La Audiencia falla que Lladr¨® compr¨® legalmente un "Sorolla"

Joaqu¨ªn Lorente Sorolla, uno de los herederos del afamado pintor valenciano, ya no es el propietario del Jard¨ªn del Caba?al, otra de las obras del artista que ya forma parte del patrimonio de la familia Lladr¨®. As¨ª lo ha dictaminado la secci¨®n s¨¦ptima de la Audiencia de Valencia, que considera que Lladr¨® Comercial, una de las firmas del grupo empresarial, adquiri¨® el cuadro de manera totalmente legal. El pleito que ha enfrentado a los Sorolla con la familia Lladr¨®, propietarios de un importante conglomerado de empresas, se origin¨® en mayo de 1993. En esa ¨¦poca, Joaqu¨ªn Lorente Sorolla cedi¨® un cuadro del afamado artista valenciano a una galer¨ªa de arte de Valencia. Seg¨²n su versi¨®n de los hechos, para que simplemente procediera a su exposici¨®n. Seg¨²n la propietaria del comercio, para que, en funci¨®n de la capacidad de intermediar que la Ley les reconoce, intentara proceder a su venta. As¨ª se hizo. Mar¨ªa Ponciano vendi¨® el cuadro de Sorolla, uno m¨¢s de los dedicados al barrio mar¨ªtimo de Valencia, a Lladr¨® Comercial S. A., una de las empresas del grupo comandado por los hermanos de igual apellido. El coste de la transacci¨®n fue de 13 millones de pesetas, pero el dinero nunca lleg¨® al propietario del cuadro: un Juzgado de lo Penal conden¨®, por un delito de apropiaci¨®n indebida, a la galerista. Ponciano fue obligada a indemnizar a los demandantes con 13 millones de pesetas o, en su defecto, a devolver el cuadro a Lorente Sorolla. El heredero del pintor valenciano, no obstante, tambi¨¦n acudi¨® a la v¨ªa civil para intentar recuperar el Jard¨ªn del Caba?al. El Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 5 de Valencia desoy¨® su petici¨®n. Ahora, tras la presentaci¨®n del preceptivo recurso, la Audiencia de Valencia ha hecho lo propio. Intenci¨®n de vender El tribunal entiende que el anterior propietario del cuadro lo cedi¨® a la galer¨ªa de arte para intentar colocarlo en el mercado -"no hay la menor duda de que la entrega de la obra fue para gestionar su venta"- y que, adem¨¢s, la transacci¨®n fue legal y transparente. El fallo se?ala que la ¨²nica "actividad il¨ªcita" se produjo "cuando Mar¨ªa Ponciano se apropi¨® del dinero" de la operaci¨®n, por lo que la compra-venta se realiz¨® atendiendo a la m¨¢s estricta legalidad. El cuadro, finalizado en 1896, fue una de las piezas contenidas en una exposici¨®n itinerante del artista realizada en Am¨¦rica, figura en los cat¨¢logos confeccionados para la ocasi¨®n y los compradores poseen todos los documentos que acreditan que la obra les pertenece.Por tanto, las irregularidades de car¨¢cter fiscal denunciadas por Lorente Sorolla no existen.