La oposici¨®n fuerza en Murcia una investigaci¨®n sobre el plan de urbanismo
A rega?adientes, pero se investigar¨¢. El alcalde de Murcia, Miguel ?ngel C¨¢mara (PP), acept¨® ayer, tras cinco horas de pleno, que la oposici¨®n(PSOE e IU) investigue las presuntas irregularidades en la tramitaci¨®n del nuevo Plan General de Ordenaci¨®n Urbana para beneficiar a determinados concejales, a sus familias y a ciertos grupos industriales de la comunidad. Tras un recital de insultos, tuvo que ser Jos¨¦ Luis Valenzuela, el secretario del Ayuntamiento -un puesto t¨¦cnico, no pol¨ªtico-, quien mediara en el gallinero: "Despu¨¦s de 30 a?os en este cargo", dijo, "s¨®lo tengo un piso, un coche coreano y un prestigio ganado a pulso, y no lo voy a perder por las supuestas presiones de un salchichero".
Nadie pregunt¨® de qui¨¦n se estaba hablando. Quedaba claro que el secretario municipal se refer¨ªa al due?o de embutidos El Pozo, Tom¨¢s Fuertes Fern¨¢ndez, a quien el nuevo Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) recalifica 600 hect¨¢reas de su propiedad.Jos¨¦ Luis Valenzuela justific¨® su intervenci¨®n -no es usual que un t¨¦cnico tome la palabra durante un pleno- en la defensa de su honor y la de sus funcionarios: "Si alguien demuestra alg¨²n fallo en el plan, ser¨¢ un error, pero nunca realizado a sabiendas y para beneficiar a terceros. Si alguien duda de mi honestidad, se las tendr¨¢ que ver conmigo".
Un final at¨ªpico para un pleno borrascoso. Los concejales de uno y otro bando se llamaron de todo. Abri¨® el turno Gin¨¦s Navarro, el responsable de Urbanismo, quien ya en la segunda frase de su intervenci¨®n para defender el PGOU acus¨® a la oposici¨®n de "gritar, insultar, malinformar, mentir y calumniar". Todo seguido y por este orden.
El portavoz del PSOE, Pedro Guerrero, acudi¨® presto a recoger el guante. As¨ª, acus¨® al PP de estar al servicio de los grandes propietarios de la tierra, "una oligarqu¨ªa que est¨¢ emprendiendo la desamortizaci¨®n del siglo XXI, pero ahora con la ley en la mano".
No le anduvo a la zaga el de IU, Fernando Mu?oz, quien acus¨® directamente al Gobierno del PP de ser "un subordinado pol¨ªtico" de los grupos de presi¨®n econ¨®mica. "No queremos", a?adi¨®, "un plan del grupo Fuertes".
As¨ª estaban las cosas cuando, desde la zona reservada al p¨²blico -aqu¨ª conocida como El Palomar-, lleg¨® la alternativa al debate pol¨ªtico en forma de llaves de judo. La polic¨ªa municipal, ayudada por alg¨²n espont¨¢neo, intent¨® desalojar a unos ecologistas que hab¨ªan desplegado una pancarta comparando al plan general con el caballo de Atila: "Por donde pase este PGOU no crecer¨¢ la hierba".
En el forcejeo se advirti¨® que uno de los espont¨¢neos llevaba una pistola bajo el chaquet¨®n. Era un polic¨ªa municipal, camuflado entre el p¨²blico para controlar un pleno que ya se preve¨ªa tenso. La cosa no pas¨® a mayores. Pero la bronca sigui¨® abajo.
La sospecha de corrupci¨®n en Murcia ha puesto muy nervioso al Gobierno popular y, en especial, al alcalde, Miguel ?ngel C¨¢mara, quien estos d¨ªas precisamente ha sido confirmado por su partido como candidato a las pr¨®ximas elecciones municipales.
Justificaciones
Desde el Ejecutivo se esgrimen -as¨ª lo hizo ayer ante la oposici¨®n- dos argumentos principales para probar su honradez. Uno, que el PGOU se hizo a ciegas, sin saber qui¨¦n era el due?o de la tierra. Otro, que las propiedades de la familia Fuertes son tantas que era imposible no recalificarle alg¨²n terreno.Hay todav¨ªa un tercero que, seg¨²n el PP, viene a confirmar los dos anteriores. "La familia Fuertes", insisti¨® Gin¨¦s Navarro, el concejal de Urbanismo, "no s¨®lo no est¨¢ contenta con nosotros, sino que se queja por no haber sido recalificadas otras tierras suyas. De ah¨ª que nos hayan presentado m¨¢s de 20 alegaciones".
Tras cinco horas de descalificaciones, unas pol¨ªticas y otras no tanto, Valenzuela aport¨® la idea de que fuera el Consejo de la Gerencia de Urbanismo, en el que est¨¢n representados todos los partidos, el que investigara las sospechas de trato de favor. Adem¨¢s de al grupo Fuertes, los concejales de la oposici¨®n se?alaron a la familia del alcalde y de dos de sus ediles como beneficiarios del nuevo PGOU.
"No s¨¦", concluy¨® Antonio Prefasi, ex concejal de IU, ahora en las filas de Nueva Izquierda y un experto en poner de los nervios a sus colegas populares, "si el PP ha hecho este PGOU para sus amigos, pero s¨ª s¨¦ que en cuanto lo apruebe va a tener muchos amigos, amigos muy fuertes".
La iron¨ªa no pas¨® inadvertida. Llov¨ªa sobre mojado y los ediles del PP, muy molestos por las continuas alusiones a sus presuntas corruptelas, se emplearon con fuerza en el contraataque.
Hasta el alcalde, muy moderado hasta entonces, se refiri¨® a "alg¨²n concejal socialista anterior que no podr¨ªa explicar hoy cu¨¢l era su patrimonio antes de ser elegido y cu¨¢l despu¨¦s".
Desde ese momento y hasta el final hubo de todo. Hasta el recordatorio, realizado por Prefasi, de que uno de los concejales del PP -no dijo cu¨¢l- fue sin empacho a visitar a Tejero a la c¨¢rcel despu¨¦s del golpe de Estado fallido del 23-F.
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