La firma sevillana va a abrir su octavo establecimiento en la ciudad Detectives de libro
EMPRESAS? Librer¨ªas BetaUsan la memoria como lupa de aumento para rastrear retazos de historias escondidos en alguno de los miles de vol¨²menes que acogen los estantes. Unas veces, el t¨ªtulo o el nombre del autor convierten la b¨²squeda en una l¨ªnea recta. Otras, las pistas son endebles - del tipo, "es una novela que va sobre..."-, y la investigaci¨®n se torna jerogl¨ªfico. En las librer¨ªas Beta tienen a gala que raramente se les escapa el objeto del deseo del cliente. "Amamos lo que hacemos y leemos que nos matamos", explica Mari Cruz L¨®pez, coordinadora general. Los 30 empleados de Beta, "profesionales del libro", como gusta decir Mari Cruz L¨®pez, atienden todo tipo de peticiones, "desde lo que necesita un catedr¨¢tico para su investigaci¨®n hasta los casos en los que nos solicitan una novela del T¨ªo (por P¨ªo) Baroja". L¨®pez resalta que, en todas las ocasiones, se trata al cliente con "prontitud y respeto". Pero sin agobios innecesarios. "Beta trajo a Sevilla una idea innovadora: acercar el libro a la gente, dejar que lo tocaran, que lo palparan, que lo olieran...". Escapaba as¨ª de las incomodidades de las peque?as y oscuras librer¨ªas, atestadas de vol¨²menes, en las que el mostrador se convert¨ªa en barrera infranqueable para el cliente indeciso. La combinaci¨®n entre el trato personal y el conocimiento de los libreros a la antigua usanza y el contacto directo con el libro en espacios amplios y bien organizados ha llevado a Beta a una trayectoria ejemplar en el sector. Empez¨® de la mano de Jos¨¦ Velasco (ahora presidente de la entidad), con un centro en el barrio hispalense de Los Remedios y 25 a?os despu¨¦s est¨¢ a punto de abrir el octavo, en la calle Sagasta. Mari Cruz L¨®pez asegura que una cadena de librer¨ªas como la que ha constituido Beta en Sevilla es inaudita en el resto del pa¨ªs. Y achaca el m¨¦rito a la labor de Velasco. "Esto no funcionar¨ªa si no existiera una cabeza que sabe a d¨®nde vamos y ¨¦l es una persona extraordinariamente experta en esta materia; conoce todo el proceso, desde los cortes en la corteza del ¨¢rbol hasta que el libro llega a nuestros establecimientos". La coordinadora se esfuerza en transmitir la dificultad de mantener ocho librer¨ªas en una ciudad de 750.000 habitantes. "El comercio del libro en Sevilla es duro, aunque a nosotros desde el principio nos fue bien", dice Mari Cruz L¨®pez quien dej¨® 25 a?os de profesi¨®n en RTVE para adherirse al proyecto de Velasco. "En Inglaterra, en Suiza, los clientes salen de las librer¨ªas con carritos llenos como si fuesen unos grandes almacenes", evoca con cierta envidia. Y se acuerda de los a?os duros: los de la recesi¨®n econ¨®mica (1993-95), que abocaron a la desaparici¨®n a muchas librer¨ªas. "La gente, cuando no hay dinero, deja de comprar libros". Beta, adem¨¢s, mantiene su apuesta por mantenerse como "librer¨ªa de fondo". "Podemos encontrar cualquier libro en cat¨¢logo y muchos ya descatalogados". Su enorme almac¨¦n les proporciona los t¨ªtulos que no guardan las estanter¨ªas de sus librer¨ªas. "De un d¨ªa a otro le conseguimos al cliente lo que pide si no lo tenemos en el momento", detalla L¨®pez quien asegura quien no cree que en Sevilla, "nadie pueda decir lo mismo". La tarea no es f¨¢cil. En las librer¨ªas entran cada mes unos 750 t¨ªtulos nuevos. "De ellos s¨®lo valen unos 50, pero la publicidad consigue que las editoriales saquen hasta seis ediciones en dos meses de obras de las que un a?o despu¨¦s nadie se acuerda". Mari Cruz L¨®pez recuerda que el negocio del libro es junto con el farmac¨¦utico, el ¨²nico cuyo precio est¨¢ regulado por ley. "Todas las librer¨ªas se llevan el mismo margen, entre un 25 y un 30% del precio, lo dem¨¢s se lo reparten las editoriales, los derechos de autor y los impuestos". A¨²n as¨ª, en las librer¨ªas Beta es habitual encontrar una larga mesa repleta de libros a precios irrisorios. "Seg¨²n la etapa del a?o en la que estemos hacemos ofertas distintas", refiere Mari Cruz L¨®pez. La ley permite a las editoriales rebajar su margen en libros que lleven m¨¢s de dos a?os publicados y las librer¨ªas, por tanto pueden comprar m¨¢s barato. Tambi¨¦n echan mano de los llamados "restos de edici¨®n". Beta, en vez de mantener el precio y aumentar su margen, los ofrece a precio de coste. Con ello, no gana dinero, pero s¨ª clientes. ALEJANDRO BOLA?OSDirecci¨®n C/ Asunci¨®n, 31 Sevilla Tf. 954 27 17 53 Empleos 30 Facturaci¨®n No facilitado Producci¨®n Venta de libros y discos (en el centro de Nervi¨®n) Un inmenso almac¨¦n proporciona los t¨ªtulos que no se encuentren en las estanter¨ªas de los siete centros
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