"La sociedad es discriminatoria con los homosexuales"
La primera impresi¨®n de que algo ha cambiado en el Ministerio de Igualdad de Oportunidades del Gobierno italiano la tiene el visitante al pisar el despacho de la nueva ministra, Laura Balbo. No es frecuente encontrarse en una sala oficial de este tipo las paredes decoradas con grandes tapices de pachtworks. Tampoco es habitual que la titular de un ministerio -como ella misma reconoce, "marginal casi por definici¨®n"-, creado por el Gobierno de centro-izquierda italiano tras el triunfo electoral de 1996, acapare los titulares de la prensa nacional reclamando el derecho de las parejas homosexuales a adoptar ni?os. Sin embargo, la soci¨®loga y profesora de la Universidad de Ferrara Laura Balbo no ha tenido inconveniente en destapar la caja de los truenos haciendo tales comentarios que han provocado una indignada reacci¨®n del Vaticano.
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Balbo, de 65 a?os, una feminista procedente del movimiento sindical universitario de los 70, hab¨ªa provocado ya una pol¨¦mica cuando anunci¨®, poco despu¨¦s de tomar posesi¨®n de su cargo, la creaci¨®n de una oficina que vele por los derechos de los homosexuales. "Nosotros, como ministerio, no abrimos ninguna oficina, sino que cedemos una sede a la organizaci¨®n que mejor representa al movimiento homosexual, para que trabajen con autonom¨ªa", aclara."La realidad es que la cultura social en este terreno est¨¢ muy atrasada, aunque al mismo tiempo es contradictoria. Por ejemplo, ni siquiera se aborda que las parejas homosexuales puedan ser reconocidas como sujetos jur¨ªdicos, pero en dos o tres ciudades italianas, Pisa, Bolonia, Florencia, los ayuntamientos les incluyen en sus registros como parejas, lo cual es ya una forma de reconocimiento".
"Desde el principio me ha parecido que el tema de la Igualdad de Oportunidades no deb¨ªa referirse s¨®lo a las mujeres", explica Balbo. Me interesa mucho la situaci¨®n de los inmigrantes y las de las distintas generaciones, pero la actitud de la sociedad hacia los homosexuales es verdaderamente discriminatoria y no creo que los h¨¢bitos sexuales deban interferir con los derechos fundamentales. Siempre me ha parecido intolerable que en un pa¨ªs cat¨®lico la izquierda no atacara esta injusticia".
Balbo considera que, m¨¢s que la sociedad, es la pol¨ªtica italiana la que funciona con esquemas rabiosamente machistas. "Las reglas de la pol¨ªtica est¨¢n hechas con categor¨ªas masculinas. Son categor¨ªas que instrumentalizan todos los temas, porque todos se reconducen a esta l¨®gica especial, masculina, de la pol¨ªtica. Aunque ya no se produce la indecencia de ignora los problemas que afectan a las mujeres. Se sabe que ciertas cosas no se pueden ya decir, pero la estructura mental es la misma". Precisamente por eso, Balbo no tiene pelos en la lengua a la hora de reconocer que su departamento "es necesario que exista por filosof¨ªa pol¨ªtica, pero nadie pretende que haga nada. O sea, que hay que inventarse un poco el trabajo".
De momento, Balbo se ha "inventado" ya un nuevo proyecto de ley que obligar¨¢ a las instituciones del Estado a ofrecer todos los datos desglosados por sexos. "Puede parecer vanal, pero no lo es, porque as¨ª se da un paso hacia la equiparaci¨®n de situaciones. Luego se podr¨¢ ir m¨¢s lejos y mostrar c¨®mo las desigualdades de clase se combinan con las de sexo y el cuadro se enriquece".
"Otro punto en el que es muy importante elaborar las estad¨ªsticas con menci¨®n a hombres y mujeres es el relativo al trabajo negro. Decimos que tenemos la tasa de desocupaci¨®n femenina m¨¢s alta de Europa, pero no es verdad, muchas mujeres trabajan en la econom¨ªa sumergida. Habr¨¢ que conocer mejor la situaci¨®n. Necesitamos estas estad¨ªsticas a nivel regional y a nivel de sectores porque, naturalmente, los datos generales de paro estaban ya desglosados en hombres y mujeres. En el futuro habr¨¢ que profundizar e informar sobre las diferencias entre inmigrantes y no inmigrantes".
Hay otro programa en marcha que pretende rectificar la injusticia antifeminista. Se llama Polite (Igualdad de Oportunidades en los libros de texto) que se desarrolla en colaboraci¨®n con Espa?a, y que pretende hacer emerger del anonimato a las grandes protagonistas femeninas de la historia, la literatura, la ciencia, adem¨¢s de eliminar del lenguaje de los textos t¨¦rminos inadecuados ?No teme la se?ora Balbo que todo eso sea m¨¢s ruido que nueces, que, como ocurre con lo pol¨ªticamente correcto en Am¨¦rica, sirva m¨¢s para aparentar igualdad que para establecerla? "No, no lo creo. Ni tampoco creo que sea correcta esa lectura de lo ocurrido en USA. No existe una ¨²nica cosa ¨²til, son muchas las que colaboran a cambiar. Creo que los europeos nos hemos burlado un poco sobre esta historia de la correcci¨®n pol¨ªtica americana, pero la verdad es que las relaciones entre razas han cambiado mucho, incluso el lenguaje que se utiliza contribuye a cambiar la substancia de las cosas.
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