Sentencia aplazada

En cuanto supo la noticia, Emilio N¨²?ez cambi¨® su expresi¨®n llorosa y suspir¨® aliviado. "Es como cuando a los condenados a la silla el¨¦ctrica les aplazan la ejecuci¨®n en el ¨²ltimo momento", coment¨®. Lo dijo despu¨¦s de saber que la orden de desalojo que pesa sobre la finca n¨²mero 39 de lacalle de Genciana (Tetu¨¢n), en la que vive desde hace m¨¢s de 60 a?os, quedaba suspendida hasta el 5 de marzo. En el inmueble habitan, como Emilio, y en r¨¦gimen de alquiler, seis familias en condiciones lamentables. Pisos de 20 metros cuadrados, algunos sin retrete y con las paredes a punto de caerse. La mayor¨ªa de los vecinos son pensionistas.La finca fue declarada por mandato judicial en ruina econ¨®mica (el coste de la reforma era superior al del inmueble). El Ayuntamiento intent¨® entonces compr¨¢rsela al due?o, que se neg¨®. Este rechazo llev¨® al Consistorio a anunciar que iba a expropiar la finca. Eso ocurri¨® en 1998. Un a?o despu¨¦s, sin embargo, el anuncio sigue sin cumplirse. Lo que s¨ª se ha materializado es la orden judicial de desalojo por ruina. Una sentencia cuya ejecuci¨®n fue aplazada ayer, in extremis, por el juez ante la penuria de los afectados. Ahora, la agon¨ªa se prolongar¨¢ dos semanas m¨¢s. Un tiempo durante el que los vecinos esperan que el municipio los realoje en viviendas dignas.