MARI CARMEN GARMENDIA CONSEJERA DE CULTURA "El Gobierno no dar¨¢ dinero para la campa?a de Kontseilua"

Han pasado 14 a?os desde que Jos¨¦ Antonio Ardanza llam¨® a Mari Carmen Garmendia (Ormaiztegi, 1947) para ocuparse de la secretar¨ªa de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica, entonces adscrita a Lehendakaritza. Revalidada por el nuevo lehendakari, ella sigue al frente del Departamento de Cultura, satisfecha de la andadura y dispuesta a conjurar la tentaci¨®n de "dormirse en los laureles" del efecto Guggenheim. La pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica le da m¨¢s quebraderos de cabeza. Pregunta. ?C¨®mo contempla el enrarecimiento del clima en torno al euskera? Respuesta. Con preocupaci¨®n, pero sin perder la serenidad. Llevo trabajando por el euskera desde el a?o 64 y tengo perspectiva para analizar y juzgar lo que ocurre. La normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica es un proceso largo, que tiene que ver con la convivencia cotidiana de ciudadanos con distintos or¨ªgenes, experiencias y sensibilidades y que hay que abordar desde esa pluralidad. P. No parecen ir por ah¨ª las ¨²ltimas pol¨¦micas. ?Es "analfabeto" un ni?o que estudia en modelo A (castellano con euskera como asignatura), como dice Euskal Herrian Euskaraz? R. Ni los alumnos son analfabetos ni el modelo A es ilegal.Condeno con todas mis fuerzas esos carteles. Es injusto y no es verdad. Tengo a honra haber contribuido a definir los tres modelos de educaci¨®n biling¨¹e que tenemos y estoy orgullosa de estar vinculada a proyectos de centros de modelo A con planteamientos avanzad¨ªsimos, no ya de biling¨¹ismo, sino de triling¨¹ismo precoz. P. ?Gozan colectivos como EHE de alguna subvenci¨®n p¨²blica? R. No, que yo sepa. P. ?Qu¨¦ hacen ustedes para frenar la agresividad en una materia tan sensible como la ling¨¹¨ªstica? R. Seguir la acci¨®n de Gobierno con una pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica que tiene un basamento parlamentario, la Ley de normalizaci¨®n de uso del euskera y no hacer dejaci¨®n de nuestro liderazgo. Llamo a esas personas a reflexionar y corregir sus m¨¦todos agresivos, apelo a la cordura y el respeto. Y creo que no hay que darles la importancia que se les da: son n¨²cleos absolutamente minoritarios, aunque sean muy activos. P. ?Hay grupos decididos a hacer del euskera un instrumento de confrontaci¨®n? R. S¨®lo voy a recordar dos frases de Koldo Mitxelena, cuyo compromiso con el euskera y con el pa¨ªs est¨¢ fuera de toda duda. "Euskera ahulegia da armatzat hartzeko" (El euskera es demasiado d¨¦bil para tomarlo como un arma). Tambi¨¦n dijo: "Erdera ere hemengoa da" (El castellano tambi¨¦n es de aqu¨ª). Adem¨¢s, conf¨ªo en la sociedad, que suele ir por delante de partidos y medios de comunicaci¨®n y tiene much¨ªsimo m¨¢s sentido com¨²n que esos otros ¨¢mbitos que marcan los estados de opini¨®n. P. Se ha criticado al Gobierno su colaboraci¨®n en la recaudaci¨®n de la contribuci¨®n de sus funcionarios con la campa?a de Kontseilua. ?Est¨¢ justificado que la Administraci¨®n ponga su aparato al servicio de una causa al fin y cabo privada? R. El Gobierno ha actuado a instancias de los sindicatos ELA, LAB y CCOO. Yo, sinceramente, creo que el sistema que hay que usar es el de cualquiera que quiere colaborar con una ONG. P. ?Pondr¨¢ el Gobierno, como solicita Kontseilua a las empresas, una cantidad equivalente a la que entreguen sus trabajadores?. R. Absolutamente no, en ning¨²n caso. El dinero de todo el mundo se usa s¨®lo a trav¨¦s de los Presupuestos y con el Parlamento como conocedor de los objetivos a que se destinan los recursos p¨²blicos. As¨ª de claro. P. ?Cu¨¢l es el papel y el sentido de Kontseilua en un pa¨ªs que tiene institucionalizada su pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica? R. Mi primer contacto con ellos, cuando se llamaban Euskararen Unibertsoa, fue hace tres a?os y me dej¨® gratamente expectante, porque vi una actitud novedosa en ese mundo. Me dijeron que el futuro del euskera s¨®lo lo aseguraba la colaboraci¨®n entre euskaldunes y no euskaldunes y entre nacionalistas y no nacionalistas. Tambi¨¦n reconoc¨ªan lo mucho que las instituciones hab¨ªan hecho y su deseo era complementar eso con iniciativas sociales. No supe m¨¢s de ellos hasta este oto?o. Les hemos entregado un documento con nuestra propuesta de c¨®mo articular su relaci¨®n con el Gobierno y a¨²n estamos esperamos su respuesta. P. ?Tiene miedo de que aquello se haya desvirtuado y convertido en otra cosa? R. Estoy expectante, pero s¨ª querr¨ªa sentir como algo tangible aquel discurso de quienes me visitaron en 1996, entre ellos el actual secretario general de Kontseilua, Xabier Mendiguren. Espero que sean leales y honestos. La normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica debe fijar objetivos alcanzables y basarse en la convivencia y el respeto a los hablantes de una y otra lengua. P. Hay quien teme que ese organismo se sit¨²e en la l¨ªnea de construcci¨®n de estructuras paralelas a las institucionales. R. Alguien puede tener la tentaci¨®n de no aceptar las reglas de juego democr¨¢ticas e institucionales y aspirar a convertirse en agente paralelo. El peligro ser¨ªa que el Gobierno hiciera dejaci¨®n de sus responsabilidades, pero eso no ocurrir¨¢. P. Pero Kontseilua recauda dinero para un plan estrat¨¦gico del euskera, ?no es ¨¦sa una responsabilidad del Gobierno? R. El Gobierno tiene su plan rector para los pr¨®ximos a?os, que es el Plan General de Promoci¨®n de Uso del Euskera, aprobado el a?o pasado y que se hizo con una participaci¨®n exhaustiva de organismos de todo tipo. No haremos dejaci¨®n de nuestro liderazgo. P. ?Para qu¨¦ necesitamos, pues, otro plan paralelo, realizado fuera de la Administraci¨®n? R. Habr¨ªa que pregunt¨¢rselo a ellos. Los referentes tienen que ser el plan del Gobierno y la ley de normalizaci¨®n, que tiene cuerda a¨²n para muchos a?os. ?se es el campo de juego. La pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica y la normalizaci¨®n tienen su base en la legislaci¨®n, los presupuestos y los recursos humanos que la Administraci¨®n dedica a ese menester.