Gran dilema
JOS? MANUEL ALONSO Bilbao ha sido desde la crisis del petr¨®leo de 1973 un territorio modelo para cualquier teor¨ªa socioecon¨®mica de conflictos. Se produjo el inexorable declive de la industria b¨¢sica y la p¨¦rdida de miles de empleos y cierre de empresas. Las tasas de desempleo alcanzaron el 25% de la poblaci¨®n activa y el 40% entre los j¨®venes, quienes se sintieron m¨¢s defraudados y sin primera oportunidad ni subsidio. Bilbao, desde entonces, se convert¨ªa en terreno abonado para examinar el declive del empleo. Y no es de extra?ar que a¨²n hoy siga siendo centro de atenci¨®n cuando se habla de crear empleos y plaza ideal para presentar nuevas perspectivas, como hizo el mi¨¦rcoles el Club de Roma. Es un consuelo escuchar a los entendidos que "el trabajo tiene futuro y el futuro tiene trabajo", aunque mejor deber¨ªa decirse que lo que el futuro tiene es lo mismo que tuvo el pasado: utilizaci¨®n del tiempo, cada vez menor para el trabajo, para poder compartir lo poco que no hagan las m¨¢quinas, la tecnolog¨ªa, la inform¨¢tica o la rob¨®tica. Esta buena gente del Club de Roma habl¨®, adem¨¢s de los trabajos perdidos, de tres estratos laborales de ocupaci¨®n: el cl¨¢sico, empleo regulado, el de n¨®mina y Seguridad Social; el del trabajo a tiempo parcial y remunerado a nivel m¨ªnimo, o sea, el de la explotaci¨®n, y el de los trabajadores del voluntariado, que la mayor¨ªa lo hace para evitar una boca en casa paterna y, sobre todo, para aumentar su gran caudal de solidaridad y concordia. Y se habl¨® de un cuarto, para el que nadie parece preparado. Se trata de la elecci¨®n de tiempo de trabajo, supuestamente menor del tradicional, a cambio de rendir y cobrar justamente. No sabemos si esta f¨®rmula explotar¨¢ a¨²n m¨¢s al que trabaja y crear¨¢ o no nuevos empleos. En todo caso, aunque sea buena soluci¨®n para algunos, es s¨®lo media soluci¨®n porque habr¨¢ desconfianza, sobre todo de la Administraci¨®n, incapaz de ampliar los terrenos de trabajo y sus contribuciones al conjunto. Total, continuamos con medias soluciones, que, como las medias verdades, pueden resultar s¨®lo mentiras. Y el empleo seguir¨¢ siendo el gran dilema, pese a tantos estudios, siempre bien acogidos en Bilbao por su pasada y triste experiencia.
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