Zedillo se inclina por un proceso interno en el PRI para elegir candidato
La militancia del oficial Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ayer cumpli¨® 70 a?os, ser¨¢ consultada por primera vez, a trav¨¦s del voto secreto, durante el proceso de selecci¨®n del candidato a la presidencia de M¨¦xico, que ser¨¢ renovada en las elecciones del 2000. Las preferencias manifestadas ser¨¢n consideradas por la direcci¨®n y, mediante mecanismos a¨²n no explicados, deber¨¢ surgir un candidato de consenso. Ser¨ªa el fin de una pr¨¢ctica hist¨®rica: la designaci¨®n directa del candidato del PRI por el presidente saliente.
El presidente, Ernesto Zedillo, jefe natural del PRI, reiter¨® su renuncia a designar directamente al candidato, pr¨¢ctica de las anteriores presidencias denominada dedazo, pero utilizar¨¢ toda su autoridad moral e influencia pol¨ªtica para asegurar, dijo, que nadie manipule el proceso.Los discursos de Zedillo y de Mariano Palacios Alcocer, presidente del PRI, durante la celebraci¨®n del natalicio del partido, abundaron en destacar la contribuci¨®n de este grupo pol¨ªtico a la estabilidad y el desarrollo pol¨ªtico, y el jefe del Ejecutivo inst¨® a que durante la primera quincena de mayo queden definidos los tiempos, reglamento y caracter¨ªsticas del proceso de selecci¨®n del candidato.
Autoridad moral
"En una votaci¨®n popular, mi sufragio ser¨¢ uno m¨¢s, con igual valor al de cada ciudadano", subray¨® Zedillo, "pero tambi¨¦n hoy vuelvo a dejar claro que en el proceso utilizar¨¦ toda mi autoridad moral y toda mi influencia pol¨ªtica partidista para que se respete la democracia interna que estamos construyendo"."Reitero con absoluta claridad que yo no designar¨¦ al candidato del PRI a la presidencia de la Rep¨²blica", concluy¨®. El presidente de M¨¦xico plante¨® en estos t¨¦rminos c¨®mo debe nacer el nuevo abanderado: "El proceso de selecci¨®n democr¨¢tica debe utilizar el voto popular individual y secreto de los militantes en activo y de todos los ciudadanos que simpaticen con nuestro partido".
A rengl¨®n seguido, y sin precisar si esa consulta tendr¨¢ alg¨²n car¨¢cter vinculante, manifest¨® que "de esa voluntad popular deben surgir representantes con el mandato de llevar los votos obtenidos a un recuento final donde tambi¨¦n habr¨¢ espacio para que se exprese la voluntad de la estructura sectorial y territorial del partido".
En opini¨®n de Zedillo, muy aplaudido durante su intervenci¨®n, "nuestro proceso de selecci¨®n debe propiciar que se vaya construyendo progresivamente un consenso democr¨¢tico a partir de las sumas de las mayor¨ªas locales y que culmine en un acto de unidad indiscutible".
No faltaron alusiones, sin nombres, a las precandidaturas de dirigentes muy distantes de sus planteamientos. Probablemente algunos de los dardos apuntaban a Manuel Bartlett, ex gobernador de Puebla, y a Roberto Madrazo, gobernador de Tabasco. "Compa?eros de partido que me merecen sincero afecto y reconocimiento por su trayectoria pol¨ªtica", dijo, "¨²ltimamente est¨¢n reclamando como algo novedoso, e incluso en algunas ocasiones en tono poco comedido, precisamente lo que ofrec¨ªa desde mi campa?a electoral, y he venido cumpliendo escrupulosamente. Ojal¨¢ que quienes ahora tienen este nuevo entusiasmo democr¨¢tico contribuyan con igual vehemencia a la unidad de nuestro partido".
Durante la solemne efem¨¦ride en el cuartel general del partido en la Ciudad de M¨¦xico, presente la plena mayor del PRI y los ex presidentes vivos, excepto el ¨²ltimo, Carlos Salinas de Gortari (autoexiliado en Irlanda pocos meses despu¨¦s de abandonar la presidencia), el jefe del Estado record¨® que desde la campa?a electoral de 1994 reclama m¨¢s democracia en el pa¨ªs y en su propio partido. Diversos ¨¢mbitos del PRI piden normas y criterios claros cuanto antes, y se suceden los movimientos y maniobras para inducir el proceso. "Advert¨ª que todos deb¨ªamos cuidar que los espacios que se iban abriendo no fuesen ocupados por intereses ileg¨ªtimos que pretendiesen manipulaciones antidemocr¨¢ticas, o cacicazgos locales".
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