Los "bobbies" son blancos

Un asalto en cualquier calle de Londres. El n¨²mero de emergencia es el 999. Gratuito. Llega la polic¨ªa. Los agentes toman nota. El tr¨¢mite que se inicia es un procedimiento similar al que se podr¨ªa hacer en Nueva York o Par¨ªs. La diferencia es que rara vez los investigadores no son blancos. Hay, por supuesto, agentes negros, pero no son muy visibles. Los bobbies negros son m¨¢s bien un s¨ªmbolo.No ser blanco en el Reino Unido tiene grandes desventajas a la hora de encontrarse con la ley. En las aduanas, la pigmentaci¨®n de la piel despierta sospecha. Principalmente de tr¨¢fico de drogas si uno es suramericano. Si el pasaporte lleva sellos de pa¨ªses musulmanes la cosa se complica. El recelo est¨¢ disfrazado por los buenos modales y la hospitalidad enmascara la desconfianza.

Pero, detr¨¢s de esa urbanidad del autoritarismo policial subyace un prejuicio silencioso. Cierto, a los blancos que arman una bronca en un bar se les trata con rigor. Pero basta ser no blanco para que los bobbies se pongan m¨¢s tensos.

S¨®lo hay que dar una vuelta por Croydon, a las afueras de Londres, y visitar la monumental oficina de inmigraci¨®n donde acuden diariamente centenares de no brit¨¢nicos en busca de un visado o de un permiso de trabajo para darse cuenta de que el trato es organizadamente brutal.