La ONU alerta sobre el aumento mundial del consumo de hach¨ªs y "drogas de receta"

Los expertos de la ONU que componen la Junta Internacional de Fiscalizaci¨®n de Estupefacientes est¨¢n razonablemente satisfechos con los resultados de la represi¨®n mundial del tr¨¢fico y el consumo de las drogas duras tradicionales, y este a?o han desplazado su punto de mira a un lugar que rara vez aparece en las fichas policiales: la consulta del m¨¦dico. Seg¨²n la ONU, en los pa¨ªses industrializados se recetan calmantes y estimulantes en una cantidad tal que dif¨ªcilmente puede justificarse por su uso terap¨¦utico. El aumento del consumo de hach¨ªs en todo el mundo es otro punto destacado.

En su informe de este a?o, presentado ayer simult¨¢neamente en 30 pa¨ªses, la junta de estupefacientes de la ONU conmina a las autoridades sanitarias nacionales a "aplicar medidas de fiscalizaci¨®n de drogas" y a imponer "sistemas adecuados de expedici¨®n de recetas" y distribuci¨®n de f¨¢rmacos psicoactivos.Muchos pa¨ªses, seg¨²n los expertos de la ONU, tienen una escasa capacidad para evaluar el grado de uso indebido y dependencia asociado a los nuevos f¨¢rmacos. Por esta raz¨®n, recomiendan que los pa¨ªses en desarrollo copien los requisitos para la autorizaci¨®n de drogas de los pa¨ªses m¨¢s avanzados, y se hagan asesorar por ellos sobre las formas de seguimiento de sus usuarios. Pero el problema dista mucho de restringirse a los pa¨ªses con sistemas sanitarios deficientes. Por ejemplo, el consumo diario de morfina, code¨ªna y otros derivados opi¨¢ceos de uso terap¨¦utico es casi 100 veces mayor en el mundo industrializado que en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo (17.450 frente a 184 dosis diarias por mill¨®n de habitantes). La situaci¨®n es similar con otras drogas de receta.

Situaciones graves

El elevado consumo per c¨¢pita de muchas de estas sustancias en los pa¨ªses industrializados hace pensar a los expertos que se est¨¢n dando "situaciones graves de uso indebido de drogas a pesar de las legislaciones que limitan su consumo a fines terap¨¦uticos y cient¨ªficos".

Un dato revelador a este respecto es que la gran mayor¨ªa de las sustancias psicoactivas recetadas y consumidas en Estados Unidos son estimulantes, como las anfetaminas, mientras que en Europa predominan con claridad los calmantes y los f¨¢rmacos contra el estr¨¦s, tales como las benzodiacepinas. Una diferencia de ese estilo es dif¨ªcil de explicar por criterios m¨¦dicos o cient¨ªficos.

Adem¨¢s, el problema que destacan los expertos acerca del uso de drogas de receta en el Tercer Mundo no es su excesiva prescripci¨®n, sino todo lo contrario: la deficiente atenci¨®n m¨¦dica en esos pa¨ªses impide que mucha gente pueda obtener los medicamentos que necesitan por el cauce legal, lo que ha dado lugar a la proliferaci¨®n de mercados paralelos ilegales.

Los expertos concluyen que las drogas de utilidad m¨¦dica -pero que tambi¨¦n son susceptibles de usos abusivos- como los opi¨¢ceos, los estupefacientes y los psicotr¨®picos se recetan en exceso en los pa¨ªses ricos, y demasiado poco en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.

Los expertos de la ONU tambi¨¦n alertan este a?o sobre el crecimiento del consumo de hach¨ªs en todo el mundo, una circunstancia que achacan en parte a las campa?as de los grupos favorables a la legalizaci¨®n de esta sustancia. El delegado espa?ol del Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, que present¨® ayer el informe en Madrid, se?al¨® sobre esa cuesti¨®n: "Hay una estrategia intencionada de los grupos pro-legalizaci¨®n para confundir los usos abusivos de cannabis con sus utilizaciones terap¨¦uticas, que adem¨¢s no est¨¢n todav¨ªa demostradas cient¨ªficamente. Es importante distinguir claramente esos dos aspectos para no confundir a los usuarios".

Seg¨²n Robles, el hach¨ªs es ya la droga ilegal m¨¢s consumida por los j¨®venes en Espa?a y en el resto de los pa¨ªses occidentales. El delegado del Plan Nacional sobre Drogas se mostr¨® indignado por las informaciones que destacan las virtudes terap¨¦uticas del cannabis, y asegur¨® que han provocado que muchos j¨®venes consideren inocua esa sustancia, lo que, seg¨²n ¨¦l, es un error.

Robles tambi¨¦n destac¨® que el perfil del consumidor de drogas ha cambiado desde la marginalidad t¨ªpica de muchos adictos a la hero¨ªna a una cierta normalizaci¨®n social. Los actuales consumidores de coca¨ªna, hach¨ªs o pastillas no son inmediatamente conscientes de su deterioro. Los da?os s¨®lo suelen revelarse tras a?os de consumo.