La examante de Dumas le acusa de aceptar dinero negro
Christine Deviers-Joncour, autoproclamada "puta de la Rep¨²blica" en un libro de memorias escandaloso, ha realizado unas declaraciones al semanario Par¨ªs Match en las que compromete a su antiguo amante, Roland Dumas, exministro de Exteriores de Mitterrand y actual presidente del Consejo Constitucional.Ahora Deviers-Joncour admite haber sido contratada por la multinacional Elf gracias a una intervenci¨®n "decisiva" de Dumas. "Me dijo que no me inquietase, que ¨¦l iba a actuar para que me contratasen, precisando que estaba dispuesto a cerrar las puertas del Quai d"Orsay [sede de Exteriores] a Elf" si la petrolera no acced¨ªa a su demanda. Elf, que abon¨® a la pol¨¦mica amante en apenas tres a?os m¨¢s de 70 millones de francos (m¨¢s de 1.750 millones de pesetas), actuaba en la ¨¦poca "como caja negra del Estado. Eso no es nuevo, est¨¢ en la tradici¨®n de Elf, desde su fundaci¨®n en 1958", precisa Deviers-Joncour.
En el origen del embrollo est¨¢ la venta, en 1992, de unas fragatas francesas a Taiwan. Dumas, oficialmente, era contrario a la transacci¨®n porque cre¨ªa que iba a crear problemas con Pek¨ªn. Los millones cobrados por su amante pasan por ser una recompensa a su eficaz poder de seducci¨®n.
Estatuillas griegas
Hasta ayer, Deviers-Joncour hab¨ªa sostenido que Dumas nunca se benefici¨® del dinero que Elf le daba y que tampoco se dej¨® influenciar, pero ahora, despu¨¦s de cambiar de abogado, parece haber cambiado tambi¨¦n de estrategia de defensa. En 1990 "le regal¨¦ unas estatuillas griegas que ¨¦l hab¨ªa escogido. Alfred Sirven [alto ejecutivo de Elf] me dio 300.000 francos [siete millones y medio de pesetas] para que participase en la subasta". Dumas nunca reembols¨® la suma, como tampoco lo hizo en el caso de unos lujosos botines de 11.000 francos (275.000 pesetas). "Nunca me pag¨® los botines Berlutti", a?ade.Estas declaraciones, que Deviers-Joncour ha hecho llegar por escrito a la justicia, pueden reabrir la instrucci¨®n del sumario. El caso Dumas envenena la vida pol¨ªtica francesa. Varias voces, en muchos casos procedentes del Partido Socialista, han pedido la dimisi¨®n de Dumas. Sin embargo, el presidente Chirac, en nombre de la presunci¨®n de inocencia, ha defendido al exministro.
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