Una exposici¨®n hace revivir en Lleida la m¨ªtica historia de la Petite Galerie
El Mayo franc¨¦s de 1968 lleg¨® unos meses antes a Lleida cuando, de forma premonitoria, el 6 de febrero de ese a?o, Jaume Magre, director de L"Alliance Fran?aise de Lleida, animado por su mujer y su amigo, el artista ?ngel Jov¨¦, convirti¨® un peque?o pasillo de la academia donde impart¨ªa clases de franc¨¦s en la primera galer¨ªa de arte alternativo de Catalu?a. Por ella pasaron los j¨®venes artistas m¨¢s innovadores del momento, hoy en d¨ªa totalmente reconocidos, como Antoni Llena, Jos¨¦ Mar¨ªa Broto, S¨ªlvia Gubern y Frederic Amat. Hasta el 18 de marzo, la exposici¨®n La Petite Galerie de l"Allian?e Fran?aise a Lleida. 1968-1976 revive, 30 a?os despu¨¦s, la corta e intensa vida de la sala. Uno de los objetivos de esta exposici¨®n, ubicada en el Museo de Arte Jaume Morera y en la Sala de Exposiciones del Roser, es demostrar la validez de dicha trayectoria y la visi¨®n de futuro que tuvieron los responsables de la sala. Para ello se ha preparado una exposici¨®n colectiva con obra reciente de 10 artistas que en su d¨ªa llevaron sus obras a la galer¨ªa y que han creado con el tiempo un lenguaje y un espacio propios. Son ?ngel Jov¨¦, Leopoldo Irriguible, Fernando Meg¨ªas, Jos¨¦ Mar¨ªa Broto, Josep Ripoll, Rosa Sir¨¦, Frederic Amat, Antoni Llena, Carles Pujol y S¨ªlvia Gubern. En otro ¨¢mbito de la exhibici¨®n, organizada por el Ayuntamiento de Lleida y cuyas comisarias son Teresa Camps, profesora de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, y Marta Pallar¨¦s, profesora de la Escuela Municipal de Bellas Artes de Lleida, est¨¢n representadas las 56 exposiciones que se mostraron en la Petite Galerie. Entre ellas las de ?ngel Jov¨¦, Leandre Crist¨®fol, Albert Coma Estadella, Llu¨ªs Trepat, Jordi Vall¨¨s, Jordi Gal¨ª, Pierre Desfontaines, Ernesto Ib¨¢?ez, y las de homenaje a Picasso, a Josep Maria de Sucre y a Marcel Proust. Un tercer ¨¢mbito reproduce el ambiente de L"Alliance Fran?aise, un centro pedag¨®gico, de esp¨ªritu liberal y laico, donde se hac¨ªa de todo, desde las preceptivas clases de franc¨¦s hasta teatro, ciclos de cine, conferencias y lecturas de poemas. Una antisala El ¨²nico requisito para exponer en la Petite Galerie era querer hacerlo y que el formato de las obras se adecuara a las dimensiones reducidas del espacio, situado en la calle de Bisbe Huix de Lleida. Era una sala de vanguardia, una antisala en la que no se comerciaba con las obras, ni se inauguraba con una copa de vino en la mano, ni se hac¨ªan fotograf¨ªas. El ritmo de exposiciones resultaba trepidante ya que casi cada semana se cambiaba el montaje. En su corta vida, entre 1968 y 1976, nunca faltaron artistas porque, en realidad, la Petite Galeria naci¨® como una necesidad, empujada por la corriente de vitalidad, renovaci¨®n y voluntad de compromiso que viv¨ªa el mundo art¨ªstico en aquel final de d¨¦cada, instalado en la abstracci¨®n, el informalismo y el arte pop. La escasez de medios se supl¨ªa con la imaginaci¨®n y las ganas de trascender, de sacudir la aburrida vida cultural leridana tardofranquista. Es, pues, desde su nacimiento que la Petite Galerie se convirti¨® en el espacio id¨®neo para exponer la obra de j¨®venes artistas que acabar¨ªan llam¨¢ndose conceptuales y que en sus inicios ten¨ªan dificultades para mostrar su obra en Barcelona. "?bamos a la provincia para poder hacer m¨¢s cosas, arte m¨¢s subversivo", recuerda la artista S¨ªlvia Gubern. "La propuesta era m¨¢s arriesgada que la que nos pod¨ªan ofrecer en Barcelona". Poco despu¨¦s, a partir de 1970 y con el mismo esp¨ªritu, se inauguraron en Barcelona otras salas alternativas: Aquit¨¤nia, Vin?on, el Espai 10 y la Galer¨ªa G. Alexandre Cirici Pellicer fue el cr¨ªtico que dot¨® de teor¨ªa la aventura de Jaume Magre -su amigo de exilio en Montpellier y compa?ero de militancia clandestina- y aval¨® con sus rese?as la trayectoria de la galer¨ªa.
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