Seis a?os de c¨¢rcel por abusar sexualmente de su hija y su sobrina

Un hombre de 38 a?os ha sido condenado por la Audiencia Provincial de San Sebasti¨¢n a seis a?os de prisi¨®n por abusar sexualmente de su hija y de una sobrina. Adem¨¢s, el condenado deber¨¢ indemnizar a las v¨ªctimas con 10 millones de pesetas (60.100 euros) en el caso de la hija y 200.000 pesetas (1.202 euros) en el de la sobrina. Las penas impuestas son considerablemente inferiores a las que ped¨ªan el fiscal y la acusaci¨®n particular que reclamaban un total de 34 a?os de c¨¢rcel. El abogado defensor pidi¨® la libre absoluci¨®n de su cliente. El juicio se celebr¨® a puerta cerrada y durante las pruebas testificales las ni?as relataron los diferentes abusos a los que fueron sometidas. Uno de los hechos relatados se produjo cuando las menores ten¨ªan cerca de 5 a?os y tuvo lugar cuando el procesado se introdujo en la habitaci¨®n de las peque?as y "tras untarse el pene con nocilla consigui¨® que ambas menores se lo chupasen sucesivamente". Continuas relaciones El condenado mantuvo relaciones sexuales desde que la ni?a era peque?a hasta que ¨¦sta ten¨ªa 12 a?os, que fue cuando se denunciaron los hechos en el juzgado. Fue la sobrina la que relat¨® lo sucedido a su tutora y ¨¦sta a la madre de la peque?a. El abusador mantuvo continuas relaciones con menores y ¨¦stas consist¨ªan en "penetraciones vaginales y anales ocurridas tanto en las diferentes viviendas que ocup¨®, como en el veh¨ªculo de su propiedad". La ni?a, seg¨²n la sentencia, "no se opuso a mantener relaciones con su padre" y nunca cont¨® a su madre lo que ocurr¨ªa. Fue la prima la que desvel¨® lo que ocurr¨ªa cuando estaban a solas con el t¨ªo. Entonces las madres descubrieron los abusos a las ni?as. Las menores relataron durante el juicio, con todo lujo de detalles, como fueron aconteciendo los hechos. La hija del abusador relat¨® a los jueces que todo empez¨® cuando era muy peque?a, antes de que sus padres se separaran, ya que su padre y ella "dorm¨ªan siempre juntos, desnudos, que le tocaba piernas, pechos, vagina, que le met¨ªa un dedo y el pene por la vagina". Adem¨¢s, el condenado "le daba grasa de caballo, otras veces aceite para lubricarse". Los magistrados Jos¨¦ Luis Barrag¨¢n, Yolanda Dome?o y Margarita Valcarce de Pedro recuerdan en la sentencia que con este tipo de delitos es dif¨ªcil disponer de otra prueba que no sea la declaraci¨®n de las v¨ªctimas, pero que en este caso no existe ning¨²n tipo de resentimiento en las menores para dudar de sus palabras, ya que, incluso, la hija declar¨® en el juicio "que quer¨ªa a su padre" y la sobrina "que no ten¨ªa miedo". Los autores de la sentencia descartan que el acusado haya cometido un delito de agresi¨®n sexual, "ya que no ha quedado probado el empleo de violencia o intimidaci¨®n por parte del procesado respecto de su hija".