En casa del arquitecto, cartab¨®n de oro
Viaje por las viviendas m¨¢s originales que los artistas del siglo XX se construyeron para s¨ª mismos
Antes de la llegada del Movimiento Moderno, la vivienda era considerada como una construcci¨®n utilitaria, un contenedor indigno de que la arquitectura se ocupase de ella. Los peones hac¨ªan casas, los arquitectos, museos y catedrales. Pero en este siglo occidental de las individualidades, algunos arquitectos comprendieron que en el habitar y en la organizaci¨®n de los espacios privados se escond¨ªa la ciencia, la creatividad y el secreto de su profesi¨®n. La vivienda unifamiliar se transform¨® en espacio de experimentaci¨®n o manifiesto te¨®rico de los maestros contempor¨¢neos. El suizo Le Corbusier llam¨® a las casas m¨¢quinas de habitar y Eileen Gray las consider¨® casi seres vivos. Pero a pesar de lo ejemplar de ciertas soluciones y del prestigio actual que gozan aquellas viviendas, muchos maestros se vieron obligados a experimentar consigo mismos porque no encontraban clientes capaces que asumieran ser conejillos de indias para iluminados con cartab¨®n.Le Corbusier, Ralph Erskine, Frank Lloyd Wright, Walter Gropius, Gunnar Ausplund, Alvar Aalto, Konstantin M¨¦lnikov, Adolf Loos, Peter Smithson, Oscar Niemeyer, Robert Venturi y otros nombres fundamentales de la arquitectura contempor¨¢nea proyectaron para s¨ª mismos viviendas que son hoy emblemas de una concepci¨®n arquitect¨®nica y sobre todo reflejo de la personalidad de quienes las concibieron. Pero, por encima de todo, significaron manifiestos de libertad y creatividad.
Una exposici¨®n creada hace dos a?os por el joven arquitecto zaragozano y profesor de la ETSA de San Cugat del Vall¨¦s, I?aki Alday, Aprendiendo de todas sus casas, que se encuentra en el Colegio de Arquitectos de M¨¢laga hasta el 28 de febrero, hace un recorrido conceptual y adusto por algunas de las casas que los arquitectos de este siglo construyeron para s¨ª mismos. Desde la min¨²scula caba?a The box que Ralph Erskine se construy¨® para s¨ª y su familia en un bosque a las afueras de Estocolmo a la eg¨®latra casa de cristal que Philip Johnson se hizo en 1949 para ser contemplado por los invitados de otra vivienda anexa y cl¨®nica que sustitu¨ªa el cristal por el hormig¨®n. La muestra recorre una ¨¦poca que arranca a principios de siglo y viene a acabar en los a?os sesenta, aunque tambi¨¦n con excepciones. De la selecci¨®n se desprende una defensa de la arquitectura ajena al deslumbramiento formal del cuch¨¦.
Una de las que m¨¢s llaman la atenci¨®n fue la que Ralph Erskine se construy¨® en un bosque sueco en 1942. El arquitecto brit¨¢nico, reci¨¦n casado, con perros y un hijo peque?o, no ten¨ªa un penique, pero s¨ª una educaci¨®n cu¨¢quera que le result¨® muy ¨²til. As¨ª que se construy¨® con sus propias manos, en un terreno que un granjero le cedi¨®, una caja de madera de habitaci¨®n ¨²nica de 6 por 3,5 metros. Erskine utiliz¨® materiales de desecho o encontrados para dise?ar artilugios hermos¨ªsimos y singulares como la chimenea central/horno de pan o algunos muebles que aparec¨ªan y desaparec¨ªan para aprovechar el m¨ªnimo espacio disponible, como la cama-sill¨®n o su mesa de estudio. A?os despu¨¦s la reconstruy¨® como casa de vacaciones.
Le Corbusier, el considerado por muchos como el Picasso de la arquitectura, muri¨® en una de las viviendas que se construy¨® a lo largo de su vida. El Cabannon no era sino una peque?a caba?a adosada al restaurante de un cliente para el que hab¨ªa proyectado una especie de camping. All¨ª se reserv¨® un refugio prefabricado de madera sin cocina. No hab¨ªa por qu¨¦: en el restaurante de su amigo com¨ªa de esc¨¢ndalo.
Puestos a experimentar, ninguno lo hizo de manera tan radical como el fin¨¦s Alvar Aalto. En Muuratsalo (Finlandia) se hizo en los a?os 50 una casa completamente aislada a la que s¨®lo se pod¨ªa acceder a trav¨¦s de un lago. El arquitecto tom¨® aquel complejo de construcciones como un espacio donde probar estructuras, combinar materiales, pioneras soluciones t¨¦rmicas para aprovechar la energ¨ªa solar, formas y dise?o de espacios. Tanto ide¨®, que hasta el bote que les transportaba a la isla fue un prototipo ¨²nico.
Las dificultades econ¨®micas siempre agudizaron el ingenio de los creadores. Fue el caso del norteamericano Richard Neutra, que defend¨ªa una arquitectura experimental en un momento (a?os 20 y 30) donde las vanguardias estaban en auge. Neutra proyect¨® una casa radical y experimental en Los ?ngeles, la casa VDL, que sirviera como manifiesto de sus teor¨ªas que pretend¨ªan una integraci¨®n entre naturaleza, arquitectura y salud. Para costear una casa que hoy es centro de estudios e investigaci¨®n de Neutra, ¨¦ste utiliz¨® mecenazgo privado. Convirti¨® su octoedro acristalado, lleno de muebles de doble uso y cuya terraza pod¨ªa convertirse en lago, en soporte publicitario de los materiales que us¨®, llegando a alquilarla para fondo de anuncios de autom¨®viles.
La experimentaci¨®n de la vivienda marc¨® el encargo que la revista Arts & Architecture hizo a una serie de arquitectos en los a?os 40 para que realizasen prototipos de casas. Charles Eames convirti¨® su casa-encargo en Santa M¨®nica, donde combinaba el uso de materiales industriales y el Estilo Internacional en el dise?o, en un contenedor de piezas, objetos y muebles creados ex profeso para aquel espacio. Pero al contrario que muchas casas que parecen concebidas para que las personas no puedan vivir en ellas, la casa de los Eames respiraba confortabilidad.
De forma muy austera, el ruso Konstantin M¨¦lnikov aun¨® los principios sociales y econ¨®micos de la post-revoluci¨®n rusa y la influencia formal constructivista en su casa-estudio moscovita que acab¨® en 1927. En aquel doble cilindro, M¨¦lnikov super¨® las carencias de materiales con mucho ingenio: cre¨® un sistema de ret¨ªculas de vigas de madera para eliminar pilares, sustituy¨® con ladrillo el prohibitivo hormig¨®n para los muros, ide¨® conductos interiores para comunicarse, permitir el tr¨¢nsito de la calefacci¨®n o circular basuras y rode¨® el edificio de huecos hexagonales que servir¨ªan como ventana o fresquera seg¨²n las necesidades.
"Aprendiendo de todas sus casas" muestra desde la min¨²scula de Ralph Erskine hasta la eg¨®latra de Philip Johnson
Babelia
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