El resultado real de Rambouillet
No han tenido que esperar mucho la direcci¨®n de la OTAN, el Grupo de Contacto y la comunidad internacional para comprobar los resultados reales de la cumbre de Rambouillet. Los aut¨¦nticos resultados, tan lejanos ellos a todas las interpretaciones que sus representantes se apresuraron a lanzar para ocultar su en¨¦simo fracaso y el desmoronamiento, al parecer imparable, de su credibilidad, propia y de la diplomacia occidental. La fuerte concentraci¨®n de tropas serbias en la frontera de Kosovo y su previsible nueva ofensiva contra el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK) y contra la poblaci¨®n civil no son s¨®lo un renovado acto de desprecio supremo a los acuerdos del pasado mes de octubre y a sus garantes, es decir, el propio Grupo de Contacto y la OTAN.Las amenazas de la Alianza Atl¨¢ntica suenan ya tan rid¨ªculas en Belgrado como en el resto del planeta. Y ser¨ªa una sorpresa para todo el mundo que ahora cumpliera su promesa de atacar a las fuerzas serbias por haber violado, una vez m¨¢s, pero m¨¢s masivamente que nunca, si ¨¦stas no manten¨ªan fuera de la regi¨®n a las tropas que retiraron entonces. No s¨®lo no las mantienen fuera de la regi¨®n, sino que las est¨¢n incrementando d¨ªa a d¨ªa, hora a hora. Las consecuencias previsibles de esta nueva provocaci¨®n ser¨¢n combates, la retirada t¨¢ctica parcial de las tropas del ELK, el ¨¦xodo de miles de albaneses y la destrucci¨®n de sus hogares. Aunque siga nevando, las condiciones sobre el terreno ya est¨¢n maduras para la nueva ofensiva. No ser¨¢ Slobodan Milosevic el que las desaproveche. Despu¨¦s, bajo una nueva oleada de amenazas de la OTAN, podr¨¢ simular intimidarse y vender¨¢ su retirada parcial como una gran concesi¨®n. As¨ª present¨® como una prueba de flexibilidad y de disposici¨®n negociadora su "generosa" suspensi¨®n de la orden de expulsi¨®n del jefe de la delegaci¨®n de la OSCE. As¨ª ha hecho ya un sinf¨ªn de veces. ?l hace como que cede, accediendo a algo a lo que se hab¨ªa comprometido hace meses. Y los llamados mediadores hacen como que ganan una partida a Milosevic cuando ¨¦ste graciosamente les devuelve una vez m¨¢s, vac¨ªa, la cartera que les ha robado.
La escalada vertiginosa de los preparativos b¨¦licos despu¨¦s de la pat¨¦tica recta final de las negociaciones de Rambouillet es tambi¨¦n el reflejo de las nuevas condiciones que Milosevic considera haber creado en la reuni¨®n. Por un lado, considera haber profundizado las diferencias entre las diversas facciones de la parte albanesa kosovar. Por el otro, est¨¢ seguro, y nada parece quitarle la raz¨®n, de que ha logrado volver a neutralizar toda posibilidad de unidad de acci¨®n en el Grupo de Contacto y en la propia Alianza, cuyos aviones rugen mucho en el Adri¨¢tico.
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