Las autoridades han impuesto un f¨¦rreo silencio a los patronatos de Turismo de Tarragona La siembra de bombas no ha tenido repercusi¨®n en la prensa extranjera

VIENE DE LA P?GINA 1 La preocupaci¨®n por las repercusiones que los ¨²ltimos sucesos pueden tener en la afluencia de visitantes es patente en el sector tur¨ªstico. La Costa Daurada recibe una media de m¨¢s de dos millones de turistas al a?o. Con todo, los empresarios hacen un llamamiento a la calma. Salvador Pellicer, secretario de la Asociaci¨®n Hotelera de Salou, Cambrils y La Pineda, afirma que, pese a que el sector est¨¢ inquieto ante la posible detecci¨®n de nuevos artefactos, "de momento, impera la tranquilidad". Y a?ade: "La temporada todav¨ªa no ha empezado para nosotros y confiamos en una r¨¢pida resoluci¨®n policial del caso". Mutismo La intranquilidad es tan evidente, que, atendiendo a la petici¨®n de los investigadores, los empresarios y los alcaldes de las poblaciones amenazadas han guardado un f¨¦rreo mutismo al respecto. Por el momento, cruzan los dedos a la espera de que no se produzcan m¨¢s explosiones. Especial atenci¨®n han dedicado al impacto en el turismo brit¨¢nico, el mayoritario en el ¨¢rea, as¨ª como a la informaci¨®n que la prensa inglesa ha recogido sobre el tema. Hasta ahora, el eco que ha tenido este caso de extorsi¨®n en la prensa extranjera ha sido escaso. En un principio, se lleg¨® a pensar en la supuesta participaci¨®n de J. Manuel Sarmiento, el jubilado v¨ªctima de la primera bomba, pero el director general de la Guardia Civil, Santiago L¨®pez Valdivielso, tuvo que desmentir de forma p¨²blica esa vinculaci¨®n a los hechos. Desde el pasado domingo, tras una reuni¨®n con la subdelegada del Gobierno, Margarita L¨®pez, que traslad¨® la petici¨®n de los investigadores, los empresarios y los alcaldes de las poblaciones amenazadas han guardado un f¨¦rreo mutismo al respecto. De hecho, el Patronato de Turismo de Tarragona recibi¨® a principios de febrero dos an¨®nimos y la cuesti¨®n no trascendi¨® hasta la pasada semana. El alcalde de la ciudad, el convergente Joan Miquel Nadal, explic¨® de forma escueta pero inequ¨ªvoca el deber de los responsables de los patronatos receptores de los mensajes: "Dar cuenta a la Guardia Civil y callar". Y eso hacen. Los llamamientos a la calma se han sucedido. El alcalde de Salou, Esteve Ferran, se ha limitado a decir que el suceso no afectar¨¢ al turismo y lo argument¨® as¨ª: "No estamos hablando de una organizaci¨®n terrorista, algo que alarma mucho m¨¢s a la poblaci¨®n" y a la prensa extranjera.