El Servicio de Atenci¨®n a las V¨ªctimas cierra sus puertas por falta de ayuda oficial

El Servicio de Atenci¨®n a las V¨ªctimas (SAV), creado en 1995 con la bendici¨®n del decanato de los juzgados por tres psic¨®logas, una abogada y una trabajadora social, cerr¨® sus puertas la semana pasada por falta de presupuesto. El servicio funcionaba en los juzgados de la plaza de Castilla y prestaba ayuda jur¨ªdica, psicol¨®gica y social a v¨ªctimas de delitos. Despu¨¦s de cuatro a?os de infructuosas negociaciones con el decanato y el Ministerio de Justicia para conseguir la financiaci¨®n del servicio, sus integrantes han "tirado la toalla" porque no reciben salario. El Ministerio, por su parte, ha anunciado que "pr¨®ximamente" abrir¨¢ una oficina con funcionarios para atender a las v¨ªctimas.

Las profesionales que trabajan en el servicio aseguran que en m¨²ltiples ocasiones recibieron promesas tanto del Ministerio de Justicia como del decanato en el sentido de que su situaci¨®n iba a oficializarse y "recibir¨ªan financiaci¨®n". De hecho, en dos ocasiones el Ministerio de Justicia, primero a trav¨¦s del Inem y luego de una empresa de trabajo temporal, les hizo contrato. "Llevamos trabajando cuatro a?os y s¨®lo hemos recibido un salario simb¨®lico durante diez meses interrumpidos", asegura Mar Calle, psic¨®loga del servicio.Tras la aparici¨®n en diciembre de 1995 de la Ley de Ayuda y Asistencia a las V¨ªctimas, el Ministerio realiz¨® un convenio con el servicio, mediante el cual les cedi¨® el mobiliario y una oficina en la sede de los juzgados de la plaza de Castilla. El Ministerio tambi¨¦n solicit¨® al servicio una asesor¨ªa para la difusi¨®n de la ley, su desarrollo reglamentario y la implantaci¨®n de oficinas. "Desde el primer momento se mostraron muy interesados en nuestro trabajo, porque sobre ese tema no hab¨ªa nada y nuestra oficina era pionera en Madrid", comenta Mar Calle.

En cuatro a?os de funcionamiento la oficina ha prestado asistencia piscol¨®gica, judicial y social a aproximadamente 2.000 personas entre visitas y llamadas telef¨®nicas. El mayor n¨²mero de casos corresponde a malos tratos, seguido por robos. Tambi¨¦n han atendido pleitos matrimoniales, cuestiones de propiedad, arrendamientos, interpretaci¨®n de cl¨¢usulas contractuales y problemas de comunidades de vecinos. Muchos casos llegaron al servicio remitidos desde las comisar¨ªas, otros proced¨ªan de llamadas recibidas a partir de los carteles colocados en sitios estrat¨¦gicos.

La historia del Servicio de Atenci¨®n a las V¨ªctimas se remonta a 1995. Fue una idea de las psic¨®logas Mar Calle, Amparo Mart¨ªnez y Asunci¨®n Calle, la abogada Mari Luz Hern¨¢ndez y la trabajadora social Bel¨¦n Imedio. "Nosotras presentamos el proyecto a la entonces decana de los juzgados, Manuela Carmena, y ella lo recibi¨® muy bien. Gracias a su gesti¨®n se hizo el convenio con el Ministerio de Justicia y nos cedieron la oficina en la sede de los juzgados", asegura Mar Calle.

Desde su creaci¨®n, el SAV cont¨® con la aprobaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial, del Ministerio de Justicia y del decanato de los juzgados, pero nadie se hizo cargo del sueldo de las profesionales. Hasta el presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, comunic¨®, mediante una carta, su "m¨¢ximo inter¨¦s" en el asunto. Eso fue en 1996.

El a?o siguiente, relatan Mar Calle y Bel¨¦n Imedio, cansadas de buscar subvenciones sin respuesta alguna, recibieron del decano de los juzgados, Fernando Fern¨¢ndez Mart¨ªn, la noticia de un convenio entre el Consejo General del Poder Judicial, el Ministerio de Justicia, el Ayuntamiento y la Comunidad para poner en marcha la oficina de manera oficial.

"Seguimos con el servicio porque a trav¨¦s del decanato se nos hizo creer que en alg¨²n momento nuestro trabajo iba a ser reconocido debidamente", explica Bel¨¦n Imedio, la trabajadora social. Y prueba de ello, a?ade Mar Calle, es que el servicio aparece rese?ado en un bolet¨ªn expedido en 1995 sobre la asistencia y ayudas ofrecidas por el Estado a las v¨ªctimas de delitos. El reconocimiento para el SAV, no obstante, se limit¨® a breves rese?as documentales. En la ¨²ltima reuni¨®n que sostuvieron con el actual decano de los juzgados, Fernando Fern¨¢ndez Mart¨ªn, seg¨²n afirma Mar Calle, ¨¦ste les comunic¨® que el convenio para la creaci¨®n legal de la oficina de atenci¨®n a la v¨ªctima segu¨ªa paralizado por parte de la Comunidad, hecho que no fue confirmado por el Gobierno regional.

El Ministerio de Justicia reconoce que pag¨® en dos ocasiones a este servicio. Pero asegura que lo puso en marcha el decanato. "El que prestaban ¨¦stas chicas era un servicio irregular. El Ministerio pondr¨¢ pr¨®ximamente sus oficinas de manera oficial", afirma un portavoz.

Y el futuro de las profesionales del servicio, depender¨¢, seg¨²n justicia, "de la decisi¨®n del decanato". Pero el juez decano argumenta que no "es su decisi¨®n". S¨ª reconoce que la idea siempre fue "integrar" al servicio con la oficina que debe instalar el Ministerio. "A m¨ª me parece que ellas no deber¨ªan enfadarse porque no contin¨²en. De todas maneras, no deber¨ªan tirar la toalla", indica.

La semana pasada Mar Calle y Bel¨¦n Imedio recogieron los expedientes que han guardado durante estos cuatro a?os y abandonaron la oficina. "Total, ya no vale la pena. Ya sabemos que nuestro trabajo no va a ser reconocido".