Antolog¨ªa del disparate
JAVIER MINA Librillos hay en cuya tripa mariposean los nervios, el despiste o la precipitaci¨®n de unos chavales que, cogidos en la pavorosa tenaza del examen, se ven impelidos a proferir geniales tonter¨ªas; como esa de que "la poblaci¨®n absoluta est¨¢ formada por todos los hombres y la relativa por todos los dem¨¢s" o la de que "antes de la Ilustraci¨®n la gente ten¨ªa que decir s¨ª a las ideas del Gobierno, pero con el triunfo de la raz¨®n pudieron decir s¨ª, no o depende, a lo que dec¨ªa el Gobierno". Ah¨ª est¨¢n, sin embargo, los m¨¢s listos de la clase venga a largar sandeces y ello sin que les apriete examinador alguno. ?Estar¨ªa en lo cierto aquel otro moc¨¦ cuando dijo que los primeros pobladores de la Pen¨ªnsula fueron los primates? S¨ª, parece que se ha abierto la veda de la sandez, a menos que se trate de una carrera al disparate. Hay unos ciudadanos por ah¨ª que se est¨¢n dedicando a amenazar jueces por la lengua, pero podr¨ªa haber sido por la oreja o por el morro, ya que cuando amenazan a escuelas que imparten pongamos que el modelo A, por encima de achacarles que no conseguir¨¢n jam¨¢s ense?ar euskera ofreci¨¦ndolo de asignatura (sim¨¦tricamente, con el D no se ense?ar¨ªa jam¨¢s castellano, seg¨²n su razonamiento, pero parece que es de lo que se trata) se inventan con el mayor descaro un concepto destinado a despojar la democracia de todos sus d¨¦ficits y achaques; el del personal y unilateral criterio de legalidad. As¨ª, no tienen empacho en sentenciar, como quien se pronuncia sobre unas alubias, que "el modelo A (pero podr¨ªa tratarse de las vacas) es ilegal para nosotros". Tampoco les van a la zaga quien ha propuesto que el Gobierno vasco indemnice a los empresarios capturados no s¨¦ si por el Gran Turco o el Gran Mogol, o aquel otro que en un momento de incontinencia se ha soltado con que el sabotaje (?) de los partidos estatales resulta m¨¢s preocupante que la org¨ªa de gasolina callejera. ?Y qu¨¦ pensar de esa Iglesia que pretende pedir perd¨®n por su actitud nada evang¨¦lica para con los presos sin especificar si se refiere a todos o a determinada clase y si la cosa pasa por llevarles el auxilio de la confesi¨®n? Puestos a disculparse podr¨ªan hincar el diente a eso que ha dicho su madre vaticana respecto a que los divorciados deben vivir como hermano y hermana en total abstinencia, y rezar por la chusca invitaci¨®n al incesto que conlleva (incluso en la c¨¢rcel). Para que el cuadro quede completo, mencionar¨¦ a ese esforzado caballero que se ha lanzado a despojar de sus lacras al deporte con la misma longanimidad con que aquel arrojado Hamelin desratiz¨® un cuento. Ni corto ni perezoso nuestro luminoso arbitrista, encontrando que los ¨¢rbitros -"que al fin y al cabo son personas normales"- cometen injusticias continuas con nuestros equipos vascos de f¨²tbol, propone que dirijan los encuentros colegiados de la UE cuando nuestros chicos se midan a equipos espa?oles. Nos queda una duda: ? podr¨¢n arbitrar los trencillas celtib¨¦ricos cuando jueguen los vascos entre s¨ª o tendr¨¢n que pertenecer a la Federaci¨®n Gal¨¢ctica? Y como nada habr¨ªa sin cultura, ah¨ª est¨¢ el desvar¨ªo de cierto hombre de muchas letras que tilda de ¨²ltimos rom¨¢nticos a quienes a su ecu¨¢nime juicio lo arriesgan todo por nada exponi¨¦ndose, por ejemplo, a que les pongan a caldo de perejil y s¨®lo por cohesionar su imagen nacionalista so pretexto de amparar a cierto pueblo ninguneado mientras otros electos hay incapaces de arriesgar nada, ni siquiera la vida en sus bienes, cuando s¨®lo por opinar les roc¨ªan de fuego. S¨®lo que a ¨¦stos no les llama los ¨²ltimos materialistas, por mostrar tanto apego a lo suyo, sino que les tacha de constitucionalistas. Y ah¨ª est¨¢ el disparate. Si ser constitucionalista s¨®lo puede verse como insulto, cualquiera sabe lo que nos espera con la independencia. No estar¨ªa mal que en vez de tanta proclama autoadhesiva, los alegres firmantes de Estella nos mostraran alg¨²n borrador de la no-constituci¨®n que prev¨¦n, no fuera que tuvi¨¦ramos que ir decidiendo individualmente si es legal, o no, o depende, el simple respirar.
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