El juez Aguirre se jubila sin hacer los deberes: no firm¨® el archivo de la trama rusa ni ha resuelto el ¡®caso Negreira¡¯
Una sustituta asume la causa por los pagos del Bar?a al ex ¡®n¨²mero dos¡¯ de los ¨¢rbitros espa?oles mientras se cubre la vacante
El Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE) ha publicado este mi¨¦rcoles el anuncio de la jubilaci¨®n voluntaria de uno de los jueces m¨¢s veteranos y controvertidos de Catalu?a: Joaqu¨ªn Aguirre, que en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas ha dirigido con mano de hierro el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Barcelona. Aguirre se va sin que sus compa?eros le hayan organizado una despedida, en situaci¨®n de baja laboral y sin haber hecho los deberes: no ha podido cerrar el caso Negreira, que investiga los pagos millonarios del FC Barcelona al ex n¨²mero dos de los ¨¢rbitros espa?oles. Al encontrarse de baja laboral, tampoco ha firmado el auto de archivo sobre la supuesta trama rusa en torno al proc¨¦s que tanto se empe?¨® en investigar. A mediados de diciembre, y con una contundencia inaudita, la Audiencia de Barcelona le orden¨® cerrar el caso, un tr¨¢mite que ha resuelto su sustituta.
Aguirre deja una carga de trabajo que, por ahora, deber¨¢ asumir la magistrada que ven¨ªa ejerciendo como sustituta por defecto de su juzgado, Alejandra Gil, que dirige el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 13 de Barcelona. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) abrir¨¢ pr¨®ximamente el concurso por la plaza vacante. Gil o la persona que ocupe definitivamente el lugar dejado por Aguirre deber¨¢n decidir en qu¨¦ sentido cierran la instrucci¨®n que ha acreditado c¨®mo el Bar?a pag¨®, hasta 2018, m¨¢s de siete millones de euros a Jos¨¦ Mar¨ªa Enr¨ªquez Negreira, coincidiendo con su etapa como vicepresidente del Comit¨¦ T¨¦cnico Arbitral (CTA), el ¨®rgano de gobierno de los ¨¢rbitros.
Los pagos, seg¨²n la conclusi¨®n de Aguirre, sirvieron para comprar la voluntad de los colegiados y favorecer al club azulgrana y son un s¨ªntoma inequ¨ªvoco de la ¡°corrupci¨®n generalizada¡± en el arbitraje espa?ol. El juez defendi¨® esa tesis antes de practicar diligencias de investigaci¨®n. Pero las pruebas no la han corroborado. A fecha de hoy no est¨¢ claro qu¨¦ motiv¨® los pagos a Negreira ni cu¨¢l fue el destino final de ese dinero. El juez estaba a la espera de recibir un ¨²ltimo informe de la Guardia Civil, que deb¨ªa servir para acreditar (o descartar) indicios de delito. De ese informe depende el futuro de una causa que supone una amenaza para el Bar?a, investigado como persona jur¨ªdica por un delito de corrupci¨®n en el deporte.
El CGPJ aprob¨® la jubilaci¨®n voluntaria en septiembre, pero con efectos desde este mi¨¦rcoles 15 de enero. Aguirre, que en los ¨²ltimos dos meses ha permanecido de baja por motivos de salud, seg¨²n fuentes judiciales, ya no regresar¨¢ a su despacho en la novena planta de la Ciudad de la Justicia de Barcelona ni evaluar¨¢ las conclusiones de la Guardia Civil. El magistrado lleg¨® a atribuir a los investigados (incluido el actual presidente Joan Laporta) un delito de cohecho con el argumento, descartado por la Fiscal¨ªa y por sus superiores, de que Negreira ten¨ªa la consideraci¨®n de funcionario p¨²blico.
Un basti¨®n contra la amnist¨ªa
El juzgado 1 de Barcelona se convirti¨® tambi¨¦n, en manos de Aguirre, en un basti¨®n contra la ley de amnist¨ªa aprobada por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez. Despu¨¦s de que la Audiencia de Barcelona le ordenara en una primera ocasi¨®n archivar la causa por la trama rusa del proc¨¦s (las supuestas maniobras del Kremlin para favorecer la independencia de Catalu?a), el juez acudi¨® a un subterfugio para mantenerla viva. Y fue m¨¢s all¨¢. En junio de 2024, abri¨® una pieza separada para seguir investigando el caso sin permiso y puso en la diana a Puigdemont y a otras 12 personas. Por primera vez en los seis a?os que llevaba abierta la causa, Aguirre habl¨® de traici¨®n, uno de los delitos que, en algunos supuestos, queda al margen de la ley de amnist¨ªa.
El expresidente catal¨¢n y otros investigados recurrieron la imputaci¨®n y, en diciembre, la Audiencia de Barcelona les dio la raz¨®n y orden¨® al juez a archivar la causa ¡°sin excusas¡±. Los magistrados le acusaron de cometer un ¡°fraude de ley¡± y le advirtieron de que, si no cumpl¨ªa lo que le dec¨ªan, podr¨ªa tener que asumir responsabilidades. Pero Aguirre ya no estaba y fue Gil quien, apenas tres d¨ªas despu¨¦s, firm¨® el auto de archivo. No hubo tiempo para m¨¢s. Con la jubilaci¨®n, Aguirre pone fin a una trayectoria que en momentos fue memorable (en los a?os 90 investig¨® el caso Grand Tibidabo y encarcel¨® al financiero Javier de la Rosa), pero que en los ¨²ltimos tiempos se volvi¨® cada vez m¨¢s sombr¨ªa. Su final ha sido igualmente oscuro. Cuando un juez se jubila, sus colegas y funcionarios suelen organizar alg¨²n tipo de acto para reconocer su trayectoria. No ha sido el caso, seg¨²n las mismas fuentes, y Aguirre ha abandonado, sin el aplauso de los suyos, un juzgado que ocup¨® durante casi cuatro d¨¦cadas.
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